16.3.13

Capítulo 68. último capítulo de la 1ª temporada.

Estábamos en frente de la puerta de casa de Harry, dónde nos esperaban todos los demás. Habíamos llegado de Nueva Zelanda la madrugada de aquel día.
En todo el viaje, tanto Niall como yo no hablamos sobre el tema de la gira, pero ambos sabíamos como se sentía el otro y lo que pensaba.
Eso era lo que más me gustaba de Niall, a parte de lo evidente. Lo de que me conociese sin necesidad de hablar, que supiese mi estado de ánimo solo con mirarme a los ojos...
Joder...
Nueve meses...
Sabíamos que esto iba a ser duro, muy duro.

- Niall... No sé si estoy preparada - el dije antes de llamar al timbre.
- Va a ser de las últimas veces que les veré. Que os veré...
- No digas eso, vale - me agarró la cabeza entre las manos - Nos volveremos a ver, lo juro. Estaremos en contacto, nos veremos cuando vuelva de la gira... Nos volveremos a ver.
- Pero... ¿Y si yo no estoy en Londres cuando tú vuelvas?
- Pues me voy a España y te traigo aquí de una oreja, ¿vale? Pero lo nuestro no acabará.
- Pero... ¿Y si no puedo con todo? ¿Y si me derrumbo?
- Mira, eres la chica más fuerte que conozco. Te ríes con las pelis masocas, te agrada la sangre, te gusta que te pongan vacunas y disfrutas en el dentista. Puedes con ello. Y en elc aso deque te derrumbes, yo me derrumbo contigo.
- Ya claro, pero con miles de kilómetros de distancia... - bajé la cabeza.
- Ey, venga, vamos a aprovechar este día con los demás ¿Vale? - asentí tristemente y me di un pequeño beso en lso labios. Después llamó al timbre.

Oímos unos pasos que se acercabas y luego alguien abrió la puerta. Era Louis. Jope, cuánto le había echado de menos. Llevaba más de diez días sin verles. Bueno, sin verles a todos, en general.
No pude evitar pensar en que esa sería de las últimas veces que pasaría tiempo con él y me lancé a sus brazos.

- Vaya, menudo recibimiento - me dijo alegremente mientras me continuaba el abrazo.
- Lou, te quiero y te querré siempre, ¿vale?
- Oins, pequeña, y yo a ti, siempre. - se me salió alguna que otra lágrima - Se lo has dicho, ¿no? - oí que le decía por lo bajo a Niall. Yo no veía a este, pero sabía que había asentido. - Lidia, - Louis se separó y mi miró fijamente - Tanto tú como Megan como Bibi habéis marcado nuestras vidas - Joder, más lágrimas. Qué bonito todo - No os vamos a olvidar ni aunque nos obliguen, ¿ok? - asentí levemente y le volví a abrazar. - Venga, ahora entra a dentro que las demás están ansiosas por saber de tu viaje.

Entramos en la casa y fuimos por el pasillo que había hasta llegar al salón, donde estaban todos. Liam con Bibi sentada encima mientras le hacía cosquillas, Eleanor le tiraba de los rizos a Harry porque intentaba peinarle y Megan y Zayn hacían la croqueta por el suelo.
¿La croqueta?
Sí, la croqueta.
Esos eran mis amigos, mis amigos imbéciles.

En cuanto crucé al puerta, me quedé embobada mirándoles. 
¿Sería este el último momento juntos?
Antes de poder decir algo a modo de saludo, oí a las chicas gritar y cómo se tiraban encima mío.

- ¡LIDIUUUUUUUS! - gritó Eleanor.
- Te hemos echado de menos - esta fue Bibi.
- Y yo a vosotras, chicas. Jo, cómo os quiero.
- Tía, ¿qué tal en Nueva Zelanda? - dijo Megan.
- Ay Dios, ha sido increíble. ¡He jugado con un koala! ¡He jugado con un koala! 
- Ya lo sabemos, nos lo contó Niall - dijo Bibi.
- Vamos, que yo era la única que no lo sabía, ¿no?
- Exacto.
- Oye, ¿y para nosotros no hay bienvenida? - oí que decía Harry.
- ¡Es que no me han dejado estas guarras! - dije.
- Oye, de guarras nada - dijo Megan.

Me ayudaron a incorporarme y en cuanto me puse de pie, me lancé sobre los chicos para abrazarles y darles besos por todas las mejillas.

- ¿Debería estar celoso? - dijo Niall.
- Claro que no, ¿o es que no te acuerdas de Nueva Zelanda? - respondí.
- ¡AH! - gritó Liam - ¡No quiero saber nada! ¡No quiero saberlo! - todos nos empezamos a  reir.
- Ay pobre, que me lo traumatizáis - dijo Bibi mientras se acercaba a él y le acariciaba el pelo.
- Uy, sí, como si vosotros fueseis unos santos... - dijo Eleanor. - Que mi habitación estaba pegada a la vuestra.
- Oye, se te está pegando el pervertismo de Louis - comentó Zayn.
- Es que yo soy el macho alfa de la manada. - dijo Louis. Todos nos empezábamos a reír, y un sentimiento de nostalgia nació en mi interior. Aún no se habían ido y ya, aún estando con ellos, les echaba de menos. Joder...


Pasamos la tarde entre risas, como hacíamos siempre, pidiendo pizzas, cantando a grito pelado alguan que otra canción, intentando hacerle trenzas a Harry, haciendo una competición de comida entre Niall y yo... Ya sabéis, esas cosas que solo las hace gente que se pueden clasificar como tontas de culo, es decir, nosotros.
En un momento los chicos se pusieron a jugar al FIFA y entraron en ese estado de machitos de "ahora mismo todo me da igual, lo importante es ganar el partido" por lo que las chicas nos fuimos a la cocina para hablar.

- ¿Cuándo os dijeron lo de la gira? - pregunté.
- El día de Año Nuevo - contestó Megan.
- A mi me lo dijo Liam en cuanto lo supieron.
- Y a mí Louis.
- Oye, ¿yo por qué siempre soy la última en enterarse de todo? - dije.
- Por que eres la pequeña - argumentó Bibi.
- Y dale con pequeña. ¡Pues soy más alta que tú, rubia, que lo sepas!
- Excusas, excusas...

Después cada una contó lo que habían hecho en las vacaciones. Yo les narré todo lo que pasó con Pablo, lo mal que me sentía, etc. Ellas escucharon su atención y aunque al principio no recibieron bien lod e que besase a mi exnovio, pero les detallé toooodo lo que había pasado y el por qué y lo acabaron entendiendo. También les hablé sobre los que habíamos hecho en Nueva Zelanda, (omitiendo las partes íntimas entre Niall y yo, claro está) y después Megan nos contó de su fiesta con Jake y lo de Harry, bailando bajo la lluvia. Qué romántico sonaba todo eso. Era como una peli. Solo faltaba que apareciese un negrito de jazz y tocase el saxofón.
Me empecé a reír pensando en eso, en lo guay que sería y las demás me miraron raro, como si estuviese loca.
¿Qué se le iba a hacer? Así era yo.







*NARRA MEGAN*

7 de enero de 2013, a las 8:23 am en la entrada de la parcela en la que están las casas de los chicos.
Hay una tres furgonetas esperándoles. Dos enteras para maletas y otra para llevarles.
Momento de despedirse.

Creo que uno de los momentos más duros de mi vida, aparte de cuando murió mi madre, es este.
Tenía que decirle adiós a las personas que quería, que en un par de meses se habían convertido en mi familia.

¿Qué iba a hacer nueve meses sin Eleanor, que nos habíamos vuelto inseparables?
¿Qué iba a hacer sin Louis, que siempre me hacía bromas y se burlaba de mí llamándome Pocahontas?
¿Y sin Liam, que me trataba como si fuese el padre dedicado que nunca tuve?
¿Y sin Niall, que era como mi hermano pequeño travieso?
¿Y que decir sin Zayn, mi mejor amigo, que me había apoyado en todo momento y que conocía mi vida?
Y luego ya Harry...
Él era mi corazón, mi vida. Era el aire que respiraba y la sangre que necesitaba.
Era todo para mí, hubiésemos tenido nuestros más y nuestros menos, daba igual, él siempre había sido ara mí alguien super importante.
Estaba enamorada de él, y ya no tenía miedo de hacerlo saber.
Él era todo para mí, y la decisión que yo acababa de tomar era de lo más complicado que había podido hacer en mi vida.

Me despedí de los chicos, entre llantos y abrazos, entre muchos "estaremos en contacto" y "os llamaremos". Esta situación me superaba, en serio.
Y luego de Eleanor... El abrazo que nos dimos no se podía describir con palabras, tenía muchísimo sentimiento.
Y las dos estábamos llorando como unas magdalenas. Joder... Vaya mierda de todo.

Cuando ya terminé de llorar en los brazos de Zayn, me dirigí hacia Harry. Antes de decir nada le abracé.

- Te quiero, Megan.
- Y yo Harry. - se me enterneció el corazón. Más lágrimas aún. Lo que iba a decirle ahora era super cruel - Harry...
- ¿Qué?
- Tú estarás lejos... Yo estaré lejos... - me separé de él y le miré a los ojos profundamente - Y lo nuestro nos e mantendrá con la distancia. - vi que sus ojos adoptaban un color rojizo y se empañaban.
- No, Megan, no me puedes decir esto...
- Harry. Esto es super duro para mí. Entiendelo. Poco a poco los sentimientos, queramos o no, se irán apagando. Cada uno continuará con su vida. ¿Quién sabe si nos volveremos a ver? Pero esto no puede seguir así, por el bien de los dos.
- ¡No! Megan, joder, eres mi puta vida. Eres quien me levanta cada mañana...
- Harry... Por favor... - vi que una lágrima se derramaba por su mejilla. No podía agunatar esto mucho más. Miró hacia otro lado, luego agachó la cabeza y suspiró. Después volvió a mirarme.
- Al menos deja que te bese por última vez.
- Contaba con ello.






*NARRA LIDIA*

Vi a todos llorando, incluso a Zayn que nunca lloraba. Y Niall... Era un mar de lágrimas, epro no se podía comparar conmigo, que parecía unas cataratas.
Me había despedido ya de todos, duramente, y solo faltaba Niall.

- Simba...
- Koala. - sonreí tristemente.
- ¿Ahora quién me despertará con un "Buenos días, koala"?
- Pues nadie. Eso es solo nuestro, y nadie más.
- Niall...
- ¿Si?
- Me vas a llamar cobarde... Pero ahora no puedo decirte todo lo que me gustaría decirte, simplemente porque sería super duro, asi que - metí la mano en el bolsillo del abrigo y saqué una carta - Toma, esto es para ti. Léela cuando subas al coche.
- ¿Qué dice en ella?
- Todo.
- ¿Y qué es todo?
- Todo es nada. - dije a modo filosófico.
- Voy a echar de menos tus idioteces.
- Y yo a ti entero, idiota.
- Ven aquí - abrió sus brazos y me acurruqué en ellos, mientras más lágrimas fluían por mi cara. Después él me levantó la barbilla, clavando sus ojos azules en los míos. Nunca encontraría otros igual de perfectos. Estaba muy cerca, necesitaba un beso suyo. Un último beso.
- Niall, ¿tengo que obligarte a que me beses? - sonrió tiernamente.
- No hace falta, lo hago yo voluntariamente. - se acercó despacio, sintiendo cada segundo que pasaba. Primero un roce lento, y después, más profundo. Me volvía loca cuando me besaba, y no sé como aguantaría tanto tiempo sin sus labios. Me acabaría volviendo paranoica, lo sé.

Cuando nos separamos Niall em retiró suavemente las lágrimas que caían por mi cara, me cogió de la mano, y nos acercamos a todos los demás. 
Nos miramos unos a otros y nos pudimos evitar sonreir, y acabamos por fundirnos en un amistoso abrazo.
Después de dos dolorosos minutos, todos abrazados pensando en que estaríamos separados, ellos se desprendieron y fueron hacia el coche, mientras nosotras les mirábamos por última vez.





*NARRA NIALL*

No podía con todo esto. No aguantaba verla llorar, y menos sabiendo que al día siguiente no estaré junto a ella cuando lo pase mal.
Estábamos ya todos en el coche, llevábamos cinco minutos de viaje, camino al aeropuerto.
Se podía notar la tristeza en nuestras caras.
Iba a ser muy duro.

Mis dedos jugaban con los bordes de aquel sorbe que me dio Lidia.
No sabía si abrirlo. Por un lado estaba deseando leer cada una de sus palabras, pero por otro, temía lo que me podía contar en ella.
Finalmente me decidí y abrí el sobre, para después desdoblar el papel que había en él y empezar a leer.


Querido Niall-Simba-duende-irlandés-leprechaun-elfo-rubio-tonto-Horan. 

Ahora mismo estás sonriendo por cómo te he llamado, que lo sé.
Bueno, priemro, al escribir está carta no sabía que poner, y me liaba un poco la forma en la que diría todo lo que tenía que decir, asi que pensando en cómo escribirla, decidí empezar por el principio.
Para mí el principio lo marcó el día que me viste sentada sobre mis maletas, el día que no reconocí del todo quién eras, o bueno, no me creí quien eras.
¿Y te acuerdas del día de las latas de Coca-Cola? Qué vergüenza... Sigo muriéndome por dentro cuando pienso en ese día.
Luego ya, cuando me encontraste llorando en la calle y te sentaste conmigo a hablar, sabía que era la chcia más afortunada del mundo por haberte encontrado. Recuerdo que me dejaste tu sudadera, con tu número de teléfono dentro... Me dio un vuelco el corazón cuando lo vi. Y los días siguientes te lo peudes imaginar. Que quedamos, te conocí verdaderamente y me encantó y yo cada vez estaba más enamroada de ti, si es que eso era posible. ¿Y el día en el que nos subimos al arbol y casi nos besamos pero apareció la niña? Sé que va a sonar cruel, pero en ese momento le hubiese dado una patada en la boca tremenda. Sí, así soy...
Pero cabe destacar el día en elq ue empezamos a salir... El beso en la ducha. Uno de los mejores sin duda.
A partir de ahí supe que te convertírías en mi vida entera, y tenía razón. No puedo vivir sin ti.
Y aunque hayamos tenido nuestras cosas malas (pero muchísimas buenas) el amor que siento por ti y llevo sintiendo desde que te vi en el video de What Makes You Beautiful, seguirá siendo enorme.
Pero tengo que decirte Niall, que nueve meses son muchos, y que cuando tú vuelvas, lo más seguro es que ya no sintamos lo mismo, y las cosas no serán iguales. E incluso puede que yo no esté aquí en Londres. Esto es super duro y sí, se supone que es un adiós, pero espero que no definitivo.
A lo mejor un día nos volvemos a ver, ojalá.
Ahora solo te pido que aunque cueste, que no estés triste, que hagas feliz a tus fans, que cantes como siemrpe lo has hecho y que disfrutes de tu trabajo, porque tú produces millones de sonrisas, a parte de la mía.
Otra cosa más que te exijo es que aunque no estemos juntos, que nunca me olvides. Que cuando cantes Little Things, que pienses en mí, por que es nuestra canción.
No quiero que olvides ningún momento vivido conmigo, ¿vale?
Te lo exijo, y espero que lo cumplas.
Por ahora, dejemos als cosas en manos del destino.
Te quiero muchísimo.
Tu koala.
--------------------------------------------------------------------
El último capítulo.
No me peudo enrollar mucho
espero que os haya gustado
subire la 2 parte el dia 2 abril
Muchiiisimos besooos y graciaas
y os invito a que hagais el siguiente reto:
Durante estos dias, ponedme un tweet a @lidialechuga41 diciendo frases del libro que os han gustado o momentos que os gustasen con el hastag o comos e escriba #BuenosDiasKoala y yo seguire y retwitteare a todo el mundo
muchas gracias ens eriooo
besooos:)

Capítulo 67


- Pues... - me contestó tristemente - Me voy.

¿Qué?

- Espera... ¿Cómo que te vas? - dije sin saber cómo reaccionar. Sabía que este día llegaría, pero no tan pronto, y mucho menos en ese lugar.
- Que me voy. Empezamos la gira.
- No. No. Eso no puede ser. ¡Pero si era en febrero! - mi corazón iba a tres mil por hora. ¿Se suponía que le iba a perder?
- Eso creíamos... Pero luego nos dijeron que nos íbamos antes por algo de que tenemos que pasar por unos países asiáticos o yo qué sé qué... - suspiró y miró hacia otro lado. Se veía que tenía ganas de llorar, y que le estaba costando mucho decir todo esto.
- Y Niall... ¿Cuándo os vais? - se quedó un momento callado y luego me miró fijamente.
- El día siete. Por la mañana,

¿¡Pero qué mierdas dice!?

- Pe... Pero... ¡Niall! Eso es en tres días. - él asintió levemente - Y... ¿Desde cuándo lo sabes? - miró al suelto y soltó un suspiro.
- Desde hace tres semanas.

¿Qué?
Mi interior se rompió en pedazos.
Sabía todo esto desde hace casi un mes, ¿y no me había dicho nada aún?
Tres semanas en las que todo parecía más que perfecto. 
Tres semanas que podría haber aprovechado al máximo  si hubiese sabido que se iban.
Tres semanas en las que yo pensaba que lo mío con Niall iba a durar para siempre. 
Tres semanas que podrían marcar el resto de mi vida.

Una lágrima cruel quiso luchar contra mis fuerzas y salío, recorriendo toda mi mejilla.
Niall, en cuando vio mis reacciones, se junto a mí y me abrazó con uno de esos abrazos que no sé como, hacían que la gente se sientiese tranquila.

- Ey, es una putada, lo sé - me dijo - Y siento no habértelo dicho antes, pero es que no me imaginaba el día en el que te lo diría.

Asentí enterrada en su cuello. Joder qué difícil iba a ser todo esto.
¿Cómo se supone que debía actuar?
¿Qué se supone que debe hacer una persona que conoce a su ídolo por golpe de magia, que después acaba saliendo con él, que vive mil y un momentos preciosos, y que después se la arrebatan nueve meses, con la posibilidad de no verle nunca más?
En serio, que alguien me diga qué hacer, porque yo no encuentro ni la manera ni la fuerza de sacar esto adelante.
Ahora mismo lo único que quiero es morirme.

- Niall...  - dije. Quería decirle que se quedase, o que le querría siempre o yo qué se qué. Mi cabeza estaba hecha un lío ahora mismo y las palabras no fluían.
- ¿Sabes qué? No quiero que esta última noche la pasemos así, pensando en esto, aunque sé que no te lo vas a sacar de la cabeza. Pero hagamos como si no hubiera pasado nada durante eh... ¿Unas siete horas o diez? Porque si lo recuerdo bien, yo tenía que terminar de darte una sorpresa.

Esbocé una ligera sonrisa. La primera desde que me enteré de lo que pasaba.

- Estoy deseando ver esa sorpresa. - me puse de puntillas y le besé, con más sentimiento que nunca, pues sabía que ese iba a ser uno de nuestros últimos besos.
- Ven. - dijo cuando nos separamos.

Niall abrió la puerta, y lo primero que vi fue un bombón Ferrero Rocher, mis favoritos. Y a un metro de este, otro. Y después de un metro, otro más. Como si fuese un caminito de bombones.

- ¿Son para mí? - dije emocionada.
- No, son para Frodo, por dejarnos la casa. - me cotnestó Niall vacilándome. Iba a echar de menos sus bromas.
- Eres tonto.
- Anda, quejica, ¿quieres seguir viendo la sorpresa o qué?
- Anda, quejica, ¿quieres seguir viendo la sorpresa o qué? - le repetí haciéndole burla. El me respondió con un pequeño golpe en el hombro. Después empezamos a andar, mientras me iba comiendo los bombones uno a uno, y bueno, a Niall le di un par.

El camino de bombones acababa en la cocina, donde ahí nos esperaba una mesa con velas.
Niall fue hacia el microondas y de ahí sacó una gran fuente con pasta a la carbonara.

- ¡Mi favorita! - dije exhausta.
- Claro. Si se hace, se hace bien.

Niall puso las cosas en la mesa y luego me acercó la silla para que me pudiese sentar.

- Oye, y yo me pregunto, - dije - ¿quién ha preparado todo esto mientras nosotros no estábamos?
- Pues gente.
- ¿Qué gente?
- Gente.
- Imbecil... - le dije con una sonrisa.

Pasamos toda la cena haciendo gracias, típico entre nosotros, o simplemente contando cosas que se nos pasaban por la cabeza.
Durante un buen rato las cosas sucedieron como siempre, como si nada hubiera pasado, pero en mi cabeza estaban sus palabras, y estaba un futuro sin él.
Creo que eso era lo más duro.
Lo de que llevase tres meses pensando que iba a compartir mi vida con él y que ahora, esa idea me sonase super lejana.
¿Qué haría nueve meses sin él?
Me iba a morir.
Si no aguantaba ni un día sin él, sin sus abrazos, su risa, sus besos, suspiros,etc; que alguien me explicase cómo cojones sobrevivo yo durante nueve meses.


- Vamos, a la cama - dijo Niall levantándose y tendiéndome la mano en cuanto me comí lo que me quedaba de pasta.
- Vaya, parece que estás necesitado de mis mimitos. - dije con una sonrisa aún sentada.
- Hombre, nuestra última noche en Nueva Zelanda y me la voy a pasar jugando al parchís, ¿no te jode?
- Ese vocabulario, irlandés.
- Bueno, que sí. Operación mimitos en marcha. - solté una carcajada.
- Operación mimitos en marcha - repetí mientras le cogía de la mano y nos dirigíamos hacia la habitación.





Me desperté sudando en la cama. Vi la hora en mi reloj.
Las cuatro putas horas y dieciseis putos minutos de la mañana.
Había tenido un sueño muy raro, sobre algo de que me iba a Londres y ahí conocía a One Direction y después que salía con Niall, que había cosas buenas y malas, luego algo de una casa rural y después España, y que luego Niall me llevaba a Nueva Zelanda, casa-hobbit, que había un koala llamado Manuel y después que Niall me decía que se iba de gira.
Me reí de mí misma pensando eso. ¿Yo con uno de One Direction? Venga, graciosos.
Pero espera, ¿dónde estaba?
Esa no era mi casa, ni mi cuarto, ni mi cama. 
¿Y quién estaba a mi lado?

Pelo rubio... Piel blanca... 
Hostias, que es Niall.
De repente se me pasaron por la cabeza cada uno de los momentos vividos con él. Asi que no había sido un sueño...
De verdad que yo tengo un problema con lo de soñar y no soñar, imaginar y no imaginar...
Esto empieza a ser algo serio....
Pero si todo es verdad... Eso significa que también es real lo de que Niall se va...
Joder, ya estoy otra vez pensando en el puto tema.

No sé por qué, de repente me entró un agobio tremendo, por lo que me levanté de la cama con el máximo cuidado posible, me puse un jersey ancho de estos que te cubren hasta por debajo del culo, y salí de la casa, para quedarme sentada en la entrada, viendo los paisajes que Nueva Zelanda me otorgaba.
Lo echaría de menos. 
En apenas cuatro días me había enamorado de ese sitio, y la casa-hobbit la veía ya como mi hogar. 
Uf, lo que me va a costar desprenderme de ella...
Y hablando de desprenderse...
Niall.

¿Qué hago?
Perdón, corrijo, ¿qué puedo hacer? 
No tenía ni idea de cómo llevar la situación, todo esto me quedaba demasiado grande, y lo único que podía hacer era apechugar con el tema y ya está.
Y es que cunado empecé a salir con Niall, sabía a lo que me exponía, pero claro, nunca pensé que este día sería tan próximo...

Vaya mierda de todo y de su puta madre.
Era una situación de impotencia la que tenía...
Y lo peor es que no podía desahogarme, como mucho un par de lágrimas pero nada más.
Era un nudo que se me quedaba dentro.
Pero eso sí, sabía que cuando él se fuese, yo caería en depresión continua.

Me pregunto si ya sabrá esto Megan.
Ni idea, no he hablado con ella desde que estaba en España, al igual que con Bibi. Buah, eso si que va a ser fuerte...
Bibi sin Liam... Con lo muchísimo que se quieren y vamos, que no sobreviven separados, que se necesitan el uno al otro para respirar.
Y Eleanor... Se había vuelto como una hermana para nosotras. Nos contábamos todo. Y sin ella yo me muero.
Y luego por otra parte los chicos...
Sin las bromas de Louis, los consejos de padre de Liam, la picardía de Harry, los comentarios vanidosos de Zayn...
Yo es que ya veo que me voy a morir, que esto va a ser un duro golpe para mí, es que lo sé.

- ¿Molesto? - me giré para verle. Ahí estaba, apoyado en la puerta, con unos pantalones del pijama y una sudadera. Más guapo que nunca, así, al natural.
- Tú no molestas nunca, ya lo sabes - se sentó al lado mío y yo apoyé mi cabeza en su hombro.
- No has podido sacártelo de la cabeza, ¿verdad? - negué.
- Es que Niall... Uf, esto va a ser lo más duro del mundo...
- Vente conmigo.
- ¿Qué?
- Sí, vente con nosotros, de gira, y con Eleanor.
- Niall... - suspiré - Me encantaría pero sabes que no puedes pedirme eso. No puedo irme. Tengo que acabar el curso, y ni si quiera sé lo que voy a hacer en verano...
- Ya, ya lo sé. Pero quería probar por si acaso... - nos quedamos en silencio un rato, consumiendo los segundos.
- Me encantaría volver al día en el que nos llevasteis a cenar al barco.
- Sí, fue un día precioso.
- Oh, no, no. Prefiero el día de la buhardilla - me sonrojé al recordarlo - Sin duda ese es mi día favorito. - Niall me pasó un brazo por los hombros y me junto a él.
- Es verdad. Ese día se grabará en la historia - sonreí levemente.
- ¿Sabes qué? Me alegro de que hayas sido el primero.
- Yo también me alegro.
- Y ojalá fueses el primero y el último.
- Eso nunca se sabe. Imagina que aparece un chico que te enamora y al que llegas a querer muchísimo.
- Pues como si se pasa ese chico o como si me viene Nacho Vidal con sus 25 centímetros. Vamos, es que me da igual. Te quiero a ti y no a otra persona.
- ¿Quién es Nacho Vidal? - reí.
- Nadie. Un actor español. 
- Ah, vale. - volvimos a quedarnos en silencio, depurando las respiraciones del otro. 
- Niall...
- ¿Sí?
- Lo nuestro ha sido real, ¿verdad?
- Increíblemente real.


----------------------------------------

Jelouuuu:) Siento subir tan tarde pero es que... Me quedé dormida jeje:$
Bueno, este ha sido el penultimo cap de la primera temporada.
Es cortito pero es esencial, pero bueno..., y recordad, mañana twitcam a las cinco, y despues el ultimo capitulo.
Hoy no me puedo enrollar mucho asi que no habrá pregunta ni fotos, sorry
besaaaaazoooos y gracias a todoooos

14.3.13

Capítulo 66


*NARRA HARRY*

Volví a intentarlo una vez más, usando toda la rabia de mi interior.
¡MEGAN!

¡Bien! Parece que se ha girado. Está mirando hacia los lados. ¿Me verá?

Espera un momento, ¿quién es esta tía?

De repente y no sé cómo, me encontraba al lado de una chica pelirroja, borracha como una cuba, que intentaba besarme.
'Ay Dios, que no. A mi no por favor.'
Pero nada. La tía esa lo intentaba y lo seguía intentando. Se acercaba y se acercaba.

- Aparta bicho - le espeté ya cansado. No me había percatado hasta entonces de que la gente ya estaba felicitándose los unos a los otros el Año Nuevo.

Mierda, ¿se habrían besado?
Me cago en la tipa esta...
Si se habían besado juro que hoy alguien acabaría muerto, lo juro.

- Joder, que te vayas engendro de Sauron - le dije furioso a la chica. Vaya, parece que Lidia me había pegado sus expresiones.

Miré hacia donde antes estaba la "parejita". Pero solo encontré a Jake recibiendo abrazos de gente de la discoteca.
¿Y Megan?
Me pasé las manos por el pelo y luego froté mis ojos. Cuando las aparté, había alguien enfrente mío mirándome fijamente.






*NARRA MEGAN*

¿Alguien me había llamado?

Había oído mi nombre por ahí, dicho muy fuerte, aunque la gente que había a mi alrededor, chillando la cuenta atrás, no me permitía oir bien.
Miré hacia los lados, para ver si encontraba al que había dicho mi nombre.

'A ver, por aquí nadie me está mirando, por aquí tampoco, por aquí una chica pelirroja intenta besar a Harry...' pensé.

Me empecé a reir al ver como este, intentaba alejarse de la chica esta pero ella no le dejaba, y seguía intentándolo. Pobre Harry. Su imán para mujeres no siempre tenía consecuencias buenas.

ESPERA UN MOMENTO. ¿Qué narices estoy pensando?
¿Qué hace Harry aquí?

Eché a andar hacia él, mientras la gente empezaba a felicitarse el nuevo año.
Oh mierda, yo ahora mismo debería estar besando a Jake...
Bueno, no. No estaba del todo segura, y además, puede que Harry me hubiera visto... Y si ya le monté la de Dios cuando él se besó con una desconocida, imginad si me hubiese visto besando a Jake...

En resumen, que yo me estaba acercando a Harry, sin importarme mucho el haber besado a Jake o no. 
En el camino, un par de borrachos me interrumpieron para darme un abrazo y desearme un buen año, y yo en plan: "Si... No te conozco y me importas una mierda..."
Pero bueno, da igual.

Vi como Harry miraba hacia donde estaba Jake y luego se pasaba una mano agitando sus rizos.
Oh Dios, sus benditos rizos que hacían que a cualquier chica se le cayesen las bragas al suelo.
Me cago en la leche, es que Harry era como un dios griego.

'Vale, Megan, deja ya de pensar cosas impuras.'

Después Harry se pasó las manos por los ojos, y yo me quedé en frente de él mirándole.

- Hola, ¿qué tal? ¿Buscas algo? - dije bromeando cuando me miró.
- Eh... Sí, a una chica morena de pelo rizado y preciosa, pero parece que aún no la he encontrado. - me sonrió. Oh Dios su sonrisa.
- Pues te dejo que sigas buscando - me di la vuelta haciéndome la dolida, pero me cogió del brazo.
- Creo que ya la he encontrado. - puse los ojos en blanco a la vez que sonreía. 
- Y bueno, señor Encuentra-lo-que-busca, ¿qué estás haciendo aquí exactamente?
- Pues no estoy muy seguro, pero creo que he evitado que mi novia se bese con otro que no iba a ser yo.
- Sabes que ese beso no valía nada.
- Ya, eso lo sé, que tu lo harías simplemente por tradición, pero si tuviese que elegir a una persona para que la besases, Jake sería el último.
- No sé por qué te cae tan mal. - vi que se ponía tenso. Vale, no debería haber hecho esa pregunta - Bueno, lo sé a medias... - intenté arreglarlo.
- No, no, no. Te voy a contestar. Primero porque no me comentaste de su existencia después de haberle conocido hace dos meses. - vale, tenía razón - También porque él quiere algo contigo. Sea lo que sea, pero algo - iba a discrepar, pero pensé en quedarme callada, era lo mejor - Aparte, hoy casi te besas con él - culpable. - Y porque aunque me cueste admitirlo, el chico es guapete y tiene sus ciertos encantos - esbocé una ligera sonrisa - Pero obviamente no me supera a mí.
- Y cómo no, aquí está el Harry de siempre - ironicé - Tienes razón, puede caerte mal, pero por mí, intenta tener una relación más amistosa en el hipotético caso de que paséis una tarde juntos, o algo así.
- Te lo prometo, total, no voy a pasar ni una tarde junto a él, asi que me da igual.
- Eres imposible.
- ¿Irresistible, has dicho?
- Im-po-si-ble. Tonto del culo - rió.
- Venga, salgamos de aquí y vámonos a otro lugar los dos juntos.
- Vale, pero... ¿y Jake? - vi cómo Harry asomaba la cabeza y luego empezaba a reírse.
- No creo que tenga problema, mírale - giré la cabeza y ahí le vi, dándole al tema con la pelirroja que antes había acosado a Harry. Vaya, qué raro todo, ¿no? No pude evitar reírme.
- Vale, le pongo un mensaje y ya está.

Se lo escribí avisándole de que me iba con Harry y después él y yo salimos de la discoteca. Decidimos dar un paseo mientras hablábamos sobre todo. Yo mayoritariamente le contaba cosas sobre Glasgow, sobre mi padre, Sophie, y agradecí no tener que narrar ninguna mala experiencia con Craig, ya que él no estaba en Navidades allí.

Menos mal que esa calle estaba desierta, pues no me hubiese gustado que gente nos interrumpiese a Harry y a mí en ese moemtno con fotos y autógrafos.
Soportaba la fama, más de lo que nunca hubiese podido imaginar, pero a mí lo de que rompan momentos bonitos de pareja como que me tocaba la patatita.
Pero si no eran fans, era otra cosa. Por lo que por graaan fortuna, empezó a llover.

- Oh mierda... - dije mirando hacia el cielo. Se me iba a empapar la falda, la blusa, el abrigo, pelo y de todo.
- Voy a llamar a un taxi para que nos lleve a casa - dijo Harry. Volví a mirar rápidamente al cielo cuando las gotas empezaban a caer. Después a Harry y de nuevo al cielo.
- No. - dirigió su mirada hacia mí - Me da igual mojarme. Todo lo que se moja se seca, ¿no? - sonrió - Ven, - le cogí de la mano - vamos a bailar.

Le guié hasta el centro de la calzada, que yacía ya mojado sobre el asfalto. Puse su mano sobre mi cintura, y la otra la uní con la mía.

- Cántame They Don't Know About Us versión lenta y super mega bonita - le pedí con una gran sonrisa.
- Como usted desee - me respondió divertido.

Y empezó a cantar de esa forma que sólo el sabía, con todo ese sentimiento que a una le llenaba por dentro y provocaba que en el interior surgiese un cosquilleo por las malditas mariposas que él mismo despertaba.
Ay Dios, ¿quién me mandó a mí meterme en este embrollo?
Hace cuatro meses yo ni sabía quien era One Direction, ni sabía la existencia de Harry, ni Louis, ni Zayn, ni Liam, Ni Niall, y de Eleanor ni te cuento. 
Y cuando ya les conocí, que a mí misma me prohibía salir con Harry, vamos, que primeramente le tenía un odio especial.
No me acuerdo por qué era... Ah así, por su arrogancia. 
Pero ahora me encanta que la emplee en ciertos términos.
Me di cuenta de que estábamos parados, y Harry ya no cantaba.

- ¿Pasa algo? - le dije. No pude evitar reírme por dentro. Harry parecía Tarzan con todos los rizos empapados cayéndole por la cara. Estaba muy gracioso, y muy muy muy deseable.
- Ahora que lo pienso... Yo vine aquí... - empezó a hablar lento, más lento de lo normal - para darte el beso de año nuevo... Y no Jake... Pero resulta... que no te lo he dado... Es más, no nos hemos besado aún en toda la noche... Y... - ay Dios, me estaba poniendo nerviosa. ¿Tan difícil era plantarme un beso y ya está?
- Harry - le corté - Te lo voy a decir de la forma más fina posible... - me miraba sonriendo - Henry Edward Styles, tienes permiso para comerme la boca hasta dejarla seca.
- Joder... Y tan fina...

Demasiadas palabras veía yo, por lo que rápidamente me lancé dejándole sorprendido, y le besé con tantas ganas como pude.









*NARRA LIDIA*

Ya habían pasado tres días, tres mágicos e increíbles días y hoy era nuestro último en Nueva Zelanda.
Se podría decir que no habíamos salido de nuetsra casa-hobbit. Es que era tan bontia, tan especial, y la cama tan cómoda...
Bueno, miento, hubo un día que salimos a ver un poco de la ciudad y a comprar comida, pero no más.
Aunque Niall decía que hoy sí que íbamos a salir, ya que tenía algo preparado.
De verdad que este chico nunca iba a dejar de darme sorpresas...
Del tema "besé a Pablo creyendo que eras tú" no se volvió a hablar. Di gracias a Dios porque se había quedado olvidado. Es que joder, qué gilipollas fui. 





- Asi que el zoo, ¿eh? - dije mirando el letrero de la gran puerta.
- No es el zoo entero, es una cosa que nos tienen guardada.
- ¿Guardada? - asintió.
- Ven.

Me cogió de la mano y tiró de mí llevándome por las sendas que se abrían en el zoológico.
Podía ver a gorilas en sus jaulas, centenares de pájaros, osos, lagartos, serpientes... De todo tipo, pero Niall no se paraba. 
¿A dónde íbamos?

'Por favor que no sea a lo de los delfines, que no está el tiempo como para bañarse' pensé, aunque si me llevaba ahí tampoco estaría mal, pues esos animales siempre me han resultado muy graciosos.

Niall se posicionó en frente de una grandísima caseta blanca, que presentaba dibujos en sus paredes de muchas especies de animales. 
Después llamó a una puerta de madera.
Una voz contestó al otro lado con algo como "pasa" o algo así. Ni zorra, no entendí mucho.
Niall me miró, sonrió, me dio un beso en la nariz y fue abriendo al puerta poco a poco.
Uf, a saber lo que se le habría ocurrido a este...

Niall la cerró, sin dejarme ver nada. ¿Pero este qué hace?

- Lidia, cierra los ojos - me dijo.
- Mmm... No.
- Vale, pues te quedas sin sorpresa.
- NOOO. Jope...Vale. Me das miedo, que lo sepas.
- ¡Por fin tienes miedo a algo! - dijo feliz.
- Más quisieras. Yo no tengo miedo a nada.
- Sí, si, si, mujohombre, lo que tú quieras, peor ahora vamos a entrar que nos están esperando.
- ¿Esperar quién?
- Johanna y...
- ¿Quién es Johanna?
- Una que trabaja en el zoo.
- ¿Y la otra persona?
- ¿Quién ha dicho que es una persona? - Me miró divertido y luego me volvió a coger de la mano. Yo cerré los ojso mientras él iba tirando de mí y entrábamos en aquel sitio.

Cuando estábamos ahí dentro, oí a una chica hablar. Por la voz diría que unos treinta años o mas.

- Ya puedes abrirlos - me indicó Niall.

Oh Dios, vaca sagrada...
Esto no era posible.
¡UN KOALA!
¡Era un koala pero de verdaad! ¡Con su boquita, sus ojitos, sus deditos, su pelito y su todo!
Me cago en la leche. 
Miré a Niall que estaba con la mirada fijada en mí. Me sonreía.
Me lancé a sus brazos.

- ¿Por qué, eh? ¿Dime por qué tengo la mejor puta suerte del mundo?
- Ni idea, a lo mejor te encontraste a un duende irlandés que te daba buena suerte - reí con su comentario.

La tal Johanna se nos acercó. Era muy mona. Era la típica chica del zoo con su uniforme color caqui, su sombrerito de safari a juego y son zapatos de estos duros de montaña. En sus brazos portaba al pequeño animal.

- Hola, soy Johanna, tú debes ser la afortunada Lidia, ¿no? 
- Sí, soy yo.
- Pues mira, lo que hoy vas a hacer es cuidar de este pequeñín - dijo haciendo referencia al koala - le daréis de comer, jugareis con él, y le dormiréis. - dios, mi interior ahora mismo estaba en fiesta - Pero os tenéis que poner estos trajes - nos tendió unos monos especiales de color azul que nos cubrían enteros, y un par de guantes para cada uno - Esto es porque los koalas tienen tendencia a transmitir, en algunas ocasiones, clamidia a través de la orina, entonces con estos uniformes estaréis lejos del peligro, aunque esté koala ya está tratado, pero por si acaso.
- Claro, porque no me interesaría nada de nada que tuvieses clamidia - me susurró Niall.
- Guarro. - le contesté divertida.


Pasamos toda la tarde haciendo lo que dijo la guía que íbamos a hacer.
Juro que me había enamorado.
Nunca había tenido un koala entre mis brazos, y cuando lo cogí por primera vez fue como una sensación de no querer soltarlo nunca... Uf, y es que además estaba blandito y calentito, y era super achuchable.
Ya le dije a Niall que el día en el que las relaciones con koalas sean legales, le dejaré y me iré con Señor Manuel, que es así como le había apodado.
No por alguna ración especial, sino porque en un momento pensé: "Ey, Manuel".

Cuando terminamos, tenía que reconocer que estaba muerta. Había sido una flipada de día, pero cuidar a un koala que quería jugar casi siempre, era bastante agotador.
Un coche nos llevó de nuevo hacia nuestra casa-hobbit. La echaría de menos al día siguiente cuando nos fuéramos.

Desde el automóvil pude divisar en la noche una luz especial.
No era común, o al menos estos días no había visto esa luz al lado de casa.

- Oye Niall, ¿ves esos destellos? - le pregunté. Él solo me miró y sonrió exageradamente. 

'Virgen puta... Otra sorpresa' pensé. Yo un día de estos muero de amor, en serio.

- Niall, te odio. - le dije al bajarnos del coche y ver la sorpresa.

Nos esperaba un gran camino hecho de velitas que partía de donde estábamos a la puerta de la casa.
Joder, era precioso.
Todo estaba iluminado y entre esto, el koala, y la casa-hobbit, esto parecía sacado de un cuento, o incluso si se le echaba imaginación, toda esta historia podría pasar como una novela de una directioner de algún lugar del mundo, quién sabe.

Entrelacé mis dedos con los de Niall y juntos fuimos andando entre las dos cintas de velas que surgían subiendo la pequeñisima colina.
Y es que encima olía a canela... Uf, que fenomenal, jope.

Me paré delante de la puerta, y Niall conmigo.

- Niall... El viaje a Nueva Zelanda, la casa-hobbit, el koala, esto... Sabes que yo con una tarde contigo en Londres viendo pelis soy feliz, no hacía falta tanto. ¿Por qué tantas sorpresas?
- Ya sabes, porque quería dártelas. Quiero que seas feliz, que no olvides estos días. - su sonrisa me transmitían seguridad, pero su mirada me ocultaba algo.
- Niall... Hay algo más, ¿verdad? - agachó la cabeza y se frotó el pelo. Le puse una mano en la mejilla - Ey, Niall...
- Quería... - su voz sonaba rasgada - Quería aprovechar al máximo el tiempo...
- ¿Aprovechar para qué?
- Pues... - me contestó tristemente.

¿Me diría eso que tanto yo temía oír desde hace tiempo?


-------------------------------------------

Aquí estoooy:)
Bueno, espero que os haya gustado y os aviso que este sábado publicaré el último capítulo de la primera temporada de mi twitcam. (esta tendrá hora a las cinco de la tarde, CINCO DE LA TARDE)
Y eso,q ue gracias por leer, que gracias por todo lo demás, que muchos besazos, que voy a mencionar a Rosa porque es una pesada que me lo pide todos los días, gracias por el apoyo y por bueno, cursiladas de esas.
La pregunta de hoy os la esperareis no?
¿Qué creéis que le va a decir Niall?
Yo no dire si sí o no, simplemente leeré vuestros comentarios y responderé con mi usual "ya vereeeeis"
JAAJJAJAJAJAJAJA
aquí van las fotos en honor al capítulo de hoy:):)



12.3.13

Capítulo 65


- ¿Nu... Nu... Nueva Zelanda? - dije anonadada.
- Sí, Nueva Zelanda.

Estaba de piedra. No me lo podía creer.
Estaba en la tierra donde se grabó el Señor de Los Anillos.
Buah, esto era demasiado para mí.
Vamos, después de lo que le he hecho, aunque se haya arreglado todo, ¿y me hace este regalazo?
Definitivamente no me merecía a Niall.
Él debería estar con una chica guapísima y que tenga de todo, no con una simplona como yo.

- Y aún queda más.
- ¿Cómo que queda más? - de verdad, esto era íncreíble.
- Ya verás, espera aquí.

Niall desapareció en la oscuridad de la noche, en la cual no se podía ver nada.
Esperé varios minutos, en los que oía como Niall se alejaba andando y tocaba varias cosas.
¿Qué cosas?
Pues ni idea.
De repente una luz me cegó, supuse que la había encendido él.

Espera. 
¿Una puerta verde  y redonda de madera?
¿Muchas plantas rodeando la fachada?
¿Una casa construida en una pequeña colina?
Era... Era...
¡La casa-hobbit de Frodo! ¡Como la de la película!
(Foto de la casa de un hobbit para aquellos incultos que no hayan visto las pelis del Señor de los Anillos)

Si antes me había quedado petrificada, imaginad ahora.

Noté unas manos que me rodeaban la cintura.

- Bueno, ¿qué, te gusta? - me giré para quedar en frente de él.
- Eres imbécil. Esto es demasiado bonito como para ser verdad. - no podía contenerme. Mil lágrimas de felicidad salieron a la luz. Era la chica con más puta suerte del mundo. - Es como si fuese un sueño.
- Pues hagamos que ese sueño dure para siempre.

Me sujetó la cara con sus delicadas manos y me apartó las lágrimas con los pulgares. Se acercó poco a poco y me dio un beso en la nariz, haciéndome cosquillas. No pude evitar reírme.

- Tu risa es lo mejor de este puto mundo entero - dijo juntando su frente con la mía y después haciendo círculos en mi espalda con su mano.
- Niall, ¿me vas a besar ya o tengo que obligarte? - a pesar de tener ambos los ojos cerrados, sabía que estaba sonriendo.
- Como desee la señorita - me acerqué un poco más para acortar distancias, pero Niall se apartó.
- ¡NIALL!
- Aquí no. - le miré con el ceño fruncido - Ya que tenemos esa maravillosa casa al estilo Frodo durante cuatro espléndidos días, vamos a darle un buen uso. - sonreí. este chico siempre encontraba las mejores formas de hacer las cosas. 

Le tendí la mano, para ir juntos hacia la graciosa casita, pero cuando me la cogió, en vez de empezar a andar, levantó mi brazo y con la mano libre que le quedaba me agarró de los muslos y me cogió por estos, para colocarme sobre él al igual que un saco de patatas.

- ¡NIALL! ¡Que me voy a caer! 
- ¿Pero no eras tú la que amaba las alturas?
- Argggghhh... - gruñí divertida - Cállate elfo. - soltó una carcajada produciendo la más perfecta armonía.

Gracias a Dios, la casa-hobbit no era de la altura propia de estos seres mitológicos, sino que estaba adaptada a la altura de un ser humano normal.
Niall abrió la gran puerta verde y entramos dentro, después la cerró con un pie.
Me dejó sobre la entrada para que pudiese ver el resto de la casa. Era como la de la peli.
Los detalles estaban calcados. Los techos ovalados, los detalles de madera, todo cuidado, infinidad de pasillos y salas... Era perfecto.

- Wow - dije. Era lo único y primero que me salió.
- Alucinante, ¿eh?
- Increíble. - miré a Niall,  que observaba la casa feliz, como si estuviese satisfecho de su trabajo - Oye, ¿me podrías decir por qué tengo el mejor novio del mundo? - giró la cabeza para mirarme y sonrió.
- Lo mismo te puedo preguntar sobre ti. - fue acercándoseme a mí hasta acorralarme en la esquina. Ahora sí que iba a besarme, lo sabía. Pero yo como venganza, me escabullí ágilmente y eché a correr por la casa.
- ¡Esta va por la de antes! - grité a la vez que me reía.

Fui hacia el extremo opuesto de la casa y me escondí tras un sillón que había. Oía los pasos de Niall y su risa por lo bajo.
Por culpa de su risa contagiosa, fui obligada a reírme, delatando mi escondite.

- Sabía que te encontraría, pequeño koala. - dijo dándome un susto ya que no esperaba que apareciese justo a mi lado. Pegué un pequeño grito y me alejé moviéndome a cuatro patas, pero tras los primeros metros, me puse de pie y volví a echar a correr.

Madre mía que adrenalina. Escuchaba los pasos de Niall detrás de mí, aunque en una vez los perdí.
Sé que no estaba bien que una señorita dijese esto, pero lo que estábamos haciendo Niall y yo me ponía burra como una moto.

Me apoyé en la pared de la sala en la que estaba, que parecía ser como una especie de sala de estar. Me quedé super callada y respirando muy flojito, para que no se me oyese nada.
En un momento en el que toda la casa estaba en silencio, asomé mi cabeza por el marco de la puerta que había, para ver si veía a Niall.
Vaya, pues no. No le veía por ninguna parte. 
¿Dónde narices se había metido?

- ¡Te pillé! - oí mientras alguien cogía en volandas y daba vueltas conmigo encima.

Niall. Reconocería su voz en cualquier sitio. Sus manos. Su aroma. Todo.
Bueno, también sabía que era él porque era la única persona que estaba en esa casa aparte de mí.

- Seguro que has hecho trampas. - dije.
- Ya, como tú en el Monopoly. - solté una gran carcajada.

En un intento de desprenderme de los brazos de Niall para estar a la misma altura, no sé que hice con los pies, pero le di en la rodilla haciendo que perdiese el equilibrio y por lo tanto nos cayesemos al suelo. Pero no como en las películas que queda bonito y todo, con la chica encima del chico. No. Sino que él estaba encima mío aplastándome.

- Arrrrr.... - me quejé. Se rió por la cara que puse.
- ¿Qué pasa Gollum - sonreí - acaso te estoy aplastando?
- Niall, si quieres seguir con novia viva, te aconsejo que me dejes respirar... - volvió a reírse, y después (por fin) se incorporó quedando sentado sobre sus talones. 

Después me tendió una mano y me sentó encima suyo.
- ¿Ahora mejor?
- No sabes cuanto. - levantó su mano hacia mi cara y me apartó el flequillo de la cara.
- Eres preciosa, ¿sabes? - sonreí como una tonta enamorada, que es lo que era.

Me sujetó de la nuca, con su otra mano en mi cintura y me acercó a él poco a poco, para que lo que antes eran palabras, se convirtiesen en un beso. 
Estaba segura de que los besos de Niall eran como droga para mí. Era adictivo, no podía parar. Porque no es solo que fuesen de él, sino que los daba con ganas, como si le fuese la vida en ello. 
Mis manos, que descansaban en su cuello, se deslizaron suavemente hacia el cuello de su camisa, y fueron bajando poco a poco desabrochando cada botón que encontraban a su paso, hasta dejar a Niall desnudo de cintura para arriba.
Él no se quedó corto e hizo lo mismo conmigo. Apartó sus manos de mi cintura y las movió suavemente debajo de mi camiseta, a la vez que tiraba de ella hacia arriba, llegando hasta el límite y sacándomela por la cabeza.
Devolvió sus manos al punto de partida, mi cintura, y empujando lentamente mi cuerpo hacia atrás, fue tumbándome sobre el suelo de madera para después colocarse él encima mío.
Abandonó sus labios de los míos y bajó hasta mi cuello, donde se entretuvo con tiernos besos y algún que otro pícaro mordisco.
Después se separó y me miró divertido.

- Menos mal que no tenemos vecinos, porque no soportarían todo el ruido que vamos a hacer esta noche - dijo provocando que me ruborizase mientras volvía a besarme.






*NARRA MEGAN EN OTRO SITIO DEL MUNDO A OTRA HORA*


Había llegado a Londres esta mañana y ahora me encontraba en mi habitación eligiendo lo que me iba a poner para mi fiesta de fin de año, a la que me había invitado Jake.
Que majo. Sabía que yo iba a estar sola esta noche y me invitaba para animarme.

Revolví mi armario en busca de algo que ponerme. A ver, tenía que ir con algo elegante, para causar buena impresión, pero no demasiado provocativo, porque no era plan y además lo provocativo para Harry.

Me acabé decantando por una falda negra de gasa que era de altura irregular, más corta por delante que por detrás; y una blusa de tirantes con un fruncido en el escote de color blanco. El pelo me lo dejé suelto, que ese día mis rizos habían decidido comportarse a su manera; y acompañé el modelito con unos tacones de plataforma plateados.
Iba bastante guapa, tenía que admitirlo.

A las diez oí como alguien me decía mi nombre. Me asomé a la ventana para ver quien había sido, y vi a Jake en la ventana de enfrente, trajeado y con corbata, que sonrió al verme.

- ¿Lista para marchar, Megan a secas? - me dijo provocando que sonriese.
- Lista listísima.

Volví de nuevo al cuarto, cogí el abrigo y el bolso y salí de la residencia a la calle, donde ya estaba esperándome Jake al lado de un coche negro.




*NARRA HARRY*

Tenía que encontrarla. Tenía que ir a donde estaba e impedir que pasase lo que pasase con el tío ese.
Después de lo que me dijo en la casa rural, quedaron confirmadas mis expectativas de que Jake no era de fiar, por lo que para evitar quedarme sin novia, tenía que dar con ella.

Sé que no le parecería bien que me entrometiese y apareciese de repente por unos simples celos, pero sé de sobra lo que se hace en Noche Vieja.
Se bebe, se baila, hay magreo vario, más bebidas y luego el beso de media noche.
No. No podía permitir que Jake besase a Megan.
Megan era mía.
Mi novia.
Y así seguiría siendo.

A ver, tenía que recordar el nombre de la discoteca.
Tenía la palabra Grito, y era nueva. Sí, de eso me acordaba.
La busqué en el móvil para dar con la dirección, y gracias a Dios así fue.
Mierda, estaba lejos. A unos veinticinco minutos como mínimo, y eran ya las once y media.
O apretaba el acelerador rápido o un tío que me caía de pena iba a besar a Megan.




*NARRA MEGAN*

Llevábamos un buen rato bailando, conociendo a gente, pasándolo bien. 
A diferencia de Jake, no bebí en ningún momento de la noche, pues no me apetecía demasiados desmadres por mi parte, que cuando empezaba, no acababa.

Me encontrbaa en la pista de baile moviéndome y saltando con Jake al lado al son de la música de Swedish House Mafia, cuando esta se vio interrumpida por el DJ que gritó:

- ¡SOLO UN MINUTO PARA MEDIA NOCHE!

Vaya, ¿ya eran las once cincuenta y nueve de la noche?
Joder, sí que se me había pasado rápido el tiempo.




*NARRA HARRY*

Por fin había llegado. Lo que me había costado aparcar.
Menos mal que entré rápidamente en la discoteca, pues lo de ser famoso tenía sus privilegios.
Pero cuando entré, unas palabras me descolocaron.

- ¡SOLO UN MINUTO PARA MEDIA NOCHE!

Mierda. No iba a llegar. No iba a llegar.
Y encima la discoteca estaba abarrotada de gente.
Mierda, mierda, mierda.



*NARRA MEGAN*

 Vi cómo todas la gente se iba juntando por parejas, dispuestos a darse el beso de medianoche.

- Megan, esto va a ser raro - me dijo Jake - pero por descarte creo que vas a tener el honor de darme el beso de Año Nuevo, dicen que da mala suerte si rompes la tradición - Vaya, nunca había pensado en eso. En el beso de Medianoche. Joder, ¿y ahora qué hacía?




*AHORA ESTO VA A SER UN POCO LIOSO POR LO QUE LAS PARTES DE HARRY VAN A SER EN VERDE, Y LAS DE MEGAN EN NARANJA*



Cincuenta segundos para Medianoche...

¿Qué hacía? ¿Le besaba a él o no? ¿Y Harry?



Me cago en la leche cuanta gente. Así no la iba a encontrar nunca.





Cuarenta segundos para Medianoche...

Venga Megan, él no se enteraría de nada. No creo que pase nada por un simple pico.

- Vale Jake, pero el honor, en cualquier caso, lo tendrás tú de besarme a mí - le dije mientras él me respondía con una sonrisa.



Fui apartando a la gente a codazos. Me daba igual si a uno le hacía daño o a otro le metía el codo por la boca. Ahora había algo más importante en juego.




Veinte segundos para Medianoche...

Jake y yo nos mirábamos un poco ruborizados. ¿Estaba segura de lo que iba a hacer?
¿Y si esto estropeaba nuestra amistad?
¿Y si estropeaba mi relación con Harry?



Rubias, morenas castañas, pelos lisos, rizados... Pero ninguna era Megan.
Espera.
¿Pelo negro azabache muy largo con bastantes rizos?
¿Piel morena del color caramelo?




Diez segundos para Medianoche...


La gente empezaba a hacer la cuenta atrás. Doce... Once.. Diez... Nueve...
Jake y yo nos íbamos acercando cada vez un poco más. A él se le veía seguro, pero yo estaba un poco confundida.
Venga, solo un beso. No haría daño. Un segundo de labios juntos, nada más, ni saliva ni lengua y después me apartaría.
Vale, eso es lo que iba a hacer.


No estaba muy lejos, pero me costaría llegar hasta ella. 
Grité su nombre. Nada.
Lo volví a gritar mas fuerte. El mismo resultado.
Muchísima gente vociferaba a grito pelado los segundos que quedaban para medianoche, normal que no se me oyese.
Mierda, estaba muy cerca de Jake, iban a besarse, seguramente porque el Jake ese era un liante y la habría drogado o algo así.
Volví a intentarlo una vez más, usando toda la rabia de mi interior.
¡MEGAN!



Cinco segundos para Medianoche...

--------------------------------------------

Pues aquíí estooooooy!
Primero os quiero decir que ayer conseguí lo que pretendia! que era hacer llorar con el capitulo, y todo el mundo que me ha hablado del capítulo ha dicho que ha llorado, asi que de putis.
Gracias por leer y sentir la historia tan profundamentee:)
bueno, también quiero decir que el sábado me gustaría hacer una twitcam, que nunca he hecho una y me hace ilu. La hora no está confirmada aún, pero yo quiero saber si os molaría verla.
Por cierto, hoy no hay pregunta, podéis descansar ajajajajaj
Besoootes y recordad
mi twittah : @lidialechuga41
mi ask : ask.fm/Lidius1D

Y ahora las fotos de mini Nialler:)