22.5.13

Epílogo.

Hola preciosidades:)
He decidido poner mi típico comentario arriba esta vez porque cuando lleguéis al final del epílogo no quiero que de repente os corte el rollo con un "Hola ya estoy aqui!"
No es plan.
Primero quiero decir que MUCHISIMAS GRACIAS a todos los que leeis mi historia, nunca pensé que fuese a llegar a tanto.
Yo que pensaba que lo leerian tres personas contadas, y me encuentro hoy con que tengo 32000 visitas y con que una lectora mia quiere ponerle mi nombre a su hija (JAJAJAJAJAJAJA Te adoro)
Estas cosas hacen que me replantee más mi futuro, y tengo por seguro que una parte de mí se va a dedicar a escribir y a escribir.
Debo agradecer a todas esas personas que han estado apoyandome siempre en todo, y que cuando pase mi bache malo, seguian ahi sacandome sonrisas. MIL GRACIAS.
También aprovecho para disculparme por esas veces que subo tarde, pero es que la vida me da para poco, hijas mías.
Bueno, habrá gente a la que le guste el epílogo, habrá otras a las que no, pero al fin y al cabo es un epílogo y la historia surgió de mi imaginación, asi que el final se acomodará a como yo lo pensé desde un principio.
Os digo que el link de la segunda novela es este THEY DON'T KNOW ABOUT YOU AND ME y que si quereis que os avise, me lo decir por twitter @lidialechuga41
Os pido que, si quereis, me dejeis un comentario al final sobre que os ha parecido tooooodo en general, porque no sabeis lo bien que se siente una al llegar a casa y ver que gente la ha comentado sobre lo que ha escrito. Es halagado, en serio.
Y además quiero saber vuestra opinión para futuras historias.
Ya no tengo anda más que decir.
MILLONES DE GRACIAS. OS QUIERO:)

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*31 AÑOS DESPUÉS*
*NARRA NIALL*

- A ver, a ver, a ver, no entiendo. - dijo Victoria sentada en la cama, guitarra en mano pero sin tocarla. A sus quince años ya estaba hecha toda una señorita, y debía decir que tenía una especial conexión con ella, pues había sacado mis mismos gustos. En cambio las demás, habían adoptado todo de su madre, bueno, la mayor era una mezcla. - Si Bibi y Liam se querían tanto... ¿Por qué no están juntos? A ver, me refiero a que cuándo decidieron lo del divorcio. Se les veía tan enamorados...
- Pues... - hice memoria. ¿Cuándo nos dieron la noticia de que se separaban? - Llevaban unos seis años de casados, y simplemente se dieron cuenta de que ya se veían solo como amigos y nada más. Pero mira ahora, Liam encontró a Vanessa, y es feliz con ella, y Bibi a Nicholas, y lo mismo. Además sabes que aun así se llevan super bien, y que viven al lado para estar cerca por el tema del niño y tal, asi que fue una pena que se separasen, pero al menos no hemos perdido a ninguno de los dos.

Me acuerdo de aquel día. Bibi y Liam, nos reunieron en su casa, y nos comunicaron, de forma serena, que iban a romper su matrimonio. No por un problema grande y con el que nos preocuparíamos, sino porque los sentimientos ya no eran iguales. A mi me dio mucha pena por su hijo, el pequeño James, pero menos mal que a penas tenía cinco años, y no se enteraba mucho de lo que pasaba.
Tiempo después, Liam conoció a una chica de la forma más tonta. Estaba en el colegio, con James, y al ir a recogerle, se confundió de niño, y cogió de la mano para llevar al coche a otro chico, sobrino de la actual mujer de Liam, Vanessa. Menos mal que ella le avisó a tiempo de su confusión, y en vez de volverse todo un caos, acabó siendo el comienzo de una bonita historia de amor.
En cambio lo de Brigitte fue más simple. Nicholas era un amigo que ella tenía en Francia, que le conocía desde que era pequeña. Pasó allí unas Navidades y entablaron de nuevo la amistad que se había ido apagando con el paso del tiempo. Finalmente, Nicholas decidió mudarse con Bibi a Londres, y el resto ya lo sabéis.
Es increíble cuando cada vez que quedamos, Bibi y Liam empiezan a hablar animadamente, porque bueno... Es un sentimiento raro. Si yo fuese Liam, cada vez que hablase con ella pensaría "Ey Bibi, nos hemos acostado, te he visto desnuda y conozco todas tus intimidades" o algo así, pero Liam dice que la ve como una chica genial, que le cambió la vida y a la que sigue queriendo mucho, aunque de otra forma.
Y es reconfortador que así sea.

- Mmmm vale - siguió diciendo Victoria - ¿Y Zayn y Perrie? ¿Qué les pasó?
- Pues como pasa en casi todos los casos. Que descubres que esa persona no era la adecuada.
- Pero... ¿Zayn y ella siguen en contacto?
- No tanto como Liam y Bibi pero sí.
- ¿Y alguna vez ellos dos han... retomado su relación en algún momento o algo así? - sonreí de forma ladina.
- Pues ahora que recuerdo... Hubo una vez en la que ellos estaban solteros y decidieron verse de nuevo y bueno... Se acabaron acostando. Durante unas... Tres semanas o por ahí. - Victoria soltó una carcajada.
- Que killer el tio Zayn, menudo semental.
- Oye, no le digas que te he dicho esto eeh.
- Tranquilo papá, soy una tumba.
- Ay madre mia... En el fondo te estoy malcriando - suspiré, pero después ella y yo nos miramos y nos empezamos a reír. Así era siempre con ella, me leía la mente, nos entendíamos a la perfección. Me recordaba tanto a su madre... Bueno, ella y todas.

Con respecto a Perrie y a Zayn, tras tres años de relación, separaron sus caminos. 
También fue algo mutuo, en plan que ambos sentían que su relación no se iba a estirar más, así que se quedó en una amistad.
Después, Zayn tuvo una temporada un tanto fogosa de cortas relaciones o de aquí-te-pillo-aquí-te-mato por donde iba. Como bien dijo Victoria, menudo semental.
Hasta que encontró Audrey, una chica que hacía espectáculos en un bar cantando y tocando la guitarra. Y ella le hizo sentar la cabeza, y le regaló dos gemelos, Charlie y Clark, (les llamábamos "The C-twins" porque su nombre empezaba por la misma letra) y a la pequeña April, con el mismo carácter de su madre y con la misma destreza de Zayn a la hora de dibujar.
A sus cuatro años ya sabía dibujar perfectamente un ornitorrinco, pero que casi parecía real. 
Yo a mis cuatro años no sabía dibujar ni mi propia caca, así lo digo.

- Entonces Biam divorcio, Zerrie cortaron... - resumió - Louis y Eleanor se casaron obviamente. Los primeros, ¿no?
- Sí, los primeros. Justo dos años y tres meses antes que yo.
- Dato interesante. Y oye, ¿cómo se les ocurrió lo de adoptar un niño negrito?
- Pues fue idea de Louis - contesté - ¿Te he contado alguna vez lo del viaje que hicimos en 2013 a Ghana para una obra caritativa y que grabamos cosas del video de One Way Or Another? - en cuanto dije eso empezó a cantar por lo bajo la canción de forma animada.
- Sí, me lo has contado - concluyó.
- Pues mira, aparte de los cinco hijos que tenían - si, tuvieron cinco. Parece que esos dos no tenían fondo - pues Louis pensó en adoptar a un niño africano, y así ademas le daban un hogar, nueva vida, y tal.
- Que monos. ¿Y Marry? ¿Pasó algo entre ellos o todo fue perfecto? - fruncí el ceño.
- ¿Nunca te ha contado Harry nada de su historia?
- Cosas por encima, nada más.
- ¿Enserio?
- Enserio.
- Pues mira, hubo un año, creo que 2017 o 2018 en el que cortaron. Nadie sabe por qué. Simplemente un día nos dicen que no están juntos y creíamos que era una broma, pero no, de verdad habían cortado. Y durante dos meses, o tres, se trataban de mejores amigos, sin tensiones ni enfados ni nada, como si entre ellos nunca hubiese habido nada...
- Pero...
- Ey, aún no he acabado - me sonrió - Y bueno, que era verano y decidimos hacer un viaje a Grecia, para estar en la playa, y tal, y la cosa es que les dejamos solos en un momento porque tenían que subir a las habitaciones del hotel para coger una cosa que se nos olvidó, no recuerdo qué, y cuando bajan, venían de la mano, y de nuevo estaban juntos. Nadie sabe qué pasó, por qué cortaron y por qué volvieron. Nunca han querido decir nada, todo siempre ha sido un misterio.
- ¿Tú qué crees que pasó?
- Pues que... No sé. Quizás decidieron ser amantes en secreto durante unos meses y después volver a la normalidad, y yo qué sé.
- Mmmm ya le preguntaré a tío Harry.
- Si consigue decirte algo...
- Y oye, ¿consiguieron su granja en la playa?
- Hombre, ¿de quién crees que es la finca con animales de la costa a la que vamos cada verano?
- Ostris, es verdad, no me acordaba. Asi que todo les salió según lo planeado... Bueno, salvo que en vez de dos hijas y un hijo, salieron dos hijos y una hija.
- Sí, eso es verdad.
- Y papá, ¿por qué no me contaste antes toda la historia de los tíos y de cómo os conocisteis mamá y tú?
- Pues... Bueno, te la conté de pequeña, pero omitiendo detalles. Pensé que el momento adecuado era a esta edad, que te interesaría más cómo fue todo.
- Eso es verdad. Y oye, ¿a Nadia y Sarah ya se la habías contado?
- Sí, igual que a ti, a esta edad.

Nadia y Sarah eran mis otras dos preciosas hijas. Nadia la mayor, de 22 años, mientras que Sarah vivía feliz en sus 19. 
Como veis, comparto una vida con mujeres, cada día rodeado, pero no me quejo, es más, me encanta estar junto a ellas.
Las tres habían sacado un color de pelo castaño muy claro, con algunos reflejos rubios, y lo que las diferenciaba, porque eran casi iguales todas, eran los ojos. La mayor los tenía de un color marrón ocre, Sarah de un azul cielo, como los míos, y Victoria de un verde esmeralda intenso. A veces la confundían y decían que era hija de Harry, por lo ojos, pero no era así.

- Oye papá, ¿y con mamá? - sonreí inconscientemente.
- Con mamá... - supiré - todo perfecto. Era la mujer de mi vida. 

Lidia hizo un gran sacrificio por mí, y fue que decidió que nunca nunca iba a separarse de mí, por lo que renunció a terminar la carrera de arquitectura, para acompañarme a todas las giras, viajes y demás, pues ninguno quería que peligrase nuestra relación cuando todo empezaba a ir bien.
Pero al dejar los estudios, descubrió su verdadera vocación: escribir.
Se dio cuenta de que eso era lo que quería hacer en su futuro, publicar libros, y así lo hizo.
A su vez, durante unos cuantos años, cada vez que tenía libre, nos íbamos a recorrer el mundo.
Obviamente, una de nuestras paradas esenciales era Nueva Zelanda.
La visitamos tantas veces que nos llegamos a conocer la zona como si viviésemos ahí.
Cuando ella tenía 26 años, la pedí matrimonio, y catorce meses después, vino Nadia al mundo. Pasaron más años, y la familia se amplió con Sarah y Victoria, haciéndome el hombre más feliz del mundo.
Pero como siempre ocurre en esta vida, lo bueno se acaba.

- Papá, ¿la echas de menos? - otra sonrisa se hizo presente en mi cara, pero esta era más triste.
- Claro que la echo de menos, ella era mi mundo.
- ¿Y la sigues queriendo?
- Nunca dejaré de hacerlo.



Un día 24 de abril, hace seis años, se apagó la sonrisa más bonita de este mundo.
Se fue la única persona que había conseguido que perdiese la cabeza al completo, hasta tal punto de saber que haría cualquier cosa por ella.
Ese día, dejó de existir el "Buenos días, koala".
Ese día se fue la persona a la que más quería en el mundo.
Ese día Lidia se fue, y con ella, una parte de mí.

Aún recuerdo con precisión cada último segundo con ella, en aquella cama del hospital, con montones de máquinas rodeándonos, formando parte de aquella pesadilla.



*FLASHBACK*

- Nialler... - me dijo con ese hilo de voz que siempre tenía esos días. Me levanté rápidamente y me puse a su lado a ver qué necesitaba.
- ¿Qué?
- Túmbate conmigo... - dijo.
- ¿Qué? No... No puedo.
- Claro que puedes, hazlo, por favor.
- Pero Lidia, ¿y si pasa algo?
- ¿Qué va a pasar por tumbarte a mi lado? - frunció el ceño como pudo. Su estropeada piel, que ahora presentaba un color blanquecino, ya no daba a basto. Ella se estaba consumiendo, y yo era presente de todo eso. La miré a los ojos. Seguían brillando, pero cada vez eran más opacos. Pensé en los posibles pocos minutos que me quedaban con ella, y tenía que aprovecharlos, asi que finalmente me acabé tumbando con cuidado a su lado - Así me gusta, pequeña perra. - solté una pequeña risa, pero casi sin ganas. - ¿Sabes que algunos gatos, si les da mucho el sol, cambian su pelaje de color?
- ¿Enserio? - pregunté.
- No, era mentira - empezó a reírse  pero entre medias tenía que hacer paradas para coger cantidades de aire. Me fascinaba cómo era posible que estando en esa situación, conservase su humor. - Niall... De esta no salgo, ¿lo sabes?- su voz tornó aun tono más apagado.
- No digas eso, lo conseguiremos.
- No, cielo, me voy, para siempre, pero no pasa nada, estarás bien, pasarás una etapa mala, pero lo acabarás superarlo - que me dijese esas palabras era lo más doloroso del mundo. No quiero aceptar el hecho de que se irá. No quiero aceptarlo. Ella y yo tenemos que ver a nuestras hijas crecer, casarse, tener hijos, vivir una vida de pleno, y finalmente morir juntos, no de esta forma. 
- No quiero que sea así - contesté. Las lágrimas ya quemaban en mis ojos.
- Lo será. Pero ante todo prométeme algo - me miró fijamente.
- ¿El qué?
- Que no abandonarás la música, por nada del mundo. Es tu vida, es tu futuro, y serás recordado por ello. También quiero que encuentres a otra mujer que te haga tan feliz como lo he hecho yo, o incluso más...
- Lidia no...
- Hazlo. La vida sigue, y aunque yo no esté, tu tienes que continuar la tuya de alguna forma. Por ahí habrá alguna mujer que te sabrá cuidar, y a la que querrás muchísimo. Vuélvete a enamorar.
- No me pidas eso... Por favor... 
- Ya lo he hecho.
- También quiero que le digas a las niñas que las quiero mucho, con mi vida. Que son de lo mejor que me ha pasado, y que desearía estar junto a ellas en lo que les queda de vida, para aconsejarlas y tal, pero no va a ser así. A mis chicos, Harry, Liam, Louis y Zayn y a mis chicas, Megan, Bibi, Eleanor, y a Perrie llámala también, eh, diles que sin ellos nada de lo que me ha pasado hubiese sido posible, que me sentiría vacía sin ellos, y que... son mi vida, junto a ti. - agaché la cabeza. No quería que viese como lloraba como un niño desconsolado. - ¿Lo harás?
- Sí... - contesté en casi un susurro.

Subí la cabeza y la miré. Seguía tan enamorado de ella como desde el principio, incluso más, y tenía la certeza de que así seguiría siendo, estuviese ella o no.
Le acaricié una mejilla y después deposité un suave beso en sus labios, para acabar poniéndole un brazo sobre su delicada cintura y abrazarla.

- ¿Te acuerdas de cuando me pediste matrimonio? - dijo.
- Sí, - sonreí - una noche genial.
- Cierto. Me gustó lo de la idea de un anillo de regaliz, aunque me lo acabé comiendo.
- Pero después vino el de verdad.
- Y después la boda...

Los dos sonreímos como unos tontos enamorados, que era lo que éramos. Nos quedamos un rato en silencio, presenciando la respiración del otro como única armonía.

- N...Niall... - balbuceó.
- ¿Sí?
- Cántame nuestra canción... - abrí la boca en un momento, pero no salió nada de ella. - Por favor.

La miré de nuevo a los ojos, más fijamente que nunca. Se estaba yendo, delante de mis narices.
Ese era el momento, nuestro último momento.
Abrí la boca de nuevo, y esta vez si que empecé a cantar. Me acordaba perfectamente de la letra, de la de millones de veces que la habíamos cantado los dos.
Las palabras salían solas, pero se clavaban en mí como cuchillos, sabiendo que esas serían mi últimas palabras compartidas con ella.
Mientras cantaba, recordé por qué me volvía loco. Por ser única, por ser una persona atípica al mundo real, por enseñarme los valores de la vida, por hacerme disfrutar de cada cosa, por pequeña que fuera, por darme una magnífica vida, por ser mi mundo, por crearme un paraíso con tres preciosas niñas, por darme todo lo mejor de ella, por ser real conmigo, por tratarme de una forma que me hacía sentir único en el mundo, por apoyarme siempre, por quererme, por no abandonarme, por aguantarme cada día, por saber que estoy ahí siempre para ella, por hacerme creer en los sueños, por hacer que todo tenga significado, por hacer que el mundo me parezca un lugar mejor cuando ella lo ilumina con sus sonrisa...
Mis emociones volaban de un lado a otro en mi interior, haciendo que se formase un caos.
Esa era nuestra última canción, mi última para ella, que se la dedicaba con todo el sentimiento del mundo.
Se iba, para siempre.
¿Que sería de mi vida sin ella? No lo sé, pero me daba miedo descubrirlo.
Su alma de iba desprendiendo de su cuerpo, su cerebro se apagaba, sus extremidades dejaban de hacerla caso, los ojos se le cerraban, los labios se le secaban...
Y así concluí las últimas y sentidas palabras de la letra, mientras ella me regalaba el último suspiro de su corazón.

- And all your little things.

21.5.13

Capítulo 106/2. Último Capítulo.


(AVISO PARA ESAS PERSONAS QUE SUDAN DE LEER MIS COMENTARIOS AL FINAL DE CADA CAPÍTULO: HABRÁ EPÍLOGO. REPITO: HABRÁ EPÍLOGO.)




*NARRA LIDIA*
*UNA SEMANA DESPUÉS*

- Se lo va a decir - dije mientras cogía la lata de Coca-cola y le daba un sorbo.
- ¿Quién? ¿Megan? - preguntó Zayn. Asentí.
- Me acaba de poner un mensaje, que está yendo hacia su casa para hablar con él.
- Por fin - dijo Liam.
- ¿Por fin qué? - preguntó Eleanor.
- Que por fin van a estar juntos. No aguantaba la tensión sexual que había en el aire cuando estaban ellos. Me afectaba y hacía que me volviese pervertido.
- Pues a mí eso me gustaba - dijo Brigitte sonriendo a su novio, quien le lanzó un cojín.
- Megan y Harry están hechos para estar juntos, eso está claro - dijo Louis.
- Como tú y yo - me susurró Niall en la oreja.
- Aparta bicho - le espeté de broma. Me miró con mala cara, pero luego me acerqué a él y le di un beso.
- Hace un año no hubiese imaginado que las cosas estarían como están ahora - dijo Zayn.
- Ya... Yo tampoco - dijo Eleanor - Y el accidente...
- El de mi polla en tu frente - le susurré al oído a Niall que me volvió a mirar con cara rara.
- Que asco - me dijo. Me empecé a reír contagiándole a él la risa.
- ¿De qué os reís? - preguntó Bibi.
- De que tengo una novia muy masculina - dijo Niall.
- Y yo un novio muy nenaza- aclaré.
- Ya estamos de nuevo con el nenaza... Pues no decías lo mismo hace dos días por la noche.
- Ey, ey ey. Alto. - dijo Liam - No sigas que no quiero saber vuestras aventuras sexuales. - Niall y yo nos miramos y nos empezamos a reír mucho más fuerte.
- No es nada de ese tema - expliqué.
- Es que ella me retó a haber si podía romper un plato por la mitad de un solo golpe. Y lo conseguí. - dijo Niall.
- Madre mía qué raros sois.
- Oye, a todo esto - dije - Durante toda esta semana, nadie le ha dicho a Harry lo de Jake y Megan, ¿verdad?
- No - dijeron a la vez.
- Ah vale, pues entonces perfecto - concluí finalmente.







*NARRA MEGAN*

Me posicioné frente a la puerta de la casa de Harry más nerviosa que nunca. Me sudaban las manos.
Ya había visado a Lidia de que lo iba a hacer.
Todos los demás estaban en casa de Liam, reunidos, esperando a que Harry y yo nos uniésemos a ellos cuando terminase de hablar con Harry.
Esa semana había estado casi incomunicada con él. Solo sabía noticias suyas por Lidia, que me contaba qué tal estaba. Me decía que Anne se quedó con él varios días hasta ayer por la tarde, que consideró que Harry ya podía estar solo. 
También me decía que Harry preguntaba por mí, hasta cierto día que dejó de hacerlo, y eso me preocupaba más que nada.
La idea de pensar que había decidido olvidarme estos días me mataba. 
Era un miedo que no podía sacar del cuerpo.

Bueno, en conclusión, que ahí estaba yo, delante de la puerta de Harry, decidida a declararle mi amor, y a contarle todo lo de Jake, y bueno, a volver a salir con él, que ese era mi principal objetivo.

'Venga Megan, hazlo de una vez'

Alcé la mano y llamé a la puerta. En cuestión de segundos ya estaba él enfrente mío. Su cara al verme fue todo un poema, más de confusión y sorpresa que de otra cosa.
En la herida de la cabeza apenas llevaba una fina gasa, su pelo estaba levantado hacia arriba, justo como me gusta y sus ojos verdes brillaban más que nunca.
No mostraba una sonrisa, pero me arriesgaría todo a que si la sonrisa hubiese estado, seguiría siendo la más bonita del mundo.
En su cuello descansaba un pañuelo rojo, que servía de apoyo para su brazo escayolado. Y se veía simplemente perfecto con unos pantalones blancos y una camiseta negra.

- Hola Harry - saludé casi tartamudeando.
- Megan, ¿qué haces aquí? - me preguntó.
- Pues nada... Venía a verte...
- Ah, pues entonces... Pasa, pasa.
- ¿Qué tal tu cabeza? - pregunté mientras andábamos por el pasillo.
- Bien, ya no me duele.
- ¿Y tu brazo?
- También bien.
- Me alegro. - Dios, sabía que esta conversación era muy extraña, pero no sé me ocurría qué mas decir.
- Megan, ¿por qué estás aquí? - espetó de repente.
- Yo... Eh... Tengo que hablar contigo.
- Vale - llegamos al salón y ahí me indicó que me sentase en el sofá, pero él no lo hizo - ¿Quieres algo de beber? - preguntó.
- Eh no gracias.
- ¡Y de comer?
- Nada, de verdad, no tengo hambre. - sonreí, pero era una sonrisa inusual, ya que no sabía si reír o llorar. Él se sentó a mi lado, haciendo que miles de mariposas revoloteasen en mi estómago.
- Y bueno... ¿Qué me ibas a decir?
- Pues... - tomé aire - ¿sabes que Jake y yo ya no estamos juntos? - abrió los ojos como platos.
- ¿Y eso?
- Pues nada, que él cortó porque...
- ¿Cortó él? - asentí - No te habrá hecho nada malo, ¿verdad? Que sé donde vive eh - sonreí al pensar en cómo se preocupaba por mí por una cosa que ni siquiera había pasado.
- No Harry, no ha sido eso.
- ¿Y... cuándo?
- El sábado.
- ¿¡El sábado!? - asentí - ¿Y porqué me entero ahora?
- Pues no sé...
- Era esa la cosa que tenías que asimilar ¿Verdad?
- Sí, bueno... en parte... - silencio incómodo - Harry, ¿sabes por qué me dejó? - negó - Porque se dio cuenta de que seguía enamorada de una persona... - la pierna de Harry empezó a temblar - Y por mucho que él intentase hacerme feliz, que créeme, lo consiguió... Pues nunca fue como aquel chico...
- Y... ¿Quién es ese chico? - le miré con una ceja levantada.
- Harry, eres tú.

Si antes hubo un silencio incómodo, ahora había algo peor, no sé el qué, pero pero. Y es que en cuanto dije eso, Harry se quedó callado, desviando la mirada, clavándola en el vacío.
¿Qué se le estaría pasando en ese omento por su rizada cabeza?
¿Cosas buenas? ¿Malas? ¿Ambas?
Ay dios.

- Bueno... Di algo. - dije.
- Es que... No sé qué decir.
- Simplemente quiero saber si podemos empezar de cero, retomar aquello que se acabó en enero, volver a empezar... - cada vez iba poniendo más débil la voz, acabando en casi un hilo de susurros.
- Pero... - dijo - ¿Y si soy yo el que no quiere ahora? ¿Y si quiero pasar página? - de repente mi corazón se rompió en añicos. ¿Había oído bien? Eso era que no, que ya no me quería... Estaba en lo cierto al pensar en que él podría haberse olvidado de mí en estos días... Era tan doloroso saber que después de todo lo que hemos pasado, todo vaya a acabar así... 
- Pues... entonces... - dije conteniendo las ganas de llorar que tenía - yo ya no hago nada aquí... - Me levanté sin apartar la mirada de Harry, que seguía mirando a ninguna parte, con la mano libre en su mandíbula. - Adiós Harry... - dije por última vez, esperando que contestase, o me mirase, pero no fue así.

Entonces ya harta, anduve de forma rápida hasta la puerta, con las lágrimas ya por mis mejillas. Salí de la casa y cerré de un portazo.
El dolor que tenia era inaguantable.
Me quería morir, quería que me tragase la tierra, desaparecer.

Vuelvo a Glasgow, lo acabo de decir.
Yo ya no tengo nada que hacer aquí. Mi mundo ha sido derrumbado por un nombre: Harry Styles.
Y lo peor es que yo no podía odiarle por rechazarme, porque a parte de que yo le rechacé varias veces, porque le sigo queriendo.
Pero volver será lo mejor.
Hoy mismo pillaré un viaje en tren.
Echaré de menos Londres, pero necesitaba olvidarme un poco de todo. Olvidarme de él.
Y quién sabe si así empezaré otra nueva vida.

Fin.


(ES BROMAAA AJAJAJJAJAJAJAJJAJAocno. Continuo)

Entonces de repente, oí el sonido de una puerta abrirse, y antes de que pudiese darme la vuelta, ya tenía uno brazo que rodeaba mi cuerpo, transmitiéndome un calor único que solo cierta persona podía darme.

- Lo siento, lo siento, lo siento... - repitió numerosas veces mientras juntaba su frente con la mía. Volvía a llorar, pero esta vez mis lágrimas eran de salvación, de seguridad, pero sobre todo, de felicidad - Perdóname... Solo... Tenía miedo.
- ¿Miedo de qué?
- De fastidiarla como siempre, de perderte de nuevo. Pero no estoy dispuesto a ello, no esta vez.
- Prométeme que será para siempre.
- Te lo prometo. 

Y pudimos decirnos muchas cosas más, pero llegamos a la conclusión de que ese era el momento perfecto para besarnos.









*NARRA LIDIA*


Ya hacía unas dos horas que Harry y Megan habían llegado a casa de Liam, cogidos de la mano, y con una sonrisa enorme cada uno. Y desde entonces no se habían separado, pero lo mejor es que eran felices, más felices que nunca.
Parece que el estar separados ha hecho que valoren más lo que tienen a su lado.

Y no solo ellos son felices.
Allá a donde mire, hay sonrisas.
En la izquierda, Perrie intenta peinar la cresta de Zayn, despeinándole a la vez, y él, con una sonrisa y con cariño, le aparta las manos, a la vez que se ríe.
A su lado, Bibi y Liam juegan a robarse besos, a disfrutar al lado de otro. Juegan a quererse.
Megan y Harry se entretienen comparando el tamaño de sus manos, mientras que de vez en cuando, Harry le aparta el pelo de la cara a Megan, para después depositar suaves besos en sus labios.
A la derecha, Eleanor y Louis que bueno... Ellos se crean su propio mundo, aprovechando el tiempo como niños, pero nunca disminuyendo el amor que sienten por el otro, si eso ampliándolo.

Y a mi lado... La persona más bonita del mundo, la más perfecta, la que me ha regalado miles de sonrisas, y, hay que admitirlo, alguna que otra lágrima, pero que pase lo que pase, me levanta cada día  y me hace darme cuenta de lo afortunada que soy.
Tengo unos amigos que no me los merezco, que darían todo por mí, pero no tanto como lo que llegaría a dar por ellos.
Tengo decenas de nuevas experiencias de este año, que marcarán miles de recuerdos en mi futuro, dispuestos a ser contados.
Tengo un nuevo hogar, junto a la persona que más quiero.
Tengo... Tengo más de lo que siempre pude desear.
¿Quién me iba a decir que yo iba a acabar siendo la novia de mi ídolo, que iba a conocer a personas geniales, que se convertirían en mis mejores amigos, o que mi vida iba a dar un giro de 360º?
¿Quién me iba a decir que iba a viajar a Nueva Zelanda, a dormir en una casa hobbit y a tocar un koala?
¿Quién me iba a decir que iba a ser famosa conocida por ser la novia de Niall Horan, que iba a tener fans o que me pedirían autógrafos por la calle?
¿Quién me iba a decir que tras nueve meses de estar separada de Niall, le acabaría queriendo incluso más que antes?
¿Quién me iba a decir que me ocurriría todo esto?

Pero eso sí, que nadie se atreva a decirme que los sueños no se hacen realidad.



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PAMPAMPARAPAAAAAM!
Aquí tenemos el último capitulo, falta el epílogooo eeeh que lo subiré mañana o cuando pueda porque para subir el epilogo necesito tener el otro blog preparado ya que voy a poner el link, oka doka?
De nuevo siento subir tarde, pero ya es una costumbre en mi lo de subir a estar horas, pero it doesn't matter.
Bueno, espero que os haya gustado y me no me hayais matado mucho por el "final" falso que he metido ahí en medio.
Y bueno, que ante todo os quiero mucho.
Recordad, si quereis que os avise para la nueva novela me lo decis por un comentario aqui, o a traves de twitter (@lidialechuga41) o por ask o como querais, va? un besitooo:)
Sois amooor:)

pd: me pidieron que pusiera fotos que me gustaban y videos y tal, tambien que recomendase novelas, pero para eso ya lo voy a hacer en el siguiente blog a traves de un gadget va?
Bueno, que pongo fotitos que me molan va? (no solod e One Direction)













   


  











19.5.13

Capítulo 105/2


*NARRA MEGAN*



Cerré los ojos para una mayor concentración, cuando de repente un hilo de voz me susurró.

- Morena...

Me giré en cuanto oí eso. No sabéis las ganas que tenía de volver a escuchar su voz, de saber que todo no estaba perdido, de oír una y otra vez sus comentarios hacia mí, sus burlas, sus intentos de ligar...
En definitiva, sus palabras.
Y ahí estaba, hablándome después de su accidente, luciendo con la peor apariencia debido a sus heridas pero que aún así lo hacían irresistiblemente guapo.

- Harry... - dije en cass un hilo de voz.

Las lágrimas se empezaban a formar en mis ojos. Por un tiempo pensé que le perdía, que él ya no iba a estar más ahí, pero no. Él sigue a mi lado.
Rápidamente me acerqué a él corriendo y me tiré encima suyo abrazándole. Las primeras lágrimas ya caían.

- Au - se quejó. Me levanté rápidamente.
- Ay lo siento, en serio  - sin querer me había apoyado en el brazo. Le miré unos segundos. ¡Era él! Su mirada coincidía con la mía. Rodeé la cama y me senté en la silla que había cerca. Después le pasé una mano por el pelo. - ¿Qué tal estás?
- Mmmm - meditó - Me duele la cabeza, y siento como si no estuviese en mi cuerpo, sino en el de otro. - puso una mueca de dolor - Oye, ¿y qué tal mi coche? - esbocé una triste sonrisa.
- No lo llegué a ver, pero Liam dice que mal. - cerró los ojos y chascó la lengua.
- Mierda. Me encantaba ese coche. - no entiendo cómo podía pensar en su coche estando en ese situación. La idea de que a Harry le podría haber pasado algo peor se repetía en mi mente, haciendo que llorase más. - Ey Megan, ¿por qué lloras? - agaché la cabeza y me cubrí la cara con las manos.
- Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento... - dije numerosas veces - Estas aquí por mi culpa.
- No - dijo él - fui y el que no supo controlar su mal humor.
- Yo debí haberme comportado mejor. - Noté que la mano de Harry rozaba la mía derecha y la apartaba de mi cara.
- Megs - me dijo - No fue tu culpa y punto. 
- Nunca me lo hubiese perdonado si te hubiese llegado a pasar algo - dije entre dientes.
- Pero estoy aquí, ¿no? - esbozó una pequeña sonrisa de lado.
- Sí... - susurré.
- Pues eso es lo importante.
- ¡Pero mírate! Tu cabeza, tu brazo, las heridas de tu cara...
- Bueno, dicen que las cicatrices son seys, y aportan más virilidad, así a lo mejor habrá menos comentarios sobre que soy homosexual - solté una pequeña risa.
- Pero aún así me siento mal... Además, todas las directioners me odian...
- Bueno, eso es fácil de resolver. Simplemente tienes que hacer una cosa que les guste y punto.
- Ya... Pero no sé.
- Ey, ya está, ¿vale? - asentí lentamente. Nos quedamos mirando un rato. Malditos ojos verdes que tenía. Eran perfectos.
- Oye Harry...
- ¿Sí, señorita borde?
- Imbécil - se rió.
- Venga, ahora enserio, dime.
- ¿Oíste de lo que hablamos Jake y yo?- su cara cambió a confusión.
- ¿Jake ha estado aquí? - asentí - Ah, bueno...Qué raro todo... ¿no? - sonreí tristemente - Pues no, no he escuchado nada.
- Ah, vale - eso me dio un poco de rabia, pues significaba que tendría que explicarle con mis propias palabras la razón de por qué habíamos roto, y me daba un poco de vergënza.
- Ey Megs - me dijo - ¿Jake sabe que tú y yo...? - se quedó callado mientras hacía gestos con sus manos - Ya sabes.
- No - admití agachando la cabeza. - Él no sabe nada. - otro silencio.
- Oye, créeme cuando te digo que no lo hice para utilizarte. Yo también estaba borracho, de verdad - asentí.
- To...Todo olvidado.
- Sí. Lo siento si he hecho que peligre vuestra relación.
- Pues nosotros ya... - le miré fijamente. No aún, no se lo iba a decir - nada.
- ¿Nada qué?
- Nada de nada.
- Mmm vale...

Me quedé un rato mirando mis dedos, mientras se unían y entrelazaban entre ellos. 
¿Soy la única a la que le ha parecido que esta conversación ha sido muy rara?
Pues no sé.
Solo sabía que cuando miraba a Harry, lo que me apetecía era lanzarme sobre él y hacerle guarradas en la camilla del hospital. Y lo bueno es que ya no me sentía mal por tener esos pensamientos impuros, pues ya no tengo novio.
Hostias, pienso eso como si fuera una salvación lo de que Jake me dejase.
Dios, ni yo misma me entiendo.
Me levanté. Creo que no debía seguir allí, y que si se había despertado, era adecuado que estuviese con su familia y amigos, no con la que provocó su accidente.

- Bueno, Harry, me voy.
- ¿Ya? - asentí. Resopló, pero luego me miró y sonrió. - Te veré mañana, ¿no? O esta tarde.
- No...No creo que me vayas a ver dentro de unos días... - su cara cambió completamente.
- ¿Después del accidente te vas a tomar enserio lo que me dijiste en tu casa de alejarte de mí? - abrí los ojos como platos.
- ¿¡Provocaste el accidente para que no hiciese caso de lo que dije!?
- No, no, no, ni en sueños. A ver, me refiero a que... uf - resopló y se quedó unos segundos en silencio - ¿Por qué no voy a verte?
- Pues... - dudé - No lo sé... Tengo que asimilar ciertas cosas...
- ¿Qué cosas? 
- Ya... Ya te enterarás...
- Megan, me estás asustando.
- Ya te enterarás, ¿vale? - dije eso un poco más fría.
- Vale... Pues entonces adiós.
- Adiós. - me di la vuelta y empecé a andar hacia la puerta.
- Por cierto, bonito pijama - dijo provocando que se me escapase una sonrisa y que me girase, para ir a él y regalarle un beso en la mejilla.
- Adiós Harry - le dije ya sí que finalmente.

Salí de la habitación y vi a todos sentados en la sala de espera, aunque la mayoría estaban dormidos. Anne, Liam, Eleanor, Perrie y Niall eran los que quedaban despiertos. A todo esto, claramente Jake no estaba. Caminé hacia ellos con una cierta sonrisa.

- Cuánto has tardado, ¿no? - me preguntó Niall - No le habrás violado secretamente, ¿verdad? - Anne y yo le miramos con cara rara, intimidándole - Era una broma, jope. - después miré a Anne, y la hablé.
- Se ha despertado - le dije. Su ojos se abrieron mucho.
- ¿En serio? - asentí.
- ¿Y está bien? En plan nada de pérdidas de memoria o algo así - preguntó Liam.
- Que yo sepa está bien.
- Ay, yo quiero verle - dijo Perrie.
- Y yo - añadió Eleanor.
- Bueno, yo me voy, que tengo que hacer cosas.
- Adiós Megan - se despidieron todos. Me di la vuelta, pero una mano me agarró, la de Anne.
- Gracias por todo Megan, de verdad - la sonreí.
- Era lo mínimo - ella me devolvió la sonrisa y entonces me dejó ir.

Me monté en el ascensor y bajé a la planta baja, allí me despedí de las chicas de recepción y salí a la calle donde una oleada de flashes y gente con micrófonos me bombardeaba. No entiendo como los chicos aguantaban esto cada día.

- Megan, ¿es cierto que Harry está en coma?
- ¿Hay indicios de una posible muerte?
- ¿Qué le pasó en realidad al cantante?
- ¿Tuviste tú algo que ver? - preguntas así me estaban amartilleando la cabeza. ¿Es que no podían dejarme en paz? Pero sabía que hasta que no les dijese algo, no se callarían.
- Harry está bien, no hay daños muy graves, y simplemente fue un accidente de coche a ciertas horas de la noche. Adiós - dije esto para concluir.

Eché a andar hacia la parada de taxi, mientras me hacían más preguntas, preguntas que yo no contestaba.
Estaba más absorta en pensar cómo cojones iba a asimilar todo lo que me había pasado esa última semana. 
Bueno, esta semana y lo que me había pasado desde octubre del año pasado, cuando conocí a Harry.
Y es que ese chico...
Ese chico ha cambiado mi vida.

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Losiento, losiento, losiento, losiento. (Uy me empiezo a parecer a Megan con tanto lo siento)
Siento subir taaan tarde.
Esque ayer mi abuela me mantuvo en su casa encerrada haciendo que me tragase las pelis de por la tarde de antena 3 *tortura*
Y bueno, que tras varias cosas empecé a escribir el capítulo a launa menos cuarto, y sobre la 1:50 decidí dormir unos 20 min, pero claro, la alarma no sonó,o yo que sé.
Yo creo que el mundo me odia y por eso hace que siempre me duerma o algo así, so mamones.
Nah, es broma, solo que la jodida BlackBerry la ha tomado conmigo.
Bueno, pues aquí esta el capítulo. Como veis, Harry aún no sabe que Megan y Jake no están juntos
TAN TAN TAN
Por cierto, si me da tiempo a escribir lo que quiero escribir, pues puede que el capítulo de hoy, no este, sino otro, sea el último.
SIII, EL ÚLTIMO.
Pero haré epílogo, tranquilas.
El día del epílogo pondré el enlace de la siguiente novela, en la cual obviamente NO subiré a diario, pues ya he comprobado la presión que se siente al subir cada día y la poca libertad, por lo que no.
Asi que ya me diréis si queréis que os avise por twitter o cómo, ¿oki doki?
Y bueno, na más.
Que seáis felices:)
PD: hoy no sé a qué hora subiré.

17.5.13

Capítulo 104/2


*NARRA MEGAN*

- ¿Familiares de Harry Styles? - oímos a nuestras espaldas.

Todos nos giramos con el corazón latiéndonos a mil por hora.

- Yo - dijo Anne decidida.

Ella, junto al resto de la familia de Harry que había venido, se acercaron al médico. Ahi empezaron a hablar. Veía a los padres de Harry asentir, y a Gemma taparse la boca, mientras su padrastro le pasaba un brazo por los hombros.
¿Qué les estaban diciendo?
No podía oir nada, ni si quiera entender de lo que hablaban, ya que no podía leer sus labios. Todos los demás que estábamos en la sala mirábamos la escena callados y atentos.

La familia dejó de hablar con el médico y empezaron a andar deprisa hacia una puerta, por la que desaparecieron.
Tenía los nervios disparados. Fuese lo que fuese que les habían dicho, ¡NECESITABA SABERLO!

- ¡No! - grité en cuanto el médico empezó a darse la vuelta.

Eché a correr hacia él y me paré enfrente suyo, quien me miraba con el ceño fruncido.

- Por favor déjeme verle - le supliqué mientras cogía el aire que había gastado corriendo.
- Ahora solo familiares.
- Venga Megan, todos deseamos verle, pero ya lo haremos después - dijo Zayn apareciendo a mi lado y agarrándome de un brazo.
- ¡No! - volví a gritar y miré de nuevo al médico con la mirada esclava - Por favor, o al menos dime cómo está, si está bien o algo así. - el médico miró a Zayn y luego a mí, después resopló.
- Se dio un golpe fuerte en la frente, pero ya le cosimos la brecha, nada grave. Después tiene el cúbito del brazo izquierdo roto, por el impacto contra el volante, y numerosos cortes superficiales repartidos por la cara, cuello y manos, ya que el cristal delantero se rompió.

Mientras dijo todo eso estuve conteniendo el aire, pero lo eché al saber que Harry estaba bien. Bueno, al saber que no le había pasado nada extremadamente grave.

- ¿Y cuándo podremos verle? - dijo Niall, que al parecer se había acercado con los chicos y habían oido todo lo que dijo el médico.
- Pues en una hora, o quizás un poco menos - contestó - Pero no va a estar despierto, ya que le hemos dado un preparado para que se durmiese profundamente y descansase.
- Gr...Gracias - dije asintiendo. Entonces se dio la vuelta y ya se fue. Me giré a los chicos y les miré sonriendo - está... está bien - rápidamente me lancé a abrazarles.
- Menudo susto nos hemos llevado - dijo Louis.
- ¿Cómo está? - preguntó Bibi poniéndose a nuestro lado.

Liam empezó a explicárselo mientras yo me iba a la cafetería a por un café.






Estaba sentada en una de las sillas de la sala de espera. Gran parte de la gente se había ido, ya que tenían que hacer ciertas cosas, pero dijeron que se pasarían de nuevo más tarde.
Solo estábamos los chicos y las chicas, esperando a que la familia saliese.
No es por ser cruel, pero no sé que hacían tanto rato ahí, si Harry está dormido y no reacciona, no da tema de conversación ni nada, pero bueno.

Diez minutos más pasaron y yo seguía sentada sobre aquella silla, mientras los ojos se me volvían a cerrar. No sé que tenían los hospitales pero hacían que me durmiese. De repente la voz de Lidia me sacó de mi burbuja.

- Megs.
- ¿Qué?
- La familia ya ha salido. Nos toca. - abrí los ojos como platos y una sonrisa tonta se me formó en los labios.
- ¿Nos toca?- asintió - ¡Nos toca! 
- Shhh, no grites, estamos en un hospital.
- Sí, lo siento. - Me puse de pie y rápidamente la abracé. Ay Dios, iba a ver a Harry.

Me uní a los demás, que me estaban esperando para entrar. Se colocaron de forma que a mí me dejaron la primera. Qué majos.
íbamos aproximándonos a la puerta, pero de repente me paré.

- Entrad vosotros primero - dije.
- ¿Qué? - preguntó Niall - Pasa tú con nosotros, venga.
- No, no, no. Prefiero... - todos me miraban atentos. Agaché la cabeza y me sonrojé - Prefiero estar a solas con él cuando le vea. - todos esbozaron una sonrisa, y Louis, además, soltó una carcajada.
- Vale, te vemos después.

Entraron mientras yo me quedaba fuera esperando.
Ahora la cosa estaba en pensar qué iba a hacer ahí dentro.
Imagina que de repente se despierta Harry, sería super vergonzoso.

"Hola Harry, soy Megan, por mi culpa estás aquí, pero todo de tranquis. Por cierto, te quiero, pero sigo con Jake, del que no sé nada de él..."

Patético, ¿verdad?
Pero lo mejor de todo esto es que yo sigo en pijama. Vamos, alucinante. Que Harry se va a poner palote en cuanto me vea de lo sexy que estoy.

Uy, ya estoy empezando a delirar.
Es que esto e  malo, ¡malo! Me estoy volviendo loca, lo sé.


Fui al ascensor y me metí en él. Después bajé hasta la planta baja, en la cual se podía acceder a un jardín al aire libre.
Llegué hasta ahí  lo primero que hice fue aspirar el oxígeno.
Dios... Libertad.
La necesitaba en ese momento
.
Me senté en un  banco y saqué la caja de cigarrillos que me había metido para casos extremos.
Cogí uno y lo encendí. Después le di una calada. 
De verdad, necesito algo que me relaje y que sustituya al tabaco.

'Harry'

CÁLLATE CONCIENCIA.

Me entretuve un rato viendo pasar a la gente, que solo eran abuelillos con el taca taca este para andar.

Cuando me acabé este, encendí otro, y cuando me acabé el nuevo, me levanté para volver a la planta en la que estabas.
Deshice el camino que realice de antaño y salí del ascensor, me encaminé hasta la sala de estar.
Allí estaba la familia, a la que saludé con un gesto de mano y una sonrisa.
Justo entonces salieron todos de la habitación.
Vaya, que suerte.
Me hicieron un movimiento para que me acercase a ellos, y cuando lo hice, Liam me puso una mano en la espalda a modo de calma, y Lidia me agarró brevemente la mano.

Entré y le vi en la cama. Tenía los los cerrados, y una venda el rodeaba la cabeza, dejando escapar por arriba todos los rizos tan característicos que tenía.
La manta le tapaba, pero dejaba ver cómo Harry vestía una especie de camisón rosa pálido, que casi se camuflaba con su clara piel.
Sus brazo derecho descansaba al lado e su cuerpo, y el otro, escayolado, se apoyaba en el cuerpo de Harry.  Ciertas heridas estiradas se marcaban en su cara.
Aún estando en las peores situaciones, estaba igual de guapo que siempre.

Delante mío estaba Louis de espaladas, que no se había percatad de mi presencia, mientras le intentaba meter a Harry el tallo de una flor en la nariz.

- ¡Louis! - susurré medio gritando. Él se dio la vuelta y me miró con cara de inocente, para luego esbozar una sonrisa. 
- Lo siento - dicho esto salió de la habitación. Madre mía, este niño es un bicho, en serio.

Me acerqué a la camilla, ahí estaba él.
Ay dios, que guapo.
Lo que daría por tirarme sobre él, besarle, acariciarle y...
AY Megan, que te desvías.

Me senté en una silla que estaba a mi izquierda. Qué momento más incómodo, ¿no?

- Bueno... Pues se ha quedado bueno el día, ¿eh? - miré mis manos, que creaban un juego de dedos entre ellas - Uf... Hola Harry... ¿Qué tal estás? - silencio - Madre mía, esto es peor que cuando Dora La Exploradora pregunta algo y nadie la responde... - tomé aire, me deshice la coleta, y me la volví a hacer. Finalmente volví a tomar aire - Sé que no vas a oir esto, o bueno, no sé si lo escuchas en sueños o yo que sé... Pero yo quería decirte qué... Te quiero, ¿sabes? Más de lo que crees. Pensar que habías muerto... Fue lo peor para mí. Sentí que parte de mi vida se iba, que ya no tenía sentido seguir... en plan, viviendo cada día, no sé si me entiendes - solté una risa nerviosa. Dios, esto era ridículo. - ¿Sabes qué? Mi hermana pequeña a veces llama y me pregunta por ti. Dice que Jake no le cae bien, que ella quiere que mi novio sea famoso... Bueno, niñas de hoy en día. - silencio de nuevo - Ojalá retrocediésemos en el tiempo a cuando estábamos... No sé, en la granja. Creo que ese es mi recuerdo más feliz, o el día de Año Nuevo. No sé, un día de esos. Éramos felices ¿eh? Y míranos ahora... Tú en una habitación de un hospital y yo... Con un chico al que quiero pero...
- Quieres más a Harry.
- ¡Exacto! - espera, ¿quién había dicho eso? Rápidamente me giré en dirección a la puerta - ¡Jake!
- He venido en cuanto me he enterado.
- Sí... - nos quedamos en silencio un momento y él se adentró más en la habitación. - Jake, ¿has escuchado todo lo que he dicho? - dije repitiendo en mi cabeza una y otra vez lo que él habia dicho.
- Lo suficiente - agaché la cabeza. A ver cómo salía de esta. Él se acercó a mí y se arrodilló, para estar a mi altura. - Megan, tenemos que hablar. - asentí - Es obvio que tú quieres a Harry - le miré fijamente. ¿Iba a pasar lo que yo creía que iba a pasar? - Y es más obvio aún que él te quiere a ti.
- Jake...
- Déjame acabar. - suspiró - No sabes lo que me cuesta decir esto. Es cierto que esta temporada hemos estado distanciándonos un poco, ¿verdad? - asentí - También es verdad que aunque nosotros hemos sido muy felices, nunca lo fuiste como lo fuiste con Harry, ¿me equivoco? - negué duramente - y no sabes lo que me tortura por dentro saber que no me esforcé lo suficiente por hacerte feliz...
- No es...
- Pero simplemente lo entendí - me cortó - Yo no soy él. - finalizó mirando al susodicho. Nos quedamos un tiempo en silencio. Se me iban formando lágrimas en los ojos.
- ¿Y todo esto... qué significa?
- Significa que espero que él te quiera tanto como lo hice yo, que no lo dudo, y que espero que duréis mucho.
- No... No Jake, no. - Por mucho que quisiese a Harry, dejar a Jake no era uno de esos planes que quería tener presente cuando antes.
- Megan, era lo indicado. Los dos sabíamos que iba a pasar.
- No...
- Megan, te quiero - se levantó y me besó en la frente - Pero quiero que en cuanto Harry se despierte, dejes de hacerle sufrir y le concedas por fin eso por lo que ha esperado tanto tiempo.
- ¿Y... y tú?
- ¿Yo? - asentí - Por favor, he sido modelo de Calvin Klein, Armani, y mi cara ha salido más de una vez en las bolsas de Abercrombie. Si le sacamos partido a todo eso, estaré bien - sonreí brevemente. Este chico era imbécil. Empezó a caminar hacia la puerta.
- Entonces... ¿es algo amistoso?
- Claro que si. Lo que sí que no quiero es perderte- sonrió, pero era una sonrisa triste.
- Jake - pensé en contarle lo de queme acosté con Harry, pero no, porque sería un palo muy grande. Mejor que fuese un secreto, y que se conservase así toda la vida. pero decidí que al menos debía pedir perdón - Lo siento.
- Más lo siento yo por no hacerte feliz del todo.

Y diciendo esto, con una melancólica sonrisa en la cara, se fue.

Giré la silla hacia la cama de Harry. Ay Dios.
Que he cortado con mi novio.
Bueno, no. Han cortado conmigo.
Pero joder, que flash. ¡Que hace una hora tenía novio y ya no!
Suena un poco cruel, pero así al menos ya no me sentiré mal si siento emociones hacia Harry.

Pero aún así todo seguía siendo una situación muy rara.
Joder, que ya no volveré a besar a Jake, ni acostarme con él, ni pasear como novios...
Joder.

Me levanté y me fui hacia la ventana, necesitaba respirar.
Todo estaba pasando tan rápido...
Empecé a tragar aire, bendito aire, para relajarme un poco.
Cerré los ojos para una mayor concentración, cuando de repente un hilo de voz me susurró.

- Morena...

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Holaa, siento subir ahora, pero esque me quedé dormida cuando lo estaba subiendo y bueno, me he despertado al cual.
Que cachondeo, de verdad
Bueno, como veis, para satisfacción de todas, Jake y Marry ya no estan juntos, *bieeeen*
Hoy es viernes, entonces no subiré, el capitulo de ahora corresponde al jueves, ya sabeis.
Bueno, me tengo que ir que tengo que prepararme para el colegio
Un besoo:)