17.1.13

Capítulo 23


Era sábado 20 de octubre por la tarde. Los chicos nos habían dicho que nos pusiésemos elegantes para esta noche, y ahí estábamos, Megan, Bibi y yo en casa de Eleanor. Nos habíamos ido de compras aquel día, y habíamos elegido cada una un conjunto. Mi vestido era negro, sin mangas pero con una tela de encaje también negra que subía hasta el cuello con detalles dorados. La falda del vestido era una d estas que se llevan ahora desiguales, con la parte de delante corta y la de detrás larga. Pero lo que lucía era la espalda, que la llevaba casi toda descubierta. En los pies llevaba unos tacones altos dorados. Y en el pelo me hice un moño bastante elaborado con algunos cabellos sueltos. 
Bibi llevaba un vestido rosa palo que caía en cascada harta el suelo. Era de palabra de honor salvo en el hombro derecho, del que salía una tira ancha con piedrecitas plateadas que acababa uniéndose con el resto del vestido por la parte de detrás. Se había dejado el pelo suelto y llevaba unos tacones plateados.
Eleanor iba con un vestido ancho color naranja con un escote en pico un tanto pronunciado. Había adornado la prenda con un cinturón marrón trenzado fino que lo apretaba a la altura de la cintura. Es los pies llevaba unos tacones cerrados de plataforma marrones. Y el cabello lo llevaba recogido en una larga trenza de espiga.
Y Megan, que parecía que buscaba tema hoy, llevaba un vestido granate bastante apretado que resaltaba sus curvas y que hacía un contraste precioso con su oscuro pelo. No era suficiente de por sí que el vestido fuese apretado, sino que de este, por la parte de atrás, salía una capa de encaje del mismo color desde los hombros hasta media espalda. El pelo se lo dejó suelto, y en los pies puso unos tacones negros altísimos, de estos que la primera vez que los ves parecen de prostituta, pero que luego te los ponen y te quedan como el carajo.
Vamos, que si hoy Niall me dejaba y decidía encapricharse de Megan, lo hubiese entendido perfectamente.

- ¿Dónde creéis que nos llevarán? - pregunté mientras nos maquillábamos todas a la vez en el baño.
- Ni idea, Louis no me a querido decir nada. - dijo Ele.
- Me da pena Zayn, es el único que no va a ir con su pareja esta noche - añadió Megan.
- Perrie viene dentro de poco, ¿no? - dije.
- Sí, ya veréis que maja es, os caerá genial. - Nos comentó Eleanor.
- Yo estoy deseando conocerla - dijo Bibi alegremente. - ¿Sabes qué, Megan? Siempre tuve la pequeña sensación de que tú ibas a tener algo con Zayn en un futuro.
- Y yo - dijimos Eleanor y yo a coro.
- ¿En serio?- dijo Megan.
- Sí, pero luego fue verte con Harry y borrarse ese pensamiento.
- Pues primeramente me fijé en él - volvió a decir la morena.
- Pues yo desde siempre en Niall - dije - Bueno, no. Primero me fijé en Louis porque me llamaban la atención sus camisetas de rayas, pero fue ver a Niall y enamorarme - todas las demás hicieron un 'oooh' que provocó que me sonrojara.
- Yo me fijé en Harry, porque eramos amigos y tal, y luego me presentó a Louis. Y ya sabéis el resto de la historia... - nos comentó Eleanor.
- Yo también me fijé en Harry - dijo Bibi.
- ¿Y no os fastidia que justo la persona que no sabía de One Direction, que no le gustaba Harry y cosas así, haya acabado con él? - dijo Megan sonriendo y levantando las cejas para provocarlas.
- Qué va, yo ahora con Liam estoy mejor que nunca.
- Vamos, que ha habido tema... - dije dándola un golpecito en el codo.
- ¡No, no, no, no! - dijo sonrojada - Y además no os lo voy a decir en ningún caso.
- Eso es un: 'sí que ha habido y Liam es una bestia parda' - dijo Megan haciendo que las demás nos empezásemos a reír.
- ¿Pero acaso Eleanor nos cuenta lo que hace con Louis? Pues no. - dijo la francesa avergonzada.
- Todo surgió el día 9 de diciembre de 2011, - comenzó Ele - llevábamos casi tres semanas saliendo y él me llevó a un restaurante muy lujoso...
- ¡Eleanor! No sigas, por favor.
- Ey, que era broma. No os iba a contar lo que hago con Louis ni de broma, eso es íntimo. - nos dijo. - Pero tú no hablas mucho sobre el tema. ¿Qué pasa? ¿qué aún Niall y tú no habéis hecho nada?
- No, querida Eleanor, me mantengo pura. - reí.
- Lidia, ¿eres virgen? - me preguntó Megan extrañada.
- Sí. - dije sonrojada. Ellas pusieron cara de asombro. No sé a que venía eso, ni que tuviese cara de ninfómana.
- Yo la perdí con Liam... - dijo Brigitte dulcemente. Jope, me encantaba esa pareja, eran super monos.
- ¿En serio?- preguntamos todas.
- Si... - dijo más sonrojada aún. - Pero no quiero hablar del tema, que me pongo nerviosa.
- ¿Y tú, Megs? ¿Ya has practicado el coito? - dije intentando parecer super seria.
- Pues con Harry no.
- ¿Y piensas hacerlo pronto?
- ¿Para qué crees que me he puesto este vestido? - dijo señalándose el cuerpo.
- Vamos, que hoy vas a estar ocupada por la noche.
- Digamos que eso es lo que espero.

De repente el móvil de Eleanor sonó y fue a cogerlo. Volvió al baño en unos segundos.

- Que los chicos ya están aquí. Así que salimos rápido y nos llevan a ese sitio tan misterioso.

Salimos de su casa y nos encontramos con los chicos, trajeados todos ellos, esperándonos en el porche.
Al vernos se nos quedaron mirando boquiabiertos.

- ¿Queréis una foto? - dijo Megan cuando nos acercamos.
- Lidia, estás guapísima. - me susurró Niall antes de saludarle con un dulce beso.
- Tu estás... aceptable - le respondí riéndome.

Nos dividimos en dos coches. En unos, íbamos Eleanor, Louis, Zayn, Niall y yo. Y Louis era el que conducía. En el otro, que llevaba Harry, iban este, Megan, Bibi y Liam.

- ¿A dónde nos vais a llevar? - pregunté cuando ya llevábamos quince minutos de viaje.
- Es sorpresa. - me respondió Zayn.

¿A dónde iríamos? A saber... Con las ideas que tenían estos, podrían llevarnos a cualquier sitio remoto. Yo estaba impaciente. ¿Por qué nos habían dicho que nos vistiésemos así? ¿Sería muy elegante aquel sitio? ¿Nos comunicarían alguna noticia? ¿Algo como que se había adelantado su gira para dentro de una semana? No, eso no 

podía ser. Dios, ¿qué sería?
Tras otros quince minutos el coche paró. Por fin habíamos llegado. Me había pasado todo el viaje riéndome por culpa de Louis y por la risa contagiosa de Niall, pero ya tenía ganas de llegar.
Antes de bajar, Niall me tapó los ojos con un pañuelo para que no viese nada.

- ¿Esto es necesario? - le pregunté.
- Esto es vital para la sorpresa.

Me ayudó a bajar del coche y me guió unos pasos. Oí como le decía algo a los demás chicos. Supuse que Megan, o Bibi o Ele estarían en las mismas que yo. De repente Niall tiró de mi mano y me dijo que diera un gran paso, porque si no me podría caer. Eso hice y de repente el suelo se movió a mis pies, como si estuviese en una plataforma inestable. Pero molaba la sensación.
Pasó un minuto y noté las manos de Niall cerca de la cinta que me tapaba los ojos.

- ¿Preparadas? - dijo Harry.
- ¡Sí, sí, sí! - dijo Bibi eufórica haciendo que Liam se riese.

Niall empezó a quitarme la venda.
Me quedé asombrada al ver lo que tenía delante.
Las demás compartieron la sensación.
Estábamos en un gran barco blanco, con la superficie de madera de color marrón. Podíamos ver todo un gran lago que se abría ante nosotras, y en él, el reflejo de la luna que acababa de salir. El barco entero estaba adornado con decenas de pequeñas luces, y en el centro de la superficie, había una gran mesa con platos y sillas para cada uno de nosotros. Era precioso, seguro que les había llevado mucho tiempo montarlos. Y la verdad es que no entendía por qué tanta molestia, puesto que simplemente llevábamos una semana saliendo.

- No me creo que hayáis hecho todo esto - dije aún atónita. - Sois tontos. ¿Por qué tan... todo... uf... esto? - casi ni podía explicarlo.
- Bueno, teníamos que deciros una noticia y así ya aprovechábamos para pasar un rato aquí. - dijo Liam.
- ¿Qué noticia? - preguntó su pareja.
- Ya os la diremos.

Nos metimos todos en cubierta y descubrimos que dentro había como un gran salón con bastantes sofás y pufs para sentarnos.

- ¿Me he puesto un vestido super arreglado para acabar sentada en un puf? - dijo Megan.
- Hay que hacer sacrificios a veces. - dijo Zayn, que fue el primero en sentarse.

Todos los demás le imitamos y nos dispersamos por los asientos. Pasamos las últimas horas de la noche haciendo lo de siempre, es decir, pasando el rato juntos y divirtiéndonos, que era así como nos gustaba. Pero a mí una cosa me mantenía un poco alejada. ¿Cuál sería aquella noticia? ¿Había acertado con lo de la gira? ¿Y si era algo malo y esta era la forma de decirnos adiós? Si era eso juro que me rayaba, que entraba en depresión extrema. 
El tormento de aquellos pensamientos que me inquietaban me agobió por lo que decidí salir a tomar el aire.
Subí a la superficie y fue a la punta del barco.
Estábamos zarpando sobre el agua, pero nadie llevaba el timón.
'¿Quién controla esto?' pensé.
Puse mi mirada fija en el mar y todo empezó a aparecer en mi mente, desde el primer día que pisé Londres.
Era fascinante cómo mi vida había cambiado, desde ver a un chico similar a Niall, luego quedar en ridículo delante de él al caerme sobre unas latas de Cocacola, lo de Pablo mi exnovio, lo de la madre de Megan, el beso de Victor, la reacción de Amelia, cuando conoció a mi irlandés, cuando quedamos, las siluetas, luego con él y con Harry, la química que había entre Megan y él, cómo tonteábamos, cuando dormía en su casa deseando que lo que menos hiciésemos fuese dormir, cuando me llevó a su restaurante favorito y después lo del árbol, la discoteca en la que lo pasé peor que nunca pero luego me sentí calmada en los brazos de Niall, el día en el centro, cuando Bibi y Liam me dijeron que estaban juntos, la maratón de Destino Final en casa de Niall, el sueño que tuve que me pareció más real que nada, y ya por fin aquel día cuando me llevó a su sala privada, a la que solo pasabas si eras alguien muy importante para él, cuando me dio el disco y me cantó Little Things, canción que ahora no paró de escuchar, y cuando me cogió y me llevó a la ducha y me besó de la forma más deseada, cuando se lo dijimos a todos los demás, bueno, ellos lo descubrieron, y que Megan y Harry también estaban "juntos", el día del cine, el cómo 'Frankenweenie' se convirtió en nuestra película, los besos en aquel callejón que fueron de todo menos pasivos, y finalmente esto de hoy.
No pude evitar sonreír al pensar en todo esto.
Noté unos brazos que me rodeaban.

- En la peli de Titanic, en esta escena, salían Kate y Leo, no sólo Kate.
- Bueno, a lo mejor en algún extra aparecía Kate sola mientras esperaba a Leo - dije girándome y quedando en frente de Niall.
- ¿En qué pensabas? - me preguntó.
- En todo, en como me ha cambiado la vida en apenas un mes. En que nunca creí que podía llegar a este momento.
- Ya, hay cosas que no se planea.
- Niall - nos sentamos en el suelo del barco. - ¿Por qué te fijaste en mí?
- Por todo. - me dijo - Por que desde que te vi sentada en tú maleta me fijé en ti, y cuando te caíste sobre las Cocacolas... Y después que te sonrojaste y saliste corriendo... Que te diga Zayn, que a partir de entonces no dejé de hablar de "la misteriosa chica". Y luego te vi llorar en el banco pero te fuiste. Hasta que finalmente te encontré en la puerta de casa, triste, pero a pesar de todas tus lágrimas estabas preciosa con ese vestido negro - me puso un pelo del flequillo tras la oreja - Y desde ese momento me empezaste a volver loco con cada cosa que hacías. Cada detalle tuyo, como el mirarme y sonrojarte, la forma que tienes de agarrarte fuertemente la mano cuando estas nerviosa, la forma con la que andas con los pies hacia dentro, cuando los agujeros de tu nariz se ensanchan al reírte, esa motivación que le encuentras a todo, la manera en la que no le encuentras miedo a aquellas cosas a las que las demás tendrían miedo, la forma en la que te diriges a los demás, cuando tu voz cambia ligeramente y se vuelve más dulce cuando hablas con adultos, esa obsesión que tienes por la comida y por acompañar todas las frases con 'Dios' o 'muero de amor', ese tic que tienes de guiñar solo un ojo de vez en cuando, tu manía de andar de puntillas a veces y de empezar a hacer gilipolleces de repente, ese gusto raro por las cosas sangrientas y sádicas, y mucho más que aun me queda por descubrir. - me quedé callada. Me había dicho cosas demasiado bonitas como para responderle con un simple 'Gracias' - Todas esas cosas hacen que cada día me enamore más y más de ti. Yo no quiero una modelo perfecta, yo te quiero a ti, que eres la persona que complementa mi vida y le da esa chispa que a mi me falta. Y todo esto lo has conseguido tú en solo una semana de relación.

Dios, había conseguido llegarme al alma de verdad. Nadie me había dicho algo así nunca. Era demasiado bonito para ser cierto.
Me acerqué a él y le pasé una mano por que pelo, por ese pelazo rubio que a mi tanto me encantaba. Pegué mi cuerpo más a él, hasta que nuestras bocas se juntaron. Era mi forma de decirle gracias, y que le quería muchísimo. Y parece que él entendió el mensaje, pues me respondió devolviéndome el beso de una forma mil veces más pasional.

- ¡ Aquí están Liam! - dijo Megan apareciendo por las escaleras que llevaban al interior. Bonita forma de cortarnos el rollo, amiga mía. - Estaba preocupado por vosotros - nos dijo a la vez que volvía por donde había venido.

Miré a Niall, me dió un beso en la frente y me ayudó a levantarme. Fuimos hacia las escaleras de la mano, pero a la vez estaban subiendo los demás.

- ¡Hora de cenar! - gritó Louis levantando los brazos mientras salía corriendo y nos atropellaba a Niall y a mi.
- De verdad, yo no sé de donde han sacado a este niños - dijo Eleanor acercándose a Louis y diciéndole que se bajase de la barandilla del barco, que se iba a caer. Vaya loco, por dios.
- Vosotros sentaos que yo ahora os traigo la comida. - dijo Harry.
- Te acompaño - añadió Megan.
- Si te hace ilusión... - agregó Harry sonriéndola. 

Bajaron los dos a coger lo que habían traido de comida. Mientras los demás nos fuimos sentando en la mesa redonda en este orden: Bibi, Liam, Zayn, Louis, Eleanor, yo y Niall. Los sitios que faltaban era para la parejita que ahora estaba en la especie de cocina que tenía aquel barco.
Finalmente subieron Marry con toda la comida, que eran varias ensaladas y un gran pavo, o algún animal de estos que se asan pero que todos tienen el mismo aspecto. Yo me preguntaba que cuándo, dónde y cómo habían preparado todo eso.

- Bueno, ¿y la noticia? - pregunté cuando ya casi habíamos acabado de cenar.
- ¡Ah sí! - dijo Niall - Casi se nos olvida.
- Pues mira, esto es para vosotras, pero a Lidia le hará más ilusión - empezó diciendo Zayn. Yo estaba super impaciente. ¿Qué sería eso que me haría ilusión? - Pues mira, no sé si lo sabéis pero vamos a hacer unos viajes a distintas partes de Europa, unas dos semanas. Y el primer sitio por el que pasamos es España, justo en los días de Halloween, ya que además vamos a ir a un programa llamado el Hormiguero.
- ¡Amo ese programa! - dije yo exhausta.
- Ya, dicen que es genial. Bueno, y la cosa era que nos gustaría que vinieseis.

Comencé a gritar. Dios, no era posible que de tan poco tiempo que nos conocían hiciesen esto por nosotras. 

- ¡Dios, Dios, Dios! No es una broma, ¿no? - dije.
- Claro que no, - respondió Harry - y además, hablé con tu amiga Gabriela por twitter y le conté todo y me dijo que el día treinta estábamos invitados a una barbacoa en la casa, bueno ella dijo casoplón, de su novio Maxi. Que da la casualidad de que Zayn le conoce por un viaje que hizo a Alemania ya que su padre es el embajador o un rollo raro así. - me quedé atónita unos instantes. ¿De verdad me estaba pasando esto a mí?

A ver, recapitulemos, conozco a One Direction, salgo con Niall y no sólo eso, sino que nos invitan a un viaje a mi país, nos pagan el avión, y encima me montan un plan para ver a mis amigas. 
Cualquiera que lo oyese pensaría que es algo inventado.

- Millones de gracias chicos - dije dándole un beso en la mejilla y un abrazo a cada uno. - Buah, es que estoy flipando.



*NARRA MEGAN*

Cuando dijeron lo de España me quedé alucinada. Era todo un detallazo lo de que quisieran que fuéramos con ellos. Y luego lo de las amigas de Lidia... Fue una gran sorpresa para ella. Su cara de felicidad se veía a miles de leguas.
Cada una se lo agradecimos mucho, aunque Lidia la que más, y ayudamos a recoger la mesa.
Finalmente acabamos llegando al punto del lago del que habíamos partido horas atrás.
A saber cómo habíamos llegado de nuevo a allí.
'Joder con los barcos modernos' pensé. 
Bajamos y fuimos a por los coches, que seguían ahí. 
En el camino de vuelta estuve apoyada todo el rato en Harry mientras él me acariciaba el pelo. Íbamos cantando las típicas canciones que uno se sabe desde pequeño.
Después de media hora, llegamos a sus casas.

- Harry, quiero pasar esta noche contigo - le dije en plan indirecta.
- Vale, si quieres voy contigo a la residencia - me sorprendía la inteligencia de este niño.
- No, en tu casa. - él asintió y caminamos hacia la puerta de esta, no sin antes despedirnos de todos los demás.

Abrió la puerta y me guió con la mano, ya que estaba todo a oscuras. Pero mejor, más rollo sensual.
Harry fue a encender la luz pero yo ya no aguantaba más, estaba decidida de lo que quería hacer. Tiré la chaqueta y el bolso al suelo y me lancé sobre Harry, estampándolo salvajemente contra la pared. Empecé a besarle como nunca lo había echo. Más ardiente que nunca, besos cargados de lujuria y lascivia.
Harry bajó las manos a mi trasero y me levantó con un simple movimiento. Enrollé mis piernas en él y bajé mi boca a su cuello.
Él empezó a emitir unos suaves jadeos que, aunque suene muy bruto, me ponían cachondísima perdida.
Empezó a caminar conmigo en brazos, y llegamos a la habitación donde me bajé y comencé a quitarle la americana.
Pasé las manos por su impoluta camisa blanca y fui desabrochando cada botón, uno a uno, desde el principio hasta el final, hasta que se quedó sólo con los pantalones. 

Acaricié todo su torso, y fui subiendo desde este hasta la boca de Harry con pequeños besos. él, ferozmente, me doy la vuelta y me juntó a él. Pasó las manos por mi cuerpo buscando la cremallera de mi vestido, que estaba en un costado, hasta que la encontró y la bajó, dejándome en ropa interior. 
No era justo que no estuviésemos en igualdad de condiciones, por lo que rápidamente me deshice de su pantalón. Me fue empujando poco a poco hasta caer uno encima del otro sobre la cama. 
Paró de besarme y me miró como nunca lo había hecho.

- ¿Estás segura de que quieres hacer esto?
- Por favor Styles, ni que fuese la primera vez.

Él se quedó con cara de sorpresa y entonces cambié los papeles y fui yo la que se puso encima. Me desabroché el sujetador y me lancé de nuevo a besarle. Él aprovechó este momento para recuperar su sitio y ponerme a mí tumbada sobre las sábanas. Parece que a él le gusta lo de ser el macho alfa. 
Entonces seguimos el juego, hasta llegar a este sentimiento que hace tiempo que no recordaba, peor que echaba en falta. Ese sentimiento de fuerza, de pasión, de dos 
cuerpos en unos.
Una sensación que ojalá nunca se acabase, que perdurase por siempre. 
No era como las otras veces en las que el culpable de ese momento fuese Craig, que después me hacía sentir utilizada. No, esta vez era diferente. Esta vez era Harry el 
culpable. Era Harry el que me hacía feliz, el que me transmitía ese instante perfecto, que me transportaba a otra dimensión.
En momentos dudé de si era precipitado hacerlo con él, pero ahora que lo descubro, me doy cuenta de que no hubiese sido capaz de retrasar el acostarnos por mucho más 
tiempo.
Era algo que llevaba deseando desde la primera vez que le besé, y por fin lo había hecho, y era mucho mejor de lo que había imaginado.
Era Harry.
Sí, era él la persona que me hacía sentir única. Que me daba esa libertad que nunca tuve. Y justo ahora me daba cuenta.

Finalmente se desplomó al lado mío en la cama y me miró de esa forma que me volvía loca.

- Te quiero - me dijo provocando que me estremeciese.

No sabía que responderle. Bueno, sí que lo sabía, lo sabía perfectamente. Pero aún no quería decírselo, no me veía preparada.
Me acerqué a él y le di un corto beso en los labios.

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