Capítulo 27

- ¡Dios Lidia, estás empapada! - dijo al verme.
- Niall, tenemos que hablar. - contesté haciendo caso omiso de lo que decía.
- Primero te cambias y luego ya hablamos.
- Pero Niall...
- Lidia, haz lo que te he dicho. Vas a ponerte enferma. - dijo con la semblante seria.

Yo obedecí y me dejé guiar por él. Me cogió de la mano y me llevó hasta su cuarto, donde hurgó en su armario y sacó un pantalón negro de pijama y una camiseta verde que ponía 'Free Hugs'.
Me dio la ropa y salió de la habitación, dejándome a mí dentro para que me pudiese cambiar con total libertad.
Así hice y me sequé el pelo con una toalla.
Abrí la puerta y me lo encontré cara a cara, mirándome con esos grandes ojos azules.

- Parece que la ropa te queda mejor a ti que a mi - dijo riendo.
- ¿Por qué no contestaste a mis llamadas? - le solté saliendo totalmente de contexto. Se quedó en silencio un minuto.
- Estaba enfadado, o deprimido, o asustado, o no sé. Pero contento no estaba, eso está claro. ¿Y tú por qué has faltado a clase?
- ¿Cómo lo sabes?
- Megan nos llamó a todos preguntándonos donde estabas. Y ahora respóndeme, por favor.
- No tenía ganas de ir.

Nos quedamos callados un rato. ¿Qué se supone que debíamos hacer en ese momento? 

- Dios Niall, lo siento. - dije finalmente - No pasó nada, en serio, pero no debí haberme enfadado contigo. Yo me habría puesto igual.
- Perdóname a mí por no confiar en ti. Es que...
- Sí, ya me contó Zayn lo de aquella chica.
- Oye, Zayn te cuenta demasiadas cosas... - dijo entrecerrando los ojos.
- Bueno, según me han dicho tu les cuentas todo. Y remarco TODO.- dije con una sonrisa torcida. - Así que estamos en paz.
- Pero ahora en serio, Lidia, - me encantaba cuando decía mi nombre serio - esta no será la primera vez que la prensa empiece a decir cosas inventadas. Sacarán historias de donde no las hay, y así sucesivamente.
- Es un riesgo que hay que asumir. - sonrió mordiéndose el labio.
- Uf, ya no aguanto más. 

En un abrir y cerrar de ojos su boca se juntó con la mía, de la misma perfecta forma que siempre.
Que estúpido sonaba lo de no haberle visto en un día pero echar de menos sus besos como si hubiesen pasado años.
Nos separamos y nos miramos, sonriendo.

- Ya, demasiado tiempo sin besarnos. - dije.
- Uy, ¿quién es ahora la cursi, la ñoña, etc? - añadió riendo.
- Cállate, anda.

Se volvió a acercar a mí y me volvió a besar, no como antes, esta vez con más pasión, más profundos, y ya que estamos también más salvajes. De estos que te ponían feliz el alma.

- Te quiero, machorra. - dijo a escasos centímetros de mi boca.
- Y yo a ti, nenaza, mucho.



*NARRA MEGAN*

Estaba yendo hacia casa de Niall. Teníamos pensado pasar ahí todos la tarde y cenar. Parece ser que ya todo el embrollo que tenía con Lidia se había pasado. Gracias a Dios, porque si eso se llega a alargar, no querría estar presente si Lidia se cabrea demasiado. 
Da miedo.
Llamé al timbre y me abrió Zayn.

- ¡Ey Power Ranger! - dije abrazándole - Ya me he enterado de lo de Perrie. ¿Qué tal lo llevas?
- Pues la verdad es que mejor de lo que pensaba. 
- Me alegro. - sonreí.

Pasé al salón y vi a que ya estaban ahí Liam con Bibi sentada encima suyo, mientras reía porque el chico la estaba haciendo cosquillas. Niall y Lidia estaban en un sofá cariñosos, dándose besos y muestras de amor. Sí, definitivamente lo habían arreglado. De la cocina se oían gritos de Louis, como no, y de Eleanor riéndose. Al parecer, por lo que pude escuchar, Eleanor se había comido una zanahoria que había sacado Louis para él.
¿Pero por qué ese chico tenía tal extraña obsesión con las zanahorias? 
Vaya panorama.

- ¿Y mi novio? - preguntó Louis al verme apareciendo por la derecha.
- Pues no lo sé, creía que ya estaba aquí. - respondí.
- ¡Ey, que yo soy tu novia! - dijo Eleanor saltando sobre la espalda de Louis y subiéndose a caballito a él.
- Lo siento, Els, pero te voy a dejar por Harry.
- Ya, claro, siempre dices lo mismo. - le dio un beso en la mejilla, se bajo de él y le arrastró hasta la cocina de nuevo tirándole de... ¿Los calzoncillos? Sí, 

definitivamente estaban hechos el uno para el otro.




*NARRA ZAYN*

Y allí estaba ella, tan preciosa como siempre, con esa sonrisa que no borraba nunca de la cara.
Ya había llegado Harry a casa de Niall, y estábamos todos sentados por el salón.
Yo no hacía más que mirarla, y observar como se daba besos con su novio y este la abrazaba.
Joder, yo quería eso. Quería ser feliz junto a ella. Pero no podía. Él era mi amigo, uno de mis mejores amigos, y ella... Bueno, ella no me quería, o al menos no como le quería a él.
Me cago en la leche. ¿Por qué tenía que ser tan difícil todo?
Dios, vaya desesperación la que llevaba encima.

Megan me distrajo de mis pensamientos.

- Zayn, cielo, que no te enteras. ¿Matanza de Texas o Pesadilla en Elm Street? - me dijo.
- Definitivamente Matanza de Texas. No aguanto a Freddie Krueger.

Bueno, al menos una película de miedo me mantendría alejado de mis pensamientos sobre ella durante un rato.





*VUELVE A NARRAR MEGAN*

- Bueno, alguien tendrá que preparar la cena - sugirió Niall.
- Siempre pensando en comida...- le complementó Lidia.
- Pues tú no te quedas corta. - respondió el rubio.

Y así empezó una entrañable discusión sobre quién preparaba la cena.
Al final, cómo no, nos tocó a Harry y a mi. Bueno, me tocó a mi, pero Harry dijo que no se fiaba de lo que iba a cocinar, que a lo mejor ponía cloroformo en la comida o algo así.
Que majo es mi novio.
Digo Harry.

Fuimos a la cocina y ahí empezamos a mirar qué podíamos preparar.

- Harry, admítelo. Tu me has acompañado aquí porque querías meterme mano mientras cocinaba - dije riéndome.
- Claro, revolcón entre los tomates y los filetes de ternera.
- Em no, eso ya sobra. 
- Que cruel que eres conmigo ¿eh?
- Ya claro, tendrás alguna queja mía... 

Me di la vuelta cruzándome de brazos haciendo que me enfadaba, aunque lo que me apetecía en ese momento era reírme de él.
Me cogió del brazo y me dio la vuelta, poniéndome en frente suyo, y se fue acercando lentamente, a punto de besarnos, hasta que se separó rápidamente, cuando yo me iba a juntar.

- ¿Hacemos pasta? - le fulminé con la mirada y asentí, aunque después le robé un beso como venganza.

Estuvimos cocinando, entre risas, besos y de todo. él me contaba anécdotas de su vida, como que una vez sin querer se tragó un gusano, sí, asqueroso, o historias sobre locuras que hacían las fans como tatuarse sus caras, etc.
Todo era muy entretenido, me encantaba estar con él, siempre me hacía reír, y ese momento era uno de estos perfectos. Hasta que el gran cabeza-escarola se le ocurrió la genial idea de coger el paquete de harina y rociarme todo el pelo con él.

- ¿¡Pero qué narices haces!?
- Es que te veía tan limpia que no me pude resistir - me dijo riéndose.

Le quité el paquete de harina rápidamente y se lo vacié en su cabeza.

- Uy, te arrepentirás de haber hecho eso. - entrecerró los ojos - No sabes lo mal que se quita la harina de estos rizos.
- ¿Y de los míos qué, majestad?
- Pues mira, ahora que lo pienso, yo estoy mucho más harinado que tú. - cogió otro paquete de harina de la despensa. - Así que habrá que equilibrar.

Sin darme cuenta, ya estaba manchada de nuevo de harina, pero esta vez en toda la cara. Dios, le iba a matar.
Fui a por otro paquete, pero no quedaban. Había levadura y pimentón, y para no ser muy cruel cogí la de levadura.
Empecé a lanzarle puñados de aquel polvo a todas partes del cuerpo. Él igual con la harina.
Estábamos poniendo perdida la cocina, madre mía  Menos mal que en un momento conseguí quitar la pasta del fuego, que si no se quema.
Cuando se nos acabaron los paquetes nos miramos y nos empezamos a reír. Estábamos llenos de harina, desde la punta de los pies hasta el pelo más alto de la cabeza.

- Te odio Styles - dije sacudiéndome la camiseta.
- Ya claro, y voy yo y me lo creo... - sacudió su pelo, provocando que una lluvia de levadura/harina de desparramase por la cocina - Venga, dilo.
- ¿El que?
- Ya sabes, 'Harry, Hazza, Harold, Styles, ChicoSexy, te quiero'. 
- Uy, que poco me conoces. Yo no le regalo esas palabras a cualquiera tan fácilmente.
- ¿ Así que soy un cualquiera?
- Puede. Está en tus manos el serlo o no.
- Bueno, y mientras tú no me dices esas dos palabras, ¿te importa si me voy por ahí con alguna rubia de bote que me lo diga al segundo? - le fulminé con la mirada y él se rió.
- Uy sí, tu hazlo que te cruzo la cara.
- ¿He notado celos o es impresión mía?
- Cállate, sucio. - dije en plan para que sonase con desprecio.

Cogí la pasta, a la que la había echado tomate, y que la habia puesto en un recipiente de cristal y la llevé al salón con Harry.

- Por Dios Harry, ¿es que no puedes estar ni un día sin polvos? - dijo Louis al vernos haciendo que todos nos riéramos y que Eleanor le diera un golpe en el brazo.
- Que soez que eres Lou. Lo que debe aguantar la pobre Eleanor...
- Lucha de harina ¿no? - dijo Liam y luego mirando a Bibi que hizo que esta se riera. A saber por qué.
- Harina y levadura concretamente. Por cierto Niall, lo siento, pero me da que ya no te queda ninguna de las dos - dije - Y ya está la cena, así que id sirviéndola y empezad a ver la peli que yo si puedo me gustaría ducharme.
- En el piso de arriba a la derecha - dijeron Niall y Lidia al unísono, provocando sus risas.
- Gracias - respondí.
- Espera, que yo también tengo que lavarme.
- Si, ya. Ahí va a haber de todo menos ducha, créeme - dijo Louis acompañado de un movimiento pélvico. Madre mía, a ver si Ele cubría sus necesidades y le calmaba un poco.

Le propiné un cojinazo en toda la cara y fui hacia las escaleras con Harry en los talones.
Fui a entrar en el baño pero al cerrar la puerta la mano de este me paró.

- Nos ducharemos juntos, ¿no? Ya sabes, para ahorrar tiempo - me dijo con una sonrisa picarona.
- Ay Harold, que inocente. Me da que hoy no. Tómatelo como un castigo por haber empezado la guerra de comida.

Aparté su mano y cerré finalmente la puerta, poniendo el pestillo porque a saber lo que se le podía pasar por la cabeza a este.
Me apoyé en la puerta y me empecé a reír. 
Después me desnudé y me metí en la ducha.