12.1.13

Capítulo 18


- Buenos días koala.
- ¿Koala?
- Mira como me estás agarrando - se rió.

Efectivamente estaba agarrada a él como un koala. Técnicamente estaba tumbada encima de él, con mis piernas y mis brazos rodeándole.
Que vergüenza. Me desaté de él y me puse boca arriba en la cama.

- ¿Ya estás mejor? - me dijo mientras me evadía con sus ojos azules.
- Niall, por favor, llevo puesta ropa interior de chico. ¿Cómo quieres que esté?
- Mmm no sé, yo cuando me la pongo suelo estar normal.
- Anda que eres idiota. - dije arreándole con la almohada. Él se quedó con la boca abierta sin decir nada. Pero reaccionó, me envolvió con las sábanas y me cogió como un saco de patatas. 
- Niall, si no es mucha molestia, ¿ME PODRÍAS BAJAR DE UNA PUTA VEZ? - dije medio riéndome a la vez.
- Me da que no. ¿Acaso tienes miedo a las alturas?
- ¿Pero tú eres tonto? Yo no le tengo miedo a nada. - noté como andaba llevándome a algún lugar. - ¿A dónde me llevas mamón?
- Oye, tu eres muy mal hablada eh.
- Y por que no estoy hablando en español, que entonces esto ya pasaría a ser una discusión entre verduleros. Por cierto, ¿cuándo me vas a bajar? - él seguía andando conmigo envuelta en las sábanas al igual que una momia.
- Shhh Lidia, vas a estropear el momento.
- ¿Qué momento ni qué coj... 

No pude terminar la frase ya que noté que ya no estaba sobre el brazo de Niall. Ahora me encontraba flotando en no sé donde. Maldije a Niall en alto, por haberme tirado por ahí. Pero el momento me duró poco, pues en un segundo, estaba rodeada de agua.

'La piscina. Debí suponerlo. Me cago en el irlandés' pensé.
Me quité las sábanas de encima como pude y miré al rubio que se estaba riendo de mí en toda la cara.

- ¿De qué te ríes idiota?
- De ti.
- Buah tío, tu eres tonto. ¿Y si no hubiese podido quitarme las mantas y me hubiese ahogado y muerto?
- Pues ya ves tú que problema. Así ya no tendría a alguien que se come MI comida y que me roba MI cama.
- Te odio, ¿sabes?
- Sí,si. Oye, ¿Está buena el agua? - dijo mientras sonreía.

Resoplé y subí por las escalerillas. Genial, ahora el pantalón se me caía por el peso del agua. Ignoré a Niall y fui de nuevo hacia la casa. Entré y me escondí detrás de un sillón que estaba cerca de la puerta que daba al jardín.

- Lidia, ¿te has enfadado? - entró en la sala pero no me vio. Yo salté de repente sobre él empapándolo. - Joder, que puto susto me has dado.
- Y luego soy yo la mal hablada ¿no?
- Perdona, pero yo soy dos años y... - se paró a pensar - once días mayor que tú, además de mayor de edad, por lo que yo puedo hablar así y tú no.
- Dios, eres como mi madre.
- Pues seguro qué es una gran mujer.
- Obviamente, es mi madre.
- Cierto, cierto - rió. - ¿Tienes hambre?
- ¿En serio me has preguntado eso?
- Vale, que tontería. Claro que tienes hambre. Mmm, ¿que te apetece hacer hoy?
- ¿Pues sabes qué? Me encantaría ir de turismo por el centro de Londres. Ya fui con las chicas, pero como que no me enteré mucho.
- Pues perfecto. Vámonos.
- Niall, olvidas un detalle.
- ¿Cual?
- No tengo ropa y llevo ahora mismo prendas de tío empapadas.
- Buah, de eso no hay problema. Lou tiene ropa de Eleanor en su casa, y no creo que le importe dejártela  Le diremos que después de una noche loca yo destrocé toda tu ropa. Jajjajaja - estallamos en una carcajada.

Si él supiera.


*NARRA MEGAN*

Abro los ojos y lo primero que veo es una brazo agarrándome de la cintura. Me giró y veo una cantidad bastante notable de rizos castaños. Pasé suavemente la mano por ellos. Pero rápidamente la aparté.

'Dios Megan, ¿pero qué haces?' pensé.

De repente me di cuenta de que el chico estaba sin camiseta. Pero madre mía, ¿cuando se la quitó este sin que me diese cuenta?
Joder, me estoy ruborizando.

'A ver, Megan, es Harry Styles, un mujeriego que va de flor en flor con muchísimas fans guapísimas locas por él, sin olvidar las modelos que se ha llegado a tirar. Lo único que este chico te produciría serían problemas, y te haría pasarlo mal. Así que olvídate de lo que dice tu corazón, si es que llega a decir algo y fíate de tu cabeza.'

Me incorporé y le miré. Parecía tan adorable durmiendo. Con sus resoplidos cuando respiraba, y son esa manía de frotar la nariz contra la almohada. 
Dios, maldito subconsciente que me lía.

- Harry - le di unos toquecitos en el hombro.
- Mmm...
- Harry - dije un poco más alto. Lo único que hizo fue mover la cabeza hacia el otro lado. - ¡Harry! - grité al fin.
- ¿Qué, que pasa?
- Eh... ponte la camiseta y ahora hablamos. - Eso hizo, sin quitarle un ojo de encima, y se volvió a sentar en la cama. Me sonreía, y yo me sentía super mal.
- Vale, ¿de qué quieres hablar?
- Mira Harry, yo sé que ayer tuviste un detalle precioso conmigo, pero vamos a ser realistas: lo hiciste porque en ese momento te daba pena. Pero hoy es hoy y las cosas vuelven a la normalidad. - ya no sonreía. - Mira, me atraes, y mucho, porque cuando quieres eres un buenazo que se porta genial, pero siempre acaba pasando lo mismo. Y la cosa es que yo de amigos no aguanto, porque querré algo más contigo, pero si tengo algo más, pues como que no porque sé que me harás daño y que solo seré un rollo más que añadir a tu lista. Así que la única forma de que no lo pase mal es que nos seamos indiferentes el uno al otro. Cada uno respeta el espacio del otro y ya está. - por la cara que puso parecía enfadado.
- ¿Algo más que decir?
- No, eso es todo - contesté fríamente.
- Genial. - se levantó, cogió su chaqueta y fue hacia la puerta, pero se paró antes de salir - Solo una cosa, dices que esa es la única forma de que no lo pases mal, ¿pero y yo qué? ¿No has pensado que a mi eso me podría joder? ¿O que a lo mejor yo por ti siento algo?

No contesté. No quería contestar. No encontraba la respuesta.

- Tu silencio ya ha respondido por ti - se fue y cerró de un portazo.

Bueno, lo hecho estaba hecho. Aunque me sintiese fatal, ya no me tenía que preocupar de si sufriría o no.
O eso creía yo.


*NARRA BIBI*

- ¡Para!
- ¿Y si no quiero?
- Pues me enfadaré.
- Buah, ya ves tu que miedo. Cuidado que Brigitte se enfada.
- No me vaciles eh niño.
- Pues te vuelvo a hacer cosquillas.
- ¡No! ¡No! ¡No! ¡Liam para que es mi punto débil, por favor!

Estábamos en su cama, tapados por las mantas. La noche anterior fue una de las más bonitas de mi vida, pero muy agotadora, por lo que en cuanto llegamos a su casa, nos fuimos a dormir.
Le pasé una mano por el pelo, que lo llevaba corto ahora.

- Liam...
- ¿Sí?
- ¿Crees que debemos decírselo o se acabarán enterando?
- Enterarse se enterarán, sea hoy o en un mes, pero se acabarán enterando. Pero es mejor que se lo digamos nosotros. Por lo que cuando estemos todos juntos se lo diremos. Pero a la hora de hacerlo público... mejor esperar unos días, tengo miedo. 
- Sí, lo entiendo. Tienes miedo a lo la prensa pueda inventar, tienes miedo a que me insulten y se pongan en mi contra. Pero a mi eso me dará igual mientras no me separen de ti.

Me acerqué y le besé. 
Seguía sin creerme que yo, una chica normal que hace unos meses estaba en su casa investigando sobre One Direction, haya acabado saliendo con uno de ellos. Bueno, saliendo no sé, pero al menos teniendo algo.

*FLASHBACK*

- Bibi, ¿puedes venir un momento? - me dijo Liam poniéndose a mi lado en la barra.
- Claro.

Me llevó a un sitio apartado, que no se veía mucho desde la pista.

- A ver, es que, uf, cómo decir esto...
- ¿No será nada malo verdad? Me estás asustando.

Seguro que me diría que iba a volver con Danielle, o que me alejase de él o algo así. Ay Dios, que lo dijese ya, que me estaba muriendo por dentro.

- No, no, no. No es malo. Es que mira, sé que solo te conozco de una semana. ¡Es que es una locura! Pero desde que entraste por la puerta me fijé en ti, y eres perfecta. - Dios, no creo que me esté diciendo esto a mí. ¿Esto es una broma o qué? - Cuando estoy contigo es como si me viese reflejado. Eres la persona con la que más a gusto estoy y eres como una mejor amiga para mí pero yo quiero algo más. Joe, esto es difícil - sonrió agarrándose la nuca - Pero por otra parte tengo miedo de que la gente empiece a meterse contigo o también lo de Danielle... Que no hace mas de un mes que lo dejamos. Y no creas que te estoy utilizando, ni mucho menos, sólo digo que, no sé. Me gustas. - resopló - Ya está.

No pude evitarlo y me lancé a por él. Le abracé de la forma más intensa que pude. Mi cabeza daba mil vueltas, y mi corazón retumbaba por todo el local. No creía que esto me pudiese estar pasando a mí. Él se separó y me cogió de la barbilla.

- Bueno, y eso, que si te gusto y tal, aunque si no te gusto no quiero que se estropee nuestra amistad eh, porque es mu...
- Liam, Liam. - le callé poniéndole un dedo sobre los labios.

Instintivamente me puse de puntillas y pasé las manos por su cuello, quedando colgada de él mientras juntaba nuestros labios. Me agarró de la cintura juntándome más  a él, provocando que el beso cada vez fuera más intenso. No fue un beso largo, pero fue suficiente para demostrarle lo que sentía yo.

*FIN DEL FLASHBACK*



*NARRA LIDIA*

- ¿Cómo has conseguido que nos dejen pasar a nosotros solos aquí?
- Pues con mi encanto irlandés, ¿acaso lo dudabas?

Estábamos en The London Eye, y nos habíamos subido a una cabina los dos solos.

- Jope, esto es increíble - dije mirando las vistas - Me gustaría ser un pájaro para ver todo desde arriba.
- A mi me gustaría ser una jirafa, ya sabes, por el cuello largo.
- Sí... ya sé...muy normal todo. - dije irónicamente.

Llevábamos todo el día de arriba a abajo por la ciudad. Habíamos ido a desayunar a una cafetería del centro, después a ver el Big Ben, a dar vueltas por ahí, etc. En todo lo que llevábamos andando, se nos habían acercado muchísimas chicas pidiendo fotos y autógrafos. 
Algunas me miraban con cara rara, creyendo que era una amenaza para los chicos. Pero no las culpo, yo también me ponía un poco así cuando leía algún rumor sobre si salían con una chica o no.
Otras me pedían que hiciese la foto, e incluso que saliese en ella, pues según decían, si era amiga de Niall probablemente fuese una chica famosa o algo así.

'Sí, super famosa, vamos.' pensé.

Incluso hubo algunas chicas que nos preguntaron que si eramos novios. Obviamente decíamos que no, pero hubiese dado yo vida y alma porque fuese un sí.

- Bueno, que te ha parecido - dijo bajándonos de la gran noria.
- Pues ya fui de pequeña con mi familia, pero sin duda me ha gustado muchísimo más esta vez. No todas las chicas tienen la suerte de estar media hora en una noria con su ídolo ¿sabes?. - sonrió.
- Bueno, ¿y qué te apetece hacer ahora?
- Mmm, es la hora de comer ¿no? - asintió. - Me apetece un Fish & Chips ¿sabes?
- Oh, conozco un sitio donde lo hacen riquísimo, con un poco de vinagre y alcaparras.
- Pues vamos ahí.

Me llevó a un restaurante cerca del puente de Londres y allí, como dijo, tomé un Fish & Chips buenísimo.

- Jope, estaba super bueno. - dije.
- Ya te lo dije.
- Cierto, cierto.
- Niall, ¿puedo preguntarte algo?
- Ahora mismo ya estás preguntándome - sonrió.
- Anda que eres tonto...
- Bueno, dime.
- ¿Cómo fue el que os juntaran a los cinco, sin casi conoceros, teniendo que compartir todo, soportando que alguno reciba más atención, teniendo que convivir con ellos a todas horas, etc?
- Pues mira, la verdad es que al principio fue duro. Es muy duro lo de que de repente el que sigas en un programa que te puede cambiar la vida dependa de cuatro personas que no conoces. Pero tuve la suerte de que ellos eran increíbles y todos hacíamos lo posible para que funcionásemos como grupo rápidamente. Eso no quita que alguna vez hayamos tenido nuestros enfados, pero los cinco sabemos lo afortunados que somos por haber tenido esa oportunidad. Y no queremos desaprovecharla.
- Me alegro de que así sea. - nos quedamos en silencio un minuto - Una cosa, estamos cerca del puente de Londres...
- Ajá.
- Por lo que The London Dungeon estará cerca ¿No?
- ¿Que tienes en mente Lidia?
- Pues mira, de pequeña no pude entrar, no sé por qué pues no me asustaba, pero mi madre dijo que no, y ya que estamos aquí pues podemos ir. Siempre que no te de miedo...
- ¿Me estás retando?
- Nooo, solo digo que a lo mejor no eres lo suficientemente varonil como para entrar... - dije para picarle.
- Buah, ya verás, vas a ser tú la que grite, no yo.
- Entonces entras ¿no?
- Claro. Pero te invito yo.
- Ni de broma. Tú ya me invitaste en mi cumpleaños y hoy en la noria y en la comida. Es justo que me toque a mí ¿no crees?
- Pero es que es más de caballero si paga el chico.
- Pues me da que hoy no vas a ser un caballero.

Nos fuimos del restaurante y entramos en aquel pasaje del terror. La gente se quedaba mirando a Niall y se apartaban para dejarle pasar.

'Jope, que morbo lo de ser famoso' pensé.

Pero ya, cuando estábamos casi a oscuras nadie se percataba de que era él.
Primero entramos en una sala llena de espejos, en la que no se sabía si íbamos en buen camino o no, porque era como un laberinto. 
Me escondí tras una especie de columna esperando a que pasase Niall para asustarle y que gritase. Pero mi broma no dio resultado.

- Te dije que no gritaría.
- Ya veremos.

Le cogí de la mano y continuamos el camino por aquella red de salas y más salas.
En algunos sitios había actores que empezaban a hablar y a contar la historia de Londres y cosas sobre asesinos, incendios, etc. Esa parte era un poco aburrida, por lo que Niall y yo nos dedicábamos a investigar el lugar.

- Niall, creo que nos hemos perdido - dije cuando nos encontrábamos a oscuras sin ver a nadie. - ¿Niall?

De repente alguien me agarró de la espalda. Resoplé y di un brinco.

- Ala, ya he ganado.
- Perdona, pero la apuesta consistía en gritar, no en asustarse. Mira, ahí está el grupo - vimos a las personas con las que íbamos y nos unimos a ellas.

En un momento nos subimos a unas barcas que nos llevaban por un túnel con agua. También presenciamos una escena de Jack el destripador, estuvimos presentes en un juicio, tuvimos que disparar con pistolas láser a fantasmas que había en una pantalla y finalmente nos montamos en una lanzadera en la que cada uno aguantó las ganas de gritar simplemente por orgullo.

- Parece que esto es un empate - dijo mientras bajábamos de la atracción y entrábamos en una sala con fotos que habían hecho durante nuestro recorrido. 

De repente Niall se giró y se encontró cara a cara con una rata sobre el mostrador. Soltó un pequeño grito que hizo que empezara a reírme de él.

- ¡HAS PERDIDO! ¡HAS PERDIDO! - le decía.
- Nunca me han gustado las ratas ¿vale? De pequeño me mordió una en el pie.
- Dios, eres una nenaza ¿eh?
- Y tú una machorra.
- Así vivo bien.
- La de veces que habrás dicho eso. ¡Ey, mira, hay una foto en la que salimos riéndonos en la lanzadera! - señaló una pantalla en la que ciertamente aparecíamos los dos riéndonos. - Quiero la foto tres - dijo indicándole al chico que estaba sobre el mostrador.
- ¿Pero qué haces? 
- Pues un recuerdo de hoy ¿no?
- Hombre, si insistes.

Volvimos a casa de Niall, cada uno con una foto del lugar y también con algunas cosas que habíamos comprado por ahí.

- Pues un día te llevo a Camden Town, que seguro que con lo rarita que eres te volverías loca.- dijo abriendo la puerta.
- Ey, que yo no soy rarita, soy especial.

Para nuestra sorpresa, en el salón de Niall estaban todos, incluso Bibi, Eleanor y Megan.

- Buenas tardeees - dije alegremente sonriendo y mirando a Zayn, para que entendiese que estaba mucho mejor de lo de ayer.
- ¿Qué hacéis aquí? - preguntó Niall.
- Esperándoos - dijo Louis. Le empecé a revolver el pelo porque sabía que lo odiaba. - ¿Qué tal hoy?
- Sublime. Y hemos descubierto quién es la nenaza de nosotros dos - dije señalándonos a Niall y a mí. - Por cierto Eleanor, cogí tu ropa de casa de Louis, es que yo no tenía la mía y lo único que llevaba puesto estaba empapado - fulminé con la mirada al irlandés que se empezó a reír.
- Ya me lo dijo aquí el Tomlinson. No pasa nada, mi ropa es tu ropa.
- Gracias. - sonreí - Bueno, ¿y por qué nos estabais esperando? 
- Es que... tenemos que deciros una cosa - dijo Liam cogiendo de la mano a Bibi mientras yo me esperaba lo mejor.


4 comentarios: