Capítulo 74/2

*NARRA MEGAN*

Yo iba a matar a alguien.
Es que lo que más me apetecía ahora era romper cosas, gritar, pegar, empezar una revolución.
Pero ningún pensamiento pacífico.

Me había pasado lo que quedaba de noche en vela, maldiciendo veinte mil veces todo.
¿Cómo podía haber hecho eso?
Además con una guarra de la esquina que seguro que tiene el chichi más dilatado que un pozo...
Guarra, que eres una guarra.
Y bueno, ¿y Harry qué?
El muy cabrón. Yo creo que en el fondo él sabía que iba a ir a la fiesta, e intuía que iba a ir a ese baño, y se encerró con la tipa esa allí dentro para que les pillase y yo ahora estuviese como estoy ahora.

¿¡Pero qué digo!?
No estoy pensando claramente.
Primero, Harry no sabía que iba a ir a ese baño, ni siquiera sabía que iba a ir a la fiesta, y él está en todo su derecho con copular por furcias.
Además, ¿y a mi qué me importa él?
¡Si yo con Jake estoy perfectamente y le quiero mucho!

No tendría que haber ido a esa fiesta.

Tendría que haber hecho caso a Lidia y habernos quedado en casa viendo el resto de pelis de Harry Potter.

Joder.

El teléfono interrumpió mis pensamientos.
Ya había sonado unas cuantas veces, pero lo dejaba ahí sin contestar ni mirar quien era, pues no quería hablar con nadie.
Pero ya estaba harta de oír como vibraba y sonaba, por lo que lo cogí de mala gana.

- ¿Qué quieres?
- Megan, te he estado llamando mil veces - dijo Jake al otro lado de la línea.
- Pero ya lo he cogido, que es lo que importa.
- Megan, ¿qué te pasa? - Él no sabía nada de la fiesta.
- Pues que no estoy de humor, ¿vale?
- ¿Y puedo saber por qué?
- ¡Pues por que no estoy de humor! ¡Así, sin más! ¡Muchas veces las mujeres nos cabreamos sin razón y ya está!
- Joder... Vale. Yo solo te quería que fuésemos a dar una vuelta.
- Pues otro día, porque la verdad es que hoy es lo que menos me apetece.
- Bueno, vale. Pues entonces ya nos veremos.
- Sí. Adiós.
- Adiós... Oye, te quiero, ¿vale?
- Y yo a ti. Adiós. 

Colgué y me tiré sobre la cama. Había sido demasiado borde, sí. Pero es que enserio, hoy no era un buen día.
El teléfono volvió a sonar.
Joder, yo a Jake le voy a cortar los huevos.

- ¡Jake, joder! ¿Qué quieres ahora? - dije enfadada.
- ¿Jake?

Hostia puta tremenda.
Colgué rápidamente.
No quería seguir escuchando la voz de Harry.










*NARRA LIDIA, TRES HORAS ANTES MÁS O MENOS*

- ¿Acaso crees que puedes aparecer y desaparecer así sin más? - oí a mi espalda cuando iba por el séptimo piso.

Me di la vuelta lentamente deseando que la tierra me tragase en ese momento.

- Eh... Hola Niall - bajé la mirada mientras me ponía nerviosa.
- ¿De verdad crees que me lo merezco? ¿Que después de nueve meses sin estar a tu lado, perdiendo el contacto poco a poco, muriéndome por dentro por no estar contigo, después de eso, de verdad crees que merezco no saber que estabas aquí en Londres? Explícamelo, porque yo no lo entiendo. - él estaba de brazos cruzados, unos escalones más arriba, y se le notaba cabreado, muy cabreado. Yo en cambio tenia el corazón en un puño y lo único que quería hacer era ponerme a llorar.
- Niall...Yo...
- No. ¿Sabes qué? Ya me da igual. Me has decepcionado - joder, con eso sí que me había destrozado de verdad. Agaché la cabeza y dejé escapar una débil lágrima. Se dio la vuelta y empezó a subir las escaleras.

Me quería morir. Me senté apoyándome en la pared, y rompí a llorar como una desconsolada.
No tenía perdón. No me había comportado bien.

- ¡Qué coño! - dijo apareciendo de repente y dándome un gran susto - Claro que no me da igual. Quiero saber la... Ey Lidia. No, no, no. No llores. - se acercó y se puso en frente mí. Yo ni me atrevía a levantar la cabeza y mirarle. Noté que una mano me acariciaba la mejilla apartándome las lágrimas. Mi corazón se activó y se puso a mil. No, no. Esto no estaba bien. No podía volver a enamorarme. Más lágrimas salieron, y Niall abrió sus brazos y me dejé abrazar, lo necesitaba. - Lo siento, - dijo - He sido demasiado bruto.
- No, no. Es mi culpa, que siempre hago todo mal.
- No digas eso, ¿vale? Ojalá me saliesen la mayoría de las cosas como te salen a ti.
- Niall, ¿por qué te portas tan bien conmigo si no me lo merezco? - y era la verdad. Él se estaba portando de una forma increíble, tragándose su enfado y consolándome.
- Pues porque no me puedo enfadar contigo, o al menos no me puedo enfadar mucho.
- Gracias...- dije casi en un susurro. 

Me encontraba más tranquila, más segura, más aliviada. Y es que, ¿qué mejor sitio que los brazos de Niall para que una se sienta mejor?

- Niall, - tomé aire. Él se separó y me miró, quedando sentado también en el suelo. Se me hizo un nudo en la garganta. Estaba ahí mirándome, más guapo que nunca, con el pelo revuelto, la camisa agitada, los ojos brillando, y yo... yo sentía que no podía conmigo misma. - La... La razón por lo que no te lo dije fue...

Noté que algo me vibraba en el bolsillo.
No sé si tomar esa interrupción como algo malo porque me había cortado cuando iba a hablar con Niall, o algo bueno por sacarme de esa burbuja que él y yo formábamos en ese momento.
Cogí el móvil y lo miré. Un mensaje de Megan preguntando que dónde estaba.
Ya contestaría después. Lo volví a guardar.
Pero sentía que había perdido el hilo, que ya no podía continuar.

- Eh, Niall... Megan me necesita urgentemente - mentí - Mmm - me miraba atento - ¿Quedamos un día de estos para, eh, hablar y tal? 
- Claro, claro - su boca esbozó una sonrisa, pero sus ojos no la compartían. - ¿Qué tal esta tarde?
- No puedo, prácticas de la universidad.
- ¿Y mañana? Me da igual si es tarde o por la mañana, tengo el día libre.
- Por la tarde me viene bien.
- Pues mañana por la tarde. - sonreí.

Me puse de pie como pude y él hizo lo mismo.

- Bueno, hasta mañana - dije medio titubeando.
- Sí, hasta mañana. - nos quedamos en silencio, no sabía si darle dos besos o no o yo que sé. Decidí ser educada y acercarme, pero él también lo iba a hacer por lo que después nos apartamos confundidos. Sonreímos, mientras yo me ruborizaba cada vez más. Si no nos hubiésemos apartado, hubiese acabado besando a Niall. Finalmente se acercó y me dio dos besos. - Adiós Lidia. - le sonreí y se dio la vuelta, subiendo las escaleras.

Acabé cogiendo el ascensor, y salí a la calle. Ya no me salían lágrimas.
No podía llorar, pero el nudo en la garganta seguía, y no solo eso, sino que el nudo se había pasado a mi estómago, a mi cabeza y a todo.
Joder...
Me iba a volver a enamorar, es que lo sabía, no debería haber ido a esa fiesta.
No podía volver a enamorarme de Niall.

- ¡Cuidado! - dije en cuanto noté que alguien se chocaba contra mí. Iba tan enfrascada en mis pensamientos que no sabía por donde iba.
- Lo siento, lo siento - levanté la cabeza y vi a un chico, más alto que yo, que me sacaría como mucho dos años. Era esbelto y corpulento, y bastante guapo, la verdad. Tenía el pelo negro negro, y se le formaban pequeños remolinos en el flequillo, el cual llevaba un poco levantado. Tenía unos ojos preciosos, marrones, que brillaban. Clavó sus ojos en mí y dejó ver una gran sonrisa, que iluminaría una habitación entera si esta estuviese a oscuras. Esto es lo que se llama un chico en condiciones y punto. Por cómo iba vestido supuse que había salido a correr. - Vaya, estoy empezando a no arrepentirme de haberme chocado contigo - dijo con su sonrisa. Tenía una voz suave y bonita. - ¿Sería muy grosero si te pregunto tu nombre tan rápido? - sonreí.
- Lidia, me llamo Lidia.
- Vaya, no lo he oído por aquí. ¿Eres de otro país?
- De España, aunque ahora vivo en Londres, o al menos durante este año.
- Mejor, así te tendré cerca - me sonrojé.
- Bueno, ¿y tú nombre? No me lo has dicho.
- Ni lo voy a hacer. Será un misterio. 
- Pues señor misterio, me tengo que despedir de usted, que debo continuar mi senda - sonrió. Me fui a dar la vuelta pero noté cómo me agarraba del brazo.
- ¿Hay alguna forma de que consiga tu teléfono? - le miré dudando. ¿Debería dárselo? 'Sí, por qué no. Quizás sea el comienzo de algo nuevo que te ayude a olvidar a Niall y verle solo como un amigo' pensé. Así que hice caso a mis pensamientos, pero decidí jugar un poco.
- Puede. Mi teléfono a cambio de tu nombre - el chico se rió por lo bajo.
- Chantajista.
- Morboso. - volvió a reírse. La verdad es que era un encanto de chico.
- Vale, acepto el trato. Soy Adam - me tendió la mano (acompañado de una sonrisa) y yo se la acepté gustosamente.
- Encantado Adam.
- Bueno, te toca cumplir tu parte del trato, ¿no?
- Dame el móvil - el me lo pasó y le cree un nuevo contacto con mis datos. Luego se lo devolví.
- Perfecto. Por cierto, mañana a las siete y media paso a recogerte para tomar algo de cena mientras damos un paseo. Y no acepto un no por respuesta 
- ¿Así tan de repente, sin conocernos?
- Para eso quiero la cita. Para conocernos. - ¿Debería fiarme? Bah, me daba igual. Iba a decir que sí de todos modos.
- Me encantaría.
- Pues después me pasas tu dirección. Adiós Lidia.
- Adiós Adam. - y así, de buenas, se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla, dejándome sorprendida mientras se daba la vuelta y seguía corriendo.  

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Aquííiii estáaaa! JAJAAJAJAJJAJAJAJA
PARECE QUE TENEMOS UN TERCER MIEMBROOO....
AJAJAJAJAJAJAJAJAJ
Hoy no me voy a enredad mucho con el comentario, os pongo lo de siempre, comentad, preguntad en el ask, disfrutad, y si queréis que os avise por twitter yo lo hagooo
Y la pregunta es ¿qué creeis que pasará entre el triangulo amoroso de Lidia-Niall-Adam?

Besiiiiis:)