18.1.13

Capítulo 24


*NARRA LIDIA*

- Buenos días koala. - me encantaba despertarme viendo esa gran sonrisa suya que siempre tenía.
- Buenos días - dije revolcando mi cara por la almohada.- ¿Qué hora es?
- Las diez de la mañana.
- ¡Las diez! ¡Pero si es domingo!
- ¿Y qué?
- Los españoles, en domingo, nos quedamos hasta las doce en la cama. Por antonomasia, el domingo es el día de no hacer nada.
- Pero esto es Londres.
- ¿Y no nos podríamos quedar un rato más en la cama? Por favor.
- Venga, vale. ¿Y qué quieres hacer aquí?
- Mmm no sé... Voy a averiguar cosas sobre ti.
- Vale, tu pregunta.
- Mmm... ¿Primera brecha? Que recuerdes, claro está.
- En la cabeza, a los cinco años creo. Mi hermano Greg me tiró un coche de juguete a la cabeza. - me empecé a reír - No te rías, que me dieron ocho puntos. ¿Y tú?
- Pues, si te digo la verdad brechas con puntos nunca he tenido, pero de las normales, pues.... Creo que fue en el labio. Mira - le mostré una marca que tenía ahí.
- ¿Qué te pasó?
- Estaba mirando por la ventana, y no se cómo, pero se me cayó la cabeza y me di con el borde de metal de estos marcos que tienen las ventanas. -empezó a reírse.
- ¿Y luego eres tú la que se ríe de mí?
- Calla pequeño irlandés.
- ¡Pero si soy dos años mayor que tú!
- Excusas. 
- Da igual, sigue preguntando.
- A ver, ¿película favorita de pequeño?
- Definitivamente era 'En busca del valle encantado', la de los dinosaurios - asentí.
- La mía era 'El libro de la selva'. Amaba a Balú, era mi favorito.
- A mi no me gustaba esa película, la serpiente me daba miedo.
- Pero porque eres una nenaza.
- ¿Llegará el día en el que dejarás de decirme nenaza, miedica o cosas así?
- Depende.
- ¿De qué?
- De que me demuestres que eres más valiente que yo.
- Eso es fácil.
- Pues venga, empieza.
- Es que ahora no sé que hacer, pero ya pillaré el momento...

Nos vimos interrumpidos por mi móvil. Estaba sonado la canción de 'Save you tonight' y Niall empezó a cantar.

- Calle, que voy a hablar. 

Él aún así seguía por lo que le arreé un almohadazo en toda la cara para que se callase, y dio resultado. Contesté la llamada.

- ¿Sí? - dije en inglés.
- Hija, nos tienes abandonados - contestó una mujer en español al otro lado de la linea.
- ¡Mamá! Es que he estado muy liada estos días - empecé a hablar en la misma lengua. 
- Ya veo hija, que me lo han contado. Me he tenido que enterar por tu hermana antes que por ti. 
- Lo siento, es que todo ha sido muy rápido. - Niall no entendía casi nada de lo que decía.
- Pero bueno, cuéntame que se siente cumpliendo tú sueño.
- Pues genial, nunca pensé que llegaría a pasar. Oye, ¿está papá por ahí?
- Qué rápido te quieres librar de mí... Pero no, no está. Ha ido a hacer la compra y yo pues me he metido en twitter... ¡Que ya tengo twitter por cierto, soy una madre moderna!
- Si super moderna...
- Bueno, y que de repente empiezo a ver algunos comentarios haciendo referencia a ti y a tu chico ese...
- Niall.
- Sí, Naill.
- No, mamá, Niall.... 
- Eso, y bueno, vi los comentarios y pensé: 'Voy a llamar a mi hija que hace mucho que no hablo con ella'
- ¿Y qué te parece?
- ¿Qué que me parece? ¡Pues que mi hija es famosa! Y que has tenido mucha suerte...
- Ya, bueno... - De repente Niall me quitó el móvil - ¡Ey Niall! Devuélvemelo.
- Quiero hablar con tu madre - dijo poniéndose el teléfono en la oreja.
- ¡No, Niall, para! - pero ya era demasiado tarde.
- Hola - dijo en un español perfecto. Yo no oía lo que decía mi madre - Soy Niall Horan - silencio - Sí, su novio. - silencio - Tranquila, yo la quiero mucho - Niall me sonrió. Silencio - Espero verte algún día - silencio - La cuidaré, no se preocupe. - silencio - Vale, Carmen. Un placer. Adiós - silencio - Igualmente. - me dio el móvil - muy maja tu madre, por cierto
- Calla bicho- volví a acercarme el móvil - Hola de nuevo mamá.
- Lidia, ¿has pasado la noche con él?
- Eh no, solo que me había ido pronto a su casa para estar con él - mentí.
- Vale, mucho mejor.
- ¿A qué es majo?
- Sí, muy majo, pero que te respete ¿eh?
- Claro mamá, ya tengo diecisiete años.
- Si, si si.
- Bueno mamá, que tengo que colgar. Prometo llamarte más a menudo.
- Eso espero Lidia. Que disfrutes. Te quiero.
- Te quiero.

Colgué. Puse el móvil sobre la mesa y me senté en la cama.

- ¿Cómo es que hablas tan bien español? - le dije a Niall- A ver, sabía que sabías algunas cosas, pero casi no se nota tu acento.
- Secretos míos.
- Que algún día me contarás, ¿no?
- Mmm yo creo que no.
- Te odio.
- ¿Quieres que te vuelva a llevar a la ducha o a tirar en la piscina?
- No, gracias, basta de agua.
- Está bien. ¿Qué quieres hacer hoy? - me preguntó.
- Mmm no sé. Lo que quieras.
- Elige tú, lo que te apetezca.
- Jope, me pones en un aprieto. - me quedé pensando y de repente se me pasó una idea por la cabeza. Pero rápidamente la despejé.
- ¿Qué? ¿Qué has pensado?
- No, nada, gilipolleces.
- Me gustan las gilipolleces.
- ¿Estás diciendo que yo soy una gilipollez?
- Nunca he dicho eso. Pero quizás....- le di otra vez con la almohada y él se empezó a reír - No, venga, dime qué era.
- Es que no sé si vas a querer.
- ¿Y por qué no?
- Pues no sé.
- Venga, dímelo.
- Pues era que si íbamos al parque de atracciones.
- ¡Me encantan los parque se atracciones! ¿Por qué has pensado que no iba a querer?
- Por si te daba miedo o algo así.
- Ya estamos de nuevo - me fulminó con la mirada, pero luego volvió a sonreír. - ¿Solos o con los demás?
- Pues me da igual, pero a lo mejor a los demás les hace ilusión venir.
- Vale, voy a hacer unas llamadas. Tú mientras ve a desayunar algo, que tienes que comer.
- Qué irónico suena eso - me levanté mientras él se quedaba en la habitación llamando a los demás.

Fui hacia la cocina y allí me preparé un gran bol con Colacao y cereales. Estaba comiendo cuando vino Niall y con una cuchara me robó un puñado de cereales.

- ¡Ey! Odio que me quiten la comida... - dje.
- Ya somos dos.
- ¿Entonces por qué me coges?
- Tenía hambre... - le miré con los ojos entrecerrados.
- Bueno, ¿qué han dicho los demás? 
- Pues Zayn no puede, Liam y Bibi están en no sé donde...
- Bien que te enteras de las cosas ¿eh? - dije sonriendo.
- Haré como si no hubieses dicho nada. Y los demás pueden.
- Vamos, una cita de parejitas. 
- Exactamente. 
- ¿Y a qué hora hemos quedado allí?
- En media hora. 
- ¿¡En media hora!? ¡Pero si tengo que ir a la residencia a ducharme y todo!
- Ya está todo controlado. He llamado a Paul que viene en dos minutos. Te duchas super rápido, te vistes y quedamos a... - miró su reloj - Las diez y treinta y cinco enfrente de tu residencia. Y de ahí Paul nos lleva al parque.
- Pobre Paul, le explotáis.
- ¡Que va! Si nos quiere mucho.
- Ya ya...

En cuanto vino Paul, salimos rápido de la casa y fuimos al coche. Nos llevó en unos tres minutos a la residencia, dónde subí hasta mi cuarto en un abrir y cerrar de ojos, me duché lo más deprisa que pude, y me vestí con un pantalón negro y un jersey gris.
Cogí todo lo que necesitaba y bajé de nuevo.

- Diez y... Treinta y tres - me dijo Niall cuando subí al gran coche negro.
- Todo un récord - dije entre largas inspiraciones, ya que me había agotado mucho al ir tan rápido.

Él se me acercó y me dio un suave beso en los labios, que me devolvió el aire que me faltaba.

- Ey, ¿quién lleva la comida? - pregunté al separarnos.
- Harry.
- Uf, menos mal. Me fío de sus artes culinarias.





Llegamos diez minutos tarde a la puerta del parque de atracciones más famoso de ahí, pero a pesar de nuestro retraso, éramos los primeros en llegar.
Estuvimos unos quince minutos sentados en un banco al lado de la puerta principal, mientras Niall hablaba con alguna que otra fan que se le acercaba, y yo solo sonreía, o hacía las fotos.
En breves aparecieron Megan y Eleanor con Harry y Louis detrás. Saludamos a todos y fuimos a pagar nuestra entrada.
Esta vez las chicas decidimos pagar todas las entradas, a pesar de que los chicos se negaban, pero acabaron accediendo ya que les decíamos que les debíamos una por todo lo de ayer.
Entramos y directamente nos fuimos hacia las montañas rusas.

- Dios, mirad esa - dije señalando a una negra que consistía en subir y subir y subir para luego bajar en picado.
- Yo quiero montar ahí - dijo Louis al ver lo que señalaba.
- Pues venga, empecemos - contestó Harry con una sonrisa.

Me senté con Niall en la atracción. Fue alucinante. Era como si cuando cayeses el corazón te pidiese salir de tu cuerpo. Era una sensación increíble.
Niall y yo antes de subir nos miramos y supimos que era lo que pensaba cada uno:
'El primero que grite pierde'
Pero la primera vez fue inevitable. Así que aprovechando que había poca gente, repetimos en la atracción como cinco veces más.
Yo me fijaba en Niall, en su reacción. Pero él solo cerraba los ojos muy fuerte y apretaba mucho los labios, para no gritar. Yo le cogía de la mano y se la apretaba mucho.
A la quinta vez, los demás dijeron que querían seguir viendo otras atracciones por lo que fuimos con ellos.
Nos montamos en veinte mil montañas rusas más, hasta que llegó la hora de comer. 
Entonces nos fuimos a un amplio césped y ahí nos instalamos los seis.
Empezamos a comer los bocatas que había preparado Harry.

- Hoy hace un bonito día para ser octubre - dijo Megan.
- Eso es porque tú lo iluminas - dijo Harry abrazándola por detrás.
- Oooohh - dijimos todos a coro. Quién diría que estos iban a ser tan cursis...
- Harold, me parece fatal que me hayas dejado por ella - dijo Louis con voz de niña haciendo que nos riésemos. Me encantaba ese bromance que tenían. Niall y yo nos descojonábamos vivos con ellos.
- Oye, yo no me enfadé cuando me dejaste plantado por Eleanor - contestó Harry sonriendo.
- Yo dejaría a Eleanor por ti - añadió Lou, de broma claro.
- ¡Ey! - esta le dio un golpe en el hombro.
- Obviamente no iba en serio - le dijo su novio haciéndola cosquillas y acabando por besarla.

Megan y Harry diciéndose ñoñadas, Louis y Ele de revolcón por el césped... Muy bonito.
Apoyada sobre Niall, levanté la cabeza y le miré. Él asintió.
Era increíble esa forma que teníamos de saber lo que pensaba cada uno. En serio, a veces era flipante.

- Ey parejitas - empezó diciendo Niall llamando la atención de los cuatro - Que nos vamos a dar un paseo.
- Sí, ya. Un paseo ... - dijo Louis.

Ignoramos su comentario y nos levantamos. Empezamos a andar, recorriendo el parque de arriba abajo,con las manos entrelazadas.
La mayor parte del tiempo la pasábamos callados, sin decir nada, pero era agradable. Era genial el encontrar una persona con la que no haya silencios incómodos.
Si no que cada uno aproveche la compañía del otro.

De repente pasamos por delante de lo que parecían ser unos agujeros en el suelo por el que salía agua disparada hacia arriba.
Niall y yo nos miramos.

- No, Niall, no. Agua no.

Pero cómo no, ya era demasiado tarde, pues Niall me había cogido como hacía siempre y me llevaba hacia la fuente.
Yo gritaba, me resistía, pataleaba, e incluso le mordí una vez en la espalda. Pero ni caso, él seguía haciendo lo que quería.
La gente nos miraba con cara de: 
'Que alguien les encierre por favor'
Y también había algunas niñas que hacían fotos con sus móviles.
Muy bien, esto para el twitter. Nada mejor que todo el mundo vea cómo Niall me llevaba hacia las fuentes.

- Niall, te juro que si me mojo un solo pelo, me cabreo muchísimo.
- ¿Te vas a enfadar conmigo? - dijo riéndose.
- Seguramente me será imposible, pero ni me pidas besos ni abrazos ni nada, que no tendrás.
- Pues entonces te mojo más.

Se paró justo antes de llegar.
Gracias a Dios no me iba a mojar.
Pero yo, que soy tan ingenua voy y me lo creo, porque a la milésima de segundo me baja y me empuja al centro de aquellas fuentes.

- ¿Pero eres tonto? - dije evitando los agujeros por los que salían agua en ese momento.
- ¿Yo? Que va - dijo riéndose.
- Pues él irlandés también va a mojarse. 

Le cogí de la  camiseta y tiré de él, llevándole al centro de aquellas fuentes. Nos pasamos un buen rato empujándonos y tirándonos al suelo para que el otro se mojase cada vez más.
Yo llenaba mis manos con agua y se lo echaba por el pelo, y él hacia lo mismo pero con su gorra, por lo que técnicamente, yo acabé mucho mas empapada que él.

- Eres un bicho, Niall James Horan. - dije mientras me acercaba a él y le daba un golpecito en el hombro.
- Pero me quieres - dijo poniéndose enfrente mío muy cerca.
- Por desgracia sí.

Me puse de puntillas y le agarré del cuello, para acortar las distancias. Y le besé, él me besó, nos besamos. De la forma que hacíamos siempre y que nos encantaba. Boca con boca, lengua con lengua.
El agua seguía subiendo bajo nosotros, pero era como si no estuviera. 
'¿Por qué casi siempre que nos besamos hay agua cerca?' pensé.
Pues no sé, pero le daba su morbillo al asunto eso de estar empapados.

Nos separamos lentamente y sonreímos.
Volví la cabeza y me fijé en nuestro alrededor. Sí antes había unas cuantas personas mirándonos y haciendo fotos, haría había el triple.

- Mmm Niall... Tenemos que irnos. - Él miró a donde yo estaba mirando y lo entendió.
- Sí, será lo mejor.

Salimos de ahí y decidimos ir a las sillas voladoras, para secarnos mientras girábamos.
De repente el móvil de Niall vibró.

- ¡Ey! Aún vive después de todo el agua - dijo mirándolo.
- Ya, el mío también - cogí mi teléfono - Es que mi BlackBerry resiste a todo ¿sabes? Algún día dominarán el mundo.
- Si, cuando los cerdos vuelen - me reí pensando en un cerdo volando. Jajaja sería muy gracioso - Ya todo el mundo sabe que estamos en el parque de atracciones.
- ¿Y eso?

Me enseñó una fotos de twitter. En una aparecía él cogiéndome antes de entras, en otra me vaciaba el agua de su gorra en la cabeza mientras yo cerraba los ojos, y la última, y la más bonita, aparecíamos él y yo besándonos en las fuentes.

- Me gusta la última, mucho.
- A mi también. Mira, otro día la imprimimos y la ponemos en un álbum  Y esa será la primera foto de un gran álbum de muchas fotos sobre nosotros y sobre nuestro tiempo juntos. Y así, cuando lo miremos dentro de un tiempo, nos acordaremos de todos los momentos y así no los olvidaremos.
- ¿Te he dicho que me encantas? 
- Exactamente treinta y cuatro veces.
- ¿En serio? - dije asombrada por su capacidad de recordar.
- Obviamente no, lo he dicho al azar. 
- Pues me lo había creído.
- Eres fácil de engañar.
- Ya, pero ni se te ocurra engañarme con otra. - se giró y se paró en frente mío.
- Lidia, tengo que decírtelo  - dijo serio. Respiró hondo, bajó la cabeza y luego la levantó con los ojos medio irritados - desde hace un tiempo estoy saliendo en secreto con otra chica... - me estaba vacilando ¿no? - Se llama... Se llama... Susan Boyle.
- ¡Dios! ¿Tú eres tonto? - él se empezó a reír.
- Pero Lidia, ¿cómo te iba a engañar yo?
- Pues no lo sé, de cualquier forma.
- Pues no lo haré.
- Te creo, te creo. Por cierto, ¿sabes que podrías ser actor? Casi me lo creo cuando parecía que llorabas.
- Yo es que soy un killer.
- Ya claro, no te lo creas tanto. Bueno, ¿subimos a las sillas?
- Claro. ¿Y luego a la casa del terror?
- No se puede - puse cara triste - Cuando pasamos por delante mientras tú me contabas lo de tu amada Susan - puse un tono especial al decir esto - pues me fijé y vi que estaba cerrado.
- Pues vaya caca.

Nos subimos a la atracción, y cuando nos bajamos ya estábamos casi secos. Vaya poderío el del viento.
Fuimos a reunirnos con los demás, que curiosamente seguían en el césped.

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