7.1.13

Capítulo 13


*NARRA MEGAN*

- ¿Pero a esta qué la pasa? - pregunté a Bibi mientras Lidia sonreía como una loca y se ponía a dar saltitos por ahí.

- Pues no sé... Pero me da que Norman tiene algo que ver.
- ¿Norman? - fruncí el ceño - ¿Quién narices es Norman?
- Un chico que conoció ayer. 
- ¿Después de la fiesta?
- Ajá.
- Pues su nombre no me suena.
- Es que no es de aquí.
- Ah, ¿pero que tu le conoces?
- Que va, solo que me lo contó Lidia. Es que mira, encontré un papelito en el suelo y se lo enseñé y había un número de teléfono y luego una 'N'.
- ¿Una 'N'?
- ¡Claro, tía, 'N' Norman! 
- A va, va, va. Ya entiendo. ¿Y te ha contado nada más?
- Que va. Nada más.
- Voy a hablar con ella.

Me levanté del sofá y fui hacia ella, que estaba cantando una canción que no reconocía


- Hola princesita, ¿a qué se debe esa sonrisa?

- Pues que mañana es mi cumpleaños. - dijo sin dejar de sonreír.
- Ya, ya, ya. Y cuéntame, ¿quién es ese tal Norman? 
- ¿Qué Norman? - me levantó una ceja - ¡Ah, ya! Nada, un chico que conocí ayer. - Había algo raro en lo que decía.
- ¿Y era guapo?
- Mucho, rubio, con ojos azules.
- Pues no te lo has buscado mal.
- ¡Jajaja, pero si aún ni hemos quedado ni nada!
- Bueno, ya acabaréis quedando y tal, ya verás.
- Sí. - dijo sacando una sonrisa más grande de lo normal. Para mí que estos ya habían quedado pero que no me lo iba a decir.

*NARRA LIDIA*


Once y cincuenta y nueve de la noche. Debería dormir pero estaba demasiado nerviosa como para hacerlo. 

¿Eso se debía a que mañana era mi cumpleaños o a que iba a ver a Niall?
Pues obviamente todos sabíamos la respuesta. Me dí la vuelta en la cama, intentando dejar la mente en blanco para dormirme de una maldita vez.

Doce de la noche. 

De repente, y esperándolo, empezó a sonar mi móvil. Mis padres, y puede que mis hermanos también. Me felicitaron uno por uno, me dijeron lo mucho que me querían, que me lo pasase bien, que me cuidase, que comiese bien, que fuese educada y tal. ¿Hola, perdona? Tengo ya diecisiete años. Pero es lo que tiene ser la pequeña, que siempre te van a tratar como tal.
Después de hablar unos minutos con ellos, se despidieron dejándome dormir. Pero la lucecita de la BlackBerry me desconcentró. Pensé en pasar de ella, y ver ya el mensaje cuando me despertase, pero nunca fui destacada por tener una gran fuerza de voluntad. Así que como si la vida me fuera en ello cogí el móvil y el corazón se me calló a los pies.

Niall- Feliz cumpleañooooooos! Que disfrutes de tu día, y no lo pases mal, que los problemas no te atormenten. Besooos y recuerda: Mañana a las cinco en el muro de mi casa :)xx


Sonreí a más no poder. Si lo del sábado ya había cruzado la línea de la alucinación, esto había llegado hasta el tope máximo.

Dios, Niall James Horan se había acordado de mi cumpleaños, me había felicitado y no como otra persona cualquiera, no, sino a las 00:00. 
Si estuvieran mis amigas de Madrid aquí dirían cosas como: "Estás enchochada perdida" o "Has mojado braguitas, ¿eh?"
Le respondí con algo sutil, sin parecer muy obsesionada.

L- Muchas Gracias:)  Además ya está todo arreglado, y tranquilo que no me olvido:):)


¿De verdad esto me estaba pasando a mí? A ver, que hace un mes yo estaba sentada en el salón de mi casa viendo alguna que otra película, comiendo algo, y nunca esto se me pasó por la cabeza. Y ahora todo se veía tan irreal, tan fantástico, que tenía miedo de que se acabase. Pero mejor aprovechar el tiempo antes que lamentarse.

Y decididamente, estaba enchochada perdida. Gracias amigas mías por tener razón siempre.
Me puse los auriculares y me quedé dormida oyendo esa voz que tanto me gustaba.


Noté como alguien saltaba y se tiraba encima mío. Aunque debería decir se TIRABAN encima mío.


- Hostia puta, tías como pesáis - dije intentando mover a Amelia, Bibi y Megan, que estaban encima mí sin dejarme respirar - ¿No podríais haberme despertado de otra manera? No. Teníais que aplastar a Lidia.

- ¡¡FELICIDADEEES!! - gritaron todas a coro.
- Gracias, gracias. Pero por favor, me estoy quedando sin aire.

Se levantaron sonrientes y se sentaron al rededor mío en la cama. Megan sacó de no sé donde una bandeja con zumo de naranja, un brownie, varias galletas y un café Mocca Blanco, justo el que me gustaba.


- Hoy vas a tener el desayuno en la cama - se lo agradecí - Y mira - me acercó la bandeja a la cara - Nos hemos pasado por el Starbucks para cogerte lo que te gusta.

- Jope, no sabéis que ilusión me hace, en serio.

Me comí todo, me vestí y preparé y salimos hacia el instituto, siendo felicitada por numerosa gente que me encontraba en el camino.

En las clases igual, casi todos, salvo alguno al que se le olvidaba, me deseaban un feliz cumpleaños. Menos Victor, al que no vi en todo el día. Bueno, en realidad no era cosa de que no le viera, sino que le evitaba. No me apetecía tener una charla no muy placentera en el día de mi cumpleaños.
Pero la verdad es que yo no estaba a lo que estaba.
¿Pero es que cómo pretenden que me centre si en unas horas iba a ver al chico de mis sueños?

Las horas dentro del instituto se me pasaron volando. Dios que nerviosa estaba. Quizás también vería a Zayn o a Liam o a Louis o a Harry. ¿O quien sabe si les veía a todos juntos?´Pero eso sería muy difícil  demasiada suerte tendría que tener Aunque si empezaba a quedar con Niall a menudo lo más probable es que les acabase viendo y les presentase a mis amigas y pasásemos las tardes juntos, y acabaría juntando a Bibi con Harry, y bueno, a Megan el que más guapo le pareció fue Zayn asi que con él, aunque la verdad es que no había visto a los demás, y Amelia... Pues no sé, que ella eligiese al que quisiese.

Otra vez delirando. Genial, me vuelvo cada vez más paranoica por segundos.

Comí a toda leche en la residencia y subí a mi cuarto, no sin haber agradecido a más gente que me paraba por el pasillo para felicitarme.

Miré el reloj. 14:37. Vale, tenía dos horas y trece minutos para elegir que ponerme y arreglarme.
Pero decidí que antes me echaría la siesta para relajarme un poco. Puse la alarma de forma que me despertase en media hora.
Y así pasó.
Me duché, echándome en el pelo productos de todo tipo de forma que me quedase una melena como recién salida de la peluquería.
15:33.
Exploré mi armario buscando lo apropiado para ponerme.
Después de mucho decidir y decidir, probar y decidir para volverme a probar después de nuevo, me decanté por dos conjuntos.
El primero consistía en una falda de tubo negra con una blusa color salmón y unos tacones a juego.
El segundo trataba de unos pitillos con estampado militar, una camisa ancha blanca con un poco de transparencia, y unos botines marrones de cordones con tacón.
Estuve pensando que el primero quizás sería demasiado formal, así que me decidí por el segundo.
16:42.
¡Dios, me había llevado más de una hora elegir el conjunto! Me fui al baño rápidamente. Me retoqué el pelo, me pinté la raya color verde caqui y me puse una chaqueta beige de punto encima. Cogí las llaves, el móvil, dinero y me dispuse a salir por la puerta, no sin antes haber cogido la sudadera de Niall.

Llegué a su casa, donde habíamos quedado. ¿Qué se supone que debía hacer? ¿Esperar a que salga, mandarle un mensaje, o llamar al telefonillo?

Decidí hacer esto último así que llamé.

- ¿Sí? - contestó una voz que no era de Niall.

- Hola, soy Lidia.
- ¡Anda! La chica de las latas de Cocacola - si era así como me conocían todos, me moría de vergüenza - Pues encantado yo so...
-¡Louis! - se oyó de fondo - aparta de ahí. Eh... ¿Sigues ahí? - dijo Niall.
- Sí. - dije flipando un poco.
- Pues entra entra, no te quedes fuera. 

La puerta de la entrada se abrió y comencé a andar hacia el interior. Me quedé alucinada. Dentro había cinco casas, cada una con la fachada de forma diferente, y delante de estas, había una inmensa zona verde llena de césped atravesada por cinco caminos que desembocaban en las entradas de cada casa. Era muchísimo más grande de lo que parecía desde fuera. Pasé al lado de varios coches, lujosos todos ellos y sin ninguna mancha ni arañazo, simplemente impecables.

Miré a las cinco viviendas.
¿Cuál sería la de este hombre?
Me fijé que sobre el marco de la puerta de la entrada de cada casa, había dos letras, que correspondían a las iniciales del nombre y del primer apellido, o asi lo interpreté.
Fui a la que ponía 'N.H.' y llamé al timbre.
'Vale, ya no hay vuelta atrás  Ya has llamado, y si te vas quedarás fatal. Son solo chicos normales, Lidia, chicos normales. No te pongas nerviosa.' pensé, pero ya era demasiado tarde, porque el corazón me iba a mil y no sabía cómo controlarlo.
La puerta se abrió y una mata de pelo rubia asomó por ella.

- Hola - dijo Niall en español (un detalle por su parte) -¡¡ Muchas Felicidadees!! - seguido de esto me abrazó.

- Gracias, gracias - expresé con una sonrisa de tonta en la cara. Por mucho que me dijese que esto era real, seguía sin creérmelo.
- Pasa, que están en la cocina.
- ¿Están quiénes?
- ¿Pues quienes van a ser? Los demás - creo que por unos segundos me quedé sin respiración.
- ¿Sabes que esto para mi es como un sueño no? - dije mientras me guiaba por un pasillo largo, decorado en colores blanco y negro.
- Ya bueno, yo estaría así si estuviese en tu lugar - sonrió levemente, con esa sonrisa que yo cada mañana veía en fotos pero que hoy la tenía a medio metro.

Entramos en una cocina, demasiado grande para mi gusto, con los muebles de un color verde manzana y las encimeras de mármol blancas, del mismo color que la nevera, el congelador y el lavavajillas. A pesar de ser demasiado verde, era preciosa, decorada perfectamente hasta el más mínimo detalle. En el centro había una mesa alta y redonda, echa de madera, que por su color parecía caoba o algo así. A su alrededor había cinco taburetes blancos. Me quedé de piedra cuando vi a Louis, con sus inconfundibles camisetas de rayas y a Harry, con sus rizos que no pasaban de largo. Estos se lanzaban el uno al otro un mando, seguramente el de la tele, haciendo rabiar a Liam, que estaba en medio, quien probablemente tenía hace unos instantes el mando y alguno de los otros dos se lo cogió para irritarle un poco. Zayn era el único que estaba sentado, riéndose de la situación y de la reacción de Liam.


- Eh... Chicos - dijo Niall haciendo que todos parasen de hacer lo que estaban haciendo y se volviesen hacia él. Liam aprovechó esto para coger el mando, haciendo que volviese en sí y me riese por lo bajo - Esta es Lidia.

- ¡La chica de las Cocacolas! - gritó Zayn, haciendo que me sonrojara.
- ¡Felicidades! - gritó Harry desde donde estaba.
- ¡Es verdad! Felicidades!- dijeron los demás acordándose.

Uno por uno fueron acercándose y dándome un abrazo. 

Por. Dios. Séptimo. Cielo. Yo. Ahora.

- Pues Niall nos ha hablado mucho de ti - empezó a decir Louis - Nos contó que te había visto tres veces ya, con la del sábado cuatro, que hoy era tu cumpleaños, que eres directioner, que vienes de España, que tienes su sudadera, que estás en la residencia Hampton, que eres muy guapa, que tenía ganas de verte, que el sábado estabas super guapa con un vestido negro, etc, etc. Ahora mismo con toda esa información podríamos cometer algún que otro delito relacionado contigo, como yo que sé, violación. - empezó a reírse, a lo que le siguieron todos, menos Niall, al que veía rojo, y si él estaba así imaginaos mi cara. Una sinfonía de colores rojizos.

- Eh, creo que no vamos ya.

- ¿Ya? Pero si acaba de llegar. - dijo Liam.
- Me estoy muriendo de vergüenza... - de repente vi que todos me miraban - Oh Dios, estaba pensado en alto - dije - ahora sí que me muero de vergüenza literalmente. - esbozaron cada uno de ellos una sonrisa.
- Bueno, que sí, que nos vamos.
- Vale, pero no hagáis guarrerías ¿eh? - dijo Harry.
- Tío, siempre igual, pero si la acaba de conocer - dijo Zayn a este.

Siguieron hablando, a saber de qué, pero yo ya no les oía porque Niall me había cogido del brazo y llevado de nuevo a la entrada.


- Perdónales, a veces no saben controlarse.

- No, si ya lo veo.
- Voy a por mi chaqueta y ahora vuelvo. Dame la sudadera y así la guardo también. - se la di y se fue unos segundos y volvió con otra sudadera en la mano. - ¡Adiós chicos!- gritó a os que estaban en la cocina.
- ¡Adiós! ¡Adiós Lidia, encantado de conocerte!- se oyó a Louis. Los demás se despidieron de formas semejantes.

Empezamos a andar, sin ningún rumbo, sólo andar y si encontrábamos algún sitio donde tomar algo entraríamos y merendaríamos. La verdad es que al principio estaba callada y sin saber qué decir, pero conforme pasaba el tiempo, me volvía más extrovertida con él y hablábamos sobre tonterías y chorradas.  Se me pasaron los síntomas de 'no me creo nada de esto, creo que voy a morir en cualquier momento' y empecé a ser yo misma y a sentirme como tal.


- Y bueno, tú sabes mucho de mí pero yo de ti casi nada. Cuéntame - me dijo.

- Pues no sé. ¿Qué quieres que te cuente?
- Mmm... ¿Hermanos?
- Sí, uno de un año más, Luis y una de cinco años más, Carmen.
- Así que eres la pequeña, como yo.
- Ajá, ser el pequeño mola.
- Cierto, cierto, tiene sus ventajas. A ver, ¿qué quieres ser de mayor?
- Arquitecta.
- Jope, vas a por todas eeh. ¿Comida favorita?
- Buf, no sé, hay todo una gran variedad de cosas riquísimas en el mundo, pero creo que me decantaría por tallarines a la carbonara.
- Bendita sea la pasta. - sonreí - Mira, un Starbucks, entremos allí.

Entramos y para nuestra sorpresa no había casi nadie, así que no nos tuvimos que preocupar por fans locas y/o fotitos con el móvil. Pedimos lo que queríamos, a lo que me invitó Niall, a pesar de negarme varias veces, y nos sentamos en unos sillones.


- ¿Por dónde iba? A sí, ¿peli favorita?

- Uf... Todas las de Destino Final, las de Saw, Cómo entrenar a tu dragón, Lluvia de albóndigas, las del Señor de los Anillos, la tercera de Harry Potter, Love Actually, 500 días juntos y casi todas las de Tim Burton.
-Joe, menos mal que te he dicho solo 'peli favorita', llego a decirte más y me sueltas una lista larga larga. Y... un poco raro ¿no? ¿De verdad te gustan en plan gore y tal, Saw y de ese estilo?
- Me encantan, son mi pasión.
- ¿Y el Señor de los Anillos? Eso sí que no te pega.
- Ya buenos, todos tenemos nuestras rarezas.
- Cierto. ¿Color favorito?
- Verde, azul y negro.
-¿Grupo favorito?
- Vosotros (One Direction), Sum 41 y Guns n' Roses.
- Oye, tu tienes algún problema a la hora de diferenciar plural y singular, ¿no?
- Bueno, sí, jajajaja.
- ¿Número favorito?
- 5 y 13, ya sabes, por la mala suerte y tal.
- eh... sí. Jajaja. ¿Canción favorita de nuestro álbum?
- Pues pude que Same Mistakes, o I Want o Moments.
- ¿Animal favorito?
- Anaconda, tiburón, puma, hipopótamo y caracol.
- Sí, definitivamente eres rara. - sonreí- ¿Colonia favorita?
- Calvin Klein Shock.
- ¿Beatle favorito?
- ¿Qué? ¿A qué viene eso? 
- Pues no sé, que ya no sabía que preguntar.
- Ah, bueno, jajaja, pues Paul o John, no puedo elegir.
- ¿Pantalones o falda? - fruncí del ceño?
- Pantalones, sin duda alguna.
- ¿Team Jacob o Team Edward? - dijo riéndose. Ahí si que me quedé flipando.
- La conversación ha pasado a ser algo extraño, ¿no crees?
- Puede ser, pero lo extraño es lo divertido.
- Pues Team Jacob. Me van más los licántropos.
- ¿Peeta o Gale?
- Obviamente Peeta. Gale no me gusta para Katniss.
- Mmm ya no sé me ocurre nada más... A ver, cosas que odias.
- Uf, pues compartir la comida, estar en sitios con mucha gente hablando alto, la gente falsa, no me suele gustar que me toquen mucho en plan de darme abrazos todo el rato y tal, que me vacilen, los leggins, la gente que tiene miedo a muchas cosas...
- ¿Y tú a qué tienes miedo?
- ¿Yo? Pues no sé decirte, creo que a nada.
- ¿A nada? Eso es imposible.
- Es que no encuentro cosas a las que realmente les tenga miedo.
- ¿Ni si quiera a la muerte?
- No, no, no. La muerte solo es una delgada línea entre un período de tiempo y otro, solo que desconocemos el segundo. La gente tiene demasiado miedo a morir. ¿Pero por qué? - me miraba con fascinación - A ver, vale, que no ves a tus conocidos y tal, ¿pero quién dice que no les volveremos a ver después? Además, si hay gente que le tiene miedo a la muerte, que aproveche su vida, porque de esta forma uno no se arrepentirá al morirse, y se irá feliz a lo que quiera que haya después. Para mí, la muerte es como unas vacaciones, solo que un poco más 'heavy'. Jajajaja, tengo unas formas de pensar un tanto raras, lo sé. - me miraba sin decir nada, con una mirada penetrante. Me estaba inquietando, ¿y si empezaba a pensar que era una depravada mental o algo así?
- Guau, no lo había visto nunca de esa manera. Tienes una forma rara de pensar, pero me gusta - me sonrojé levemente.

Estuvimos hablando de muchas más cosas, de su vida, de mi vida, etc. Cuando eran casi las ocho, y tenía que volver a la residencia, nos fuimos del local y empezamos a andar hacia allí.


- ¿No te parece raro que en toda la tarde no nos hayamos encontrado a ninguna fan pidiéndote un autógrafo o algo así? - le pregunté.

- Es que yo sé por donde hay que ir.
- Ya, claro, eso o eres super feo y nadie se quiere acercar a ti - dije para hacerle rabiar.
- Eres tonta. - me fulminó con la mirada.
- Ey chaval que iba de broma, ¿no te habrás enfadado? - le abracé por la espalda poniéndole cara triste. Él hizo como si apartase la mirada, se dio la vuelta y me cogió como un saco de patatas y me cargó sobre su hombro - ¡Ey! ¿Pero qué haces? - dije perpleja - ¡Bájame ahora! - en el fondo no quería que me bajase, era demasiado cómodo estar cogida por sus brazos
- Me da que no te voy a bajar, es que los feos como yo no obedecen a chicas como tú.
- ¿Pero cómo vas a ser tu feo? ¡Si era una broma! Si tu eres lo más guapo de este mundo - no le veía la cara, pero sabía que estaba sonriendo.
- Ya, ya, ya, excusas, excusas. - de repente se paró - ¡He tenido una idea! - me bajó al fin al suelo - Vamos a dibujar nuestras siluetas como cuando se comete un crimen en las series y tal. - le miré con el ceño fruncido.
- ¿Cómo que como en las series?
- Sí, mira, tu te tumbas en el suelo y yo pinto tu relieve en el suelo. ¿Tienes una tiza?
- Claro Niall, soy la típica chica que sale a la calle con tizas por si le da por dibujar su figura en el suelo - dije sarcástica a la vez que me reía.
- Imbécil. - dijo en tono de burla.- Menos mal que yo siempre llevo un Edding encima. Mira, túmbate.

Me tumbé, como me dijo y empezó a calca mi figura. Era gracioso verle marcando mis piernas, mis brazos, mis dedos, etc. Sentía un cosquilleo cada vez que una mano suya me rozaba. Era como un sueño. Ya tendría algo de lo que presumir.: 'Hola, soy Lidia Valencia y Niall Horan dibujó mi figura en el suelo.' 

No, sería patético si fuese por la vida diciendo eso.
Terminó y se incorporó, no sin antes tenderme una mano para levantarme.

- Ahora tú - le dije mientras se tumbaba en el suelo - No, un poco más a la izquierda. Ahí. - repetí el mismo proceso que él había hecho conmigo. - mira.

- Guau, como mola - dijo levantándose.

Le había pintado de forma que la mano derecha de mi silueta estuviese sobre la mano izquierda de la silueta de Niall, como si las figuras se diesen la mano.


Seguimos andando hasta llegar casi a la residencia, donde él tenía que desviarse hacia la derecha para ir a su casa.


- Bueno Lidia, me lo he pasado genial. No creía que en el fondo fueses tan extrovertida y maja.

- Gracias hombre - dije sonriéndole.
- Por cierto, ¿esta semana podré volver a verte?
- Seguro, mañana tengo libre y a partir del viernes también. 
- Pues perfecto, perfecto. Entonces ya hablaremos. - se despidió dándome un abrazo y volviendo a felicitarme el cumpleaños, deseando que hoy lo hubiese pasado bien. Y se fue alejando, volviendo la cara por última vez para dedicarme un sonrisa de esas suyas que tanto me encantaban.

2 comentarios:

  1. tu novela es genial me encanta y me pone de los nervios como dije GENIAL.
    besotes

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ohhh dios muchísimas gracias:) no sabes como agradezco que me comenten:) ademas eres la primeraa!!!
      muchisimas gracias:):):) me alegro de que te gusteee:333

      Eliminar